Estrella Roja Vol 2

Novela Bl Estrella Roja Vol 2 Cap 26

Capítulo 26

Destinado a morir parte 9

El francés levantó una ceja y volvió a mirarme fijamente. En aquella primera página se detallaba los estados de cuenta y claves secretas de diferentes cuentas privadas en el extranjero sin nombre, solo un código y muchas más claves y en un vistazo rápido era mucho, mucho, mucho dinero... el francés se pasaba la mano derecha sobre la barbilla mientras procuraba no decir palabra alguna, al menos eso era lo que esperaba pero como iban las cosas sería imposible una vez que él viera las fotos que yo no terminé de ver... él francés tomó las fotos y sus cejas se iban levantando cada vez más y Oh la lá salían de su boca con la misma facilidad con la que yo levantaba una ceja y ponía los ojos en blanco. Sería inútil... hasta que de pronto llegó a la foto en la que yo me había quedado y seguimos mirándolas juntos, en el cual el ultimo patrón eran Serjei y un hombre de cuando el niño princesa era joven... era como él diablo, no había envejecido absolutamente nada y el niño princesa apareció en una casa de playa y la siguiente foto... el niño princesa entrando al mar completamente desnudo y luego alguien sacándolo del mar. No sé venía bien quien era pero definitivamente no era el tipo con un pacto con el diablo, era un tipo grande en tamaño más no en corpulencia y con el cabello negro y largo, muy largo, tanto así que en un principio pensé que era una chica pero al sacarse la ropa para ir a rescatar al niño princesa... no tenía pechos... definitivamente no era una chica... realmente nunca voy a entender que pasa con la humanidad y el rumbo que está tomando porqué una cosa era darle respiración boca a boca a alguien y otra es casi robarle las pocas fuerzas que tenía al niño princesa al recuperar la conciencia con un beso. La siguiente escena era confusa, el tipo que había hecho un pacto con el diablo por no envejecer y el chico de cabello largo hablaban rodeados de guardaespaldas y por último el tipo que había hecho el pacto con el diablo para no envejecer recibía un disparo en la cabeza en frente del niño princesa que estaba como ido, lo tenían vestido con un hermoso kimono negro con flores pequeñas y rosas... me recordaba tanto a la película esa de Memorias de una Geisha que obligue a ver a Serjei cuando le dieron tres balazos por proteger a un cliente de cabello negro cuando se le dio por ser un buen ciudadano y se puso a trabajar de guardaespaldas y fue entonces... solo entonces que todo se aclaró frente a mí y los hilos de esta extraña madeja empezaban a desenredarse frente a mis ojos pero esta información no se la diría a nadie, lo más probable es que muera conmigo pero nadie tenía que saber que aquel tipo era el hijo de un mafioso asiático que Serjei protegía y aparentemente eran de la misma edad y esto solo significa que todo era un drama pasional del hijo de un mafioso que protegía Serjei... y que más daba, ahora que acabo de recordar esto, me doy cuenta que nunca, ni por un momento salió del lado oscuro y eso me genera una insana sensación de sentimientos encontrados.

Fue en aquella época en la que se unió con los asiáticos y aparentemente se quedó con ellos en lealtad pero nunca me hubiera imaginado y nunca se me dijo el motivo por el cual Serjei recibió tres balazos y lo dieron por muerto en Hong-Kong... esa vez pude llegar rápido porqué me encontraba en Tailandia, tenía la orden de matar a un Japonés que iba a Tailandia a encerrarse en un Hotel con niños pequeños y Ladys boys... lo estaba siguiendo desde hacía tres meses, recolectando información y casi estúpidamente infiltrándome en su rutina... pero el disparo que le di atravesándolo me supo a gloria cuando salvé a un niño de tres años de ser violado por ese hijo de puta pero lo malo de todo aquello es que no puedo asegurar que aquel niño se mantenga a salvo, era hermoso y de rasgos mixtos, aparentemente lo habían robado de Camboya y su padre sea tal vez otro occidental que va a hacer turismo sexual pero no podía hacer nada por él, excepto dejarlo al cuidado de unos conocidos y mandar dinero mensual para él, obviamente con pruebas de que estaba bien pero no confió en los asiáticos, ni en la gente de buen corazón o buena voluntad. Hay algo en ellos que simplemente no termina de gustarme.

Mijaíl y el francés se quedaron hasta muy tarde leyendo y organizando toda la abalancha de información que ahora tenían y tenían que hacerlo y rápidamente se dieron cuenta que las personas con las que se estaban metiendo eran gente peligrosa y nuevamente aquel presentimiento de que el mañana era algo incierto, de que era mejor dejar todo organizado para cuando él faltara y no solo lo hacía por Serjei y su princesa, si no por ese niño que ahora y sin saber por qué ocupaba sus pensamientos, tal vez, solo tal vez fuera la intranquilidad egoísta de cometer prácticamente suicidio y dejar a alguien que prácticamente dependía al cien por ciento de él.