*NARRA JENNIFER*
-¡No peleen! ¡Estoy cansado de que peleen! ¿Por qué se llevan mal? ¿Por qué no son los papás de antes? Ustedes no son mis verdaderos papas, mis papás de antes no peleaban, mis papás de antes se querían mucho, me querían mucho- dijo mi pequeño y las lagrimas bajaban como mares por sus mejillas.
Eso definitivamente había roto mi corazón en mil pedazos.
-Mi amor, no llores, nosotros somos los mismos padres de antes- dije mientras me arrodillaba a su lado para secar sus lágrimas delicadamente. Christian hizo mi acción arrodillándose a su otro lado.
-Mis padres de antes no peleaban, mis padres de antes eran felices y ustedes no lo son- dijo mirándonos a Christian y a mí. Baje la mirada triste, mi hijo tenía toda la razón. Solo fingíamos estar bien, pero claramente no lo estábamos.
-Es que mi amor, los adultos tienen problemas, nosotros estamos teniendo problemas ahora mismo, pero no estábamos pelando bebé, solo estábamos charlando- dije sonriendo para calmarlo.
-Pero entonces, ¿por qué estaban gritando?- dijo triste. Mire a Christian rápidamente y mire de nuevo a Matt.
-No estábamos gritando, campeón, es que alzamos un poco la voz porque no escuchábamos muy bien la platica del otro porque estaba la licuadora prendida- dijo Christian y Matt lo miró con los ojos entrecerrados. Era una excusa muy estupida ya que mi hijo era muy listo, pero esperará que la creyera.
-Yo no oí ninguna licuadora prendida- dijo cruzándose de brazos. ¿Ven? Se los dije, mi hijo no es cualquier niño, él parecía pensar como un niño más grande.
-Olvidemos esto y vayamos a comer, ¿te parece bebé?- dije besando su frente queriendo parar con todo esto si no queríamos que nos descubriera, este asintió resignado y se sentó en la mesa.
Me levante de ahí al igual que Christian, que camino hacia las escaleras.
Agradecía que se fuera, no soportaba mirarlo, no soportaba estar cerca de él.
-¿A dónde vas papá? Tú tienes que comer con nosotros porque somos una familia ¿no es así?- dijo Matt y gire para mirarlo sorprendida. Este miraba serio a su padre, yo ya no podía ver a Christian ya que la pared me impedía mirarlo.
Después vi como Christian se sentaba a lado de Matt y bufé.
Agradecí sarcásticamente a mi hijo, internamente.
Sabía que a partir de este instante todo se iba a tornar muy incomodo.
Serví los platos para todos y nos dispusimos a comer como la "familia" que éramos.
-¿Dónde está el cachorro, Matt?- dijo Christian mirando a nuestro hijo.
-En mi habitación, le deje agua y comida. Tenemos que elegir un nombre para él- dijo mirándonos repetidamente. Christian asintió frenéticamente.
-Qué les parece... ¿Darwin?- dijo Christian y Matt arrugo su frente en señal de disgusto. Christian soltó una carcajada.
-¿Qué te parece amor?- dijo Christian mirándome con una sonrisa. Maldita sea, odiaba que me dijera amor, hacía que las mariposas que estaban dormidas se levantaran al instante y revolotearan por todo mi estómago.
-No me digas así y ustedes elijan el nombre del perro- dije sonando lo más dura que pude. No quería tener nada que ver con ese perro, ni siquiera era mío, era de ellos dos y ellos tenían que elegir el nombre.
-Jennifer- me llamó Christian mirándome mal. Después miró a Matt como advirtiéndome que lo estaba lastimando.
Mire a mi pequeño y este me miraba dolido.
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Mi Sirvienta
Teen FictionJennifer Beadles y Christian Mackenly por fin están casados, por fin están unidos por el matrimonio formando uno solo. Un hijo, Mattew, fruto de su amor lo demuestra todo, demuestra el amor que se tuvieron y la decisión de entregarse el uno al otro...