Novela BL Estrella Roja Vol 2 Cap 21

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Capítulo 21


Destinado a morir parte 4


Aún recuerdo el frío que sentí cuando me quedé con la abuela y los perros en aquel invierno aterrador. Recuerdo que ni madre ni los abuelos, ni mis primos o mis amigos estaban cerca. En aquel momento era incomprensible para mi saber que estaba pasando y de hecho hasta ahora no hablo de eso con padre.


Su cara se llena de sombras todas las veces que le preguntaban sobre mi madre y no tenías que ser muy inteligente para comprender el por qué. Padre amaba a madre y parte de su intrincado ser murió el día en que ella lo hizo. Eso o en verdad estaba tan mal de la cabeza como siempre he creído que estaba, pero no era importante, nada podía ser tan importante como aquel frio o como la primera vez que maté a alguien o la foto de madre que padre guarda en su bolsillo izquierdo al lado del corazón y la culpa me invade pues realmente no recuerdo su rostro como antes... ha sido cada vez más difuminado, cada vez más alejado de mi presente y aún hoy me pregunto cuanta culpa me tocara seguir sintiendo pues lastimosamente ahora, eso es lo único que me queda, lo único que me acompaña en mi extraño camino y hay veces en las que creo que ha sido más fuerte que el amor, la pena o el olvido pero madre ha muerto y padre ha sobrevivido viviendo un eterno velorio y yo no me veo así. No pienso vivir aferrado a la maldición del recuerdo, la necesidad, la agonía o el suplicio.


Yo no soy tan fuerte y por eso estoy aquí, aún más culpable por admitir que realmente no creo en milagros. No creo que ambos vivamos un final feliz, una historia digna de compartir y en medio de mis alucinaciones su rostro viene y va, su mirada tímida cuando era amable con él, su expresión de éxtasis, aún ahora puedo saborear el sabor de sus labios y escuchar la sinfonía en la que se convertían sus gemidos, tanto como cuando los controlaba y cuando se dejaba de recelos y postergaciones y se entregaba libremente a un decadente destino: El estar en mi cama, retozando en mi regazo entregándolo todo, absolutamente todo a mi voluntad y ella... lo exigía pues lo quería cerca, lo quería posesivamente, casi con demencia. Lo admitía abiertamente, era incapaz de encontrar consuelo en otros brazos, en otros cuerpos, en la infinidad de cuerpos que desfilaron en mi cama.


Nadie era capaz de satisfacerme una vez que mi cuerpo había probado el suyo y el primer encuentro fue casi una premonición de este final incierto.


Me encontraba aburrido en una típica fiesta en las cuales uno busca la necesidad de liberación, por ende... sexo salvaje y ya pasada la noche y los tragos empezando a ser efecto, no era extraño ver a alguien o a la mayoría brindando sus técnicas para quien lo quisiera ver y como todos sabíamos a qué íbamos, el compartir y compartirnos era tan básico como la buena educación, el lavarse los dientes en la mañana o tomar un café.


Yo estaba sentado en el sillón de cuero negro más alejado del tumulto pero a mi alrededor gente buscaba excitarme, las insinuaciones iban y venían y yo, al no dejar de lado mi imperturbable expresión de pocker face, solo lograba excitarlos más y nuevamente lo único que podía ver a mi alrededor era una masa jadeante de brazos, cabezas y cosas que no me interesaba descubrir. Hombres o mujeres... a estas alturas de la vida era algo tan insignificante como vivir o morir, arrebatar la vida o desaparecer en la niebla de una noche fría, como un susurro suspendido y de pronto... mientras el wiskie recién servido chocaba traviesamente abrazando el hielo que se resistía a derretirse en "Mi vaso" e insisto "Mi vaso" y el de nadie más pues los únicos fluidos que comparto son en la cama y con quien yo quiera y como quiera. Ósea... "Mi vaso".


Cuando empezaba a lamentarme el haber venido y controlando las ganas de no golpear a los tíos que se estaban follando en el especio vacío del sillón mientras las chicas prácticamente compartían besos urgidos casi sobre mi... Lo vi entrar abrasado, del hijo de puta abogado, hijo de no sé quién, surfista estúpido. ¿Qué le tenía mala?. Obviamente le tenía mala pues el tipo tenía el deporte de acostarse con todas las personas con las que me voy a la cama... bueno... casi con todas... pues algunos y algunas han estado tan locos o mal de la cabeza que sé, que podrían terminar asesinándolo si él se les acercaba o les tocaba un pelo y no me quedaba más que sonreír a la distancia, cuando detrás de esa supuesta empatía, una bestia salvaje y brutal se asomaba cuando eran ligeramente interrumpidos... no es por nada pero los asesinos en su mayoría tenemos un no sé qué... No te nos acerques dice nuestra energía pero hay tanto masoquista en el mundo... y yo soy feliz pues mi naturaleza es Sadomasoquista y mi lado Sádico tiende a burlarse de mi lado Masoquista y esta noche aburrida, llena de alcohol y gemidito por aquí y gemidito por acá... nada me prendía y quería jugar con aquella muñequita de porcelana importada que ese imbécil empezaba a exponer casi como suyo... pero, yo sé que no le pertenece, solo está usurpando el título, se lo está robando a alguien. Yo he visto antes a la muñeca de porcelana importada yéndose con quien sea, con el primero que se le acercara y me alegra saber que su alma está llena de decadencia y hasta me parece divertido pero antes no me había atraído. No me atrae llevarme a alguien sin encanto o restricciones a la cama o a alguien que se le caiga los calzones al ver mi rostro pues juego rudo y alguien normal no podría sobrevivir en mi cama y no me calienta parar a medio camino o cuando empiezan a llorar o pedir que pare.


Me gusta amarrar, someter, restringir y a veces hasta colgar a la gente... se ven tan bonitos con las amarras rojas cubriendo su cuerpo, son como un precioso regalo de navidad y yo me emociono casi como un niño, sobre todo si hay una lagrimilla o un poco de sangre involucrada pero no a todos les gusta ver su cuerpo marcado y eso es una lástima... pero ya que la muñeca de porcelana tiene dueño usurpador, el robármelo en su cara será un placer inesperado en esta noche que se colaba por el desagüe y se iba a la mierda. Fue entonces que me paré del sillón, haciendo que los cuatro que técnicamente estaban sobre mi cayeran al suelo entre insultos e improperios, eso fue divertido, así que ya que mi noche estaba cambiando agarré "Mi vaso" y "Mi Wiskie" y camine hasta donde ese par se encontraba rodeado de otros tipos y tipas que ni me interesaba recordar el rostro, el nombre o la historia.


- ¿Qué mierda quieres ruso?- preguntó el imbécil... tenía mucha osadía para dirigirme la palabra. Yo no lo miré, desde que me paré y caminé hasta su encuentro, mi mirada estaba fija en la de la Muñeca de porcelana importada y todos se dieron cuenta, él se dio cuenta y agachó la mirada mientras el imbécil lo apegó más a su cuerpo, mientras esto, cada vez se ponía más divertido... Yo le di "Mis cosas" a "sabe Dios quien" y con una media sonrisa en los labios me paré frente a Muñeca de porcelana... él esquivó el esquivó mi mirada agachando el rostro, levanté una ceja aún con la media sonrisa dibujada en mi cara y muy gentilmente levanté su rostro. Solo eran diez centímetros de diferencia y eso era agradable pues no tendría que agacharme mucho para besarlo y hacerle de todo en el futuro y fue así, mientras tenía el puño sujetando del imbécil, que mis labios y mi impulso le arrebataron un beso y con la otra mano aferrándolo a mi cuerpo por su cintura. Al principio se negó un poco, tal vez por los nervios, tal vez por el exhibicionismo pero luego sentí a su lengua jugar con la mía antes de doblarle la mano al imbécil y esquivar golpes aún besando a la muñeca de porcelana que desfalleció en mis brazos cuando lo solté y casi cae al suelo por que las rodillas le temblaban. Lo aferré a mí, mientras miraba al imbécil aún adolorido en el suelo, pues... casi sin querer lo empujé y alrededor todo estaba en silencio... solo la música seguía a todo volumen pero las risillas, los gemiditos y el griterío había parado y solo la expectación albergó a cada uno de los presentes... Esa fue la noche, la primera noche de nuestro encuentro... Yo lo había reclamado como mío y me lo llevaba frente a todos como cuando un animal salvaje se lleva a una presa frente a los de la National Geographic.

Estrella Roja Vol 2Where stories live. Discover now