Capítulo 29

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*NARRA CHRISTIAN*

-Primero vamos a calmarnos Christian- habló Chaz y lo mire incrédulo.

-¿Como mierdas quieres que me calme? ¡Se llevaron a Jenn! ¡Ese imbecil se la llevo para siempre!- grite frustrado mientras caminaba de lado a lado en la casa de Chaz.

Alice estaba sentada en el sofá preocupada y mirándome apenada.

-¿Donde está Matt?- susurró Alice y suspire.

-Tuve que dejarlo dormido en la casa, él no debe estar pasando por nada de esto- dije y estos asistieron.

-¿Por que no lo llevaste con tus padres?- dijo y esa pregunta me enfureció más.

-No volveré a verlos nunca en mi pu*ta vida, ellos son los culpables de que me quitaran a Jenn, ¡ellos son los culpables de que mi matrimonio se fuera a la mier*da!- dije y golpee lo primero que vi mientras lagrimas de coraje salían de mis ojos.

-Christian, tranquilo hermano, ponernos así no va solucionar nada- dijo Chaz tomándome de los brazos.

-Perdón Chaz- dije mientras miraba el agujero en la mesa de madera que había hecho.

-Te entendemos Christian, yo estaría igual- habló Alice y asentí.

-¿Ya sabe la mama de Jenn?- dijo Chaz y negué.

-No pienso decirle, solo la voy a preocupar y no ganare nada con eso- dije y Chaz asintió entendiéndome, pero Alice negó.

-No, si tú no le dices yo le diré Christian, no sabes lo horrible que se siente que no te digan nada y al final sepas ya después todo, te puedo asegurar que se enojara mucho contigo si no le dices. Es su hija de la cuál estamos hablando- dijo y la mire con razón.

-Tienes razón, ahora mismo voy a decirle- dije y camine hacia la puerta pero Chaz me llamo.

-Christian, ¿te has dado cuenta que horas son? Es de madrugada, la señora Ana debe estar dormida- dijo Chaz rodando los ojos y asentí.

-Tienes razón, con todo esto ni siquiera me había dado cuenta que horas eran- dije y tome mis cabellos frustradamente.

-Hermano, te quiero recomendar una cosa, quiero que te vayas a tu casa, duermas y mañana arreglaremos todo esto, ¿te parece?- dijo Chaz y lo mire incrédulo.

-¿Crees que voy a poder dormir? Maldita sea Chaz, se llevaron al amor de mi vida- dije furioso y este suspiro.

-Se que no, pero ahora no puedes hacer nada, además de que tienes que descansar, dejar que tu cabeza descanse por un momento y mañana ya tendremos todo el día para buscarla- dijo y asentí rendido.

-Tienes razón, lamento haberlos molestado, es demasiado tarde y ustedes siguen aquí conmigo- hable tristemente y camine hacia la puerta.

-Christian, no nos agradezcas, no sólo Jenn era algo tuyo sino también mío y de Chaz, Jenn es como una hermana y esto me duele demasiado- dijo Alice y me abrazo fuertemente soltándose a llorar. La abrace de vuelta.

-Ve a descansar hermano, mañana la buscaremos hasta el rincón más pequeño- habló Chaz y asentí mientras sorbía mi nariz y limpiaba una que otra lágrima. Ese abrazo con Alice me había hecho quebrarme de nuevo.

Salí de ahí y maneje hasta la casa, me sentía vacío, sentía que solo mi corazón trabajaba porque estaba respirando pero por dentro me sentía muerto.

Tenía miedo, tenía miedo de no volver a ver a Jenn nunca más, tenía miedo que mi hijo se quedará sin su madre.

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-¿Que?- la madre de Jenn nos miró aterrada y sus ojos comenzaron a llenarse de agua.

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