*NARRA CHRISTIAN*
-Quiero el divorcio- dijo mirándome neutra. Mire sus labios y después la mire a ella. ¿Qué acababa de decir?
Sentía que todo iba en cámara lenta, sus palabras se repetían en mi cabeza a cada segundo.
-¿Qué?- logre decir, mis ojos se llenaron de agua al instante. Sentía como si muchas balas atravesarán solo mi corazón y lo rompieran en mil pedazos.
Esto no podía estar pasando, no a mi.
-Ya lo he dicho, ahora vete- dijo y miro de nuevo a nuestro hijo que permanecía durmiendo tranquilamente a un lado de su madre.
-No te lo daré- dije seguro mientras la miraba mal. Esta me miró incrédula.
-¿Qué? Claro que me lo darás, no estoy para aguantar tus estupideces, muchas veces las aguante y esta fue la más grande- dijo mirándome mal.
-No importa todo lo que digas Jennifer, no te daré el divorcio, no te perderé- dije mirándola triste.
-Oh si me lo darás, haré que me lo des aunque tenga que golpearte- dijo mirándome enojada. En ese momento me dieron ganas de reír, pero me contuve ya que si me reía pensaría que me lo estoy tomando como un juego.
-Puedes matarme si quieres, pero no te lo daré, te amo demasiado que no aguantaría perderte, los amo demasiado, no quiero perderlos. Por favor Jenn, no me hagas esto- dije sollozando. De nuevo, comencé a llorar.
-¿Por qué no pensaste eso antes de acostarte con esa zorra?- dijo mirándome dolida.
-No me acosté con ella, joder!- grite tomando mi cabello entre mis manos frustradamente.
-¿Ah no? Y ¿por qué estaban desnudos y abrazados felizmente cuando entre a NUESTRA habitación?- dijo sollozando.
-Ella lo planeó todo! Es tan maldita per*ra que hizo todo eso solo para que tú lo vieras- dije mirándola dolido. Ella negó con la cabeza.
-Es imposible creerte- dijo negando con la cabeza mientras secaba sus lágrimas.
-Jenn, escúchame...- comencé pero me interrumpió.
-Que no quiero escucharte, mier*da! Vete ya si no quieres que te saque a golpes de aquí!- gritó mirándome con furia. Matt comenzó a abrir los ojos. Lo habíamos despertado. Dolido camine hacia la puerta de entrada de nuevo.
-Ten por seguro que no te daré ese divorcio, no te perderé Jennifer- dije y cerré la puerta de un portazo. Camine furioso hasta la sala de espera donde estaban todos. Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, pero esta vez eran de rabia y tristeza a la vez.
¿Por qué rabia? Porque era un completo idiota, porque todo esto era mi culpa, por el simple error de haberme acostado con esa pu*ta. Pero no me quedaré de brazos cruzados. Esa estupida tiene que pagar por lo que hizo, por haber destruido mi matrimonio.
Salí del hospital como alma que lleva el diablo, no sin antes llevarme algunas miradas de odio por parte de Alice, de pena por parte de Chaz y de decepción por parte de Ana, mi suegra.
Me monté en mi auto y maneje lo más rápido posible a mi destino. Todo mi enojo estaban en mis manos y solo quería sacarlo golpeando algo. Y que más que a la estupida que arruinó mi vida.
Fruncía el ceño mientras las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas. Las limpiaba bruscamente pero aun así seguían bajando.
Estacione el auto y baje dando un portazo. Subí las escaleras de aquel edificio donde se encontraban muchos departamentos.
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Mi Sirvienta
Teen FictionJennifer Beadles y Christian Mackenly por fin están casados, por fin están unidos por el matrimonio formando uno solo. Un hijo, Mattew, fruto de su amor lo demuestra todo, demuestra el amor que se tuvieron y la decisión de entregarse el uno al otro...