Cap 30
Destinado a morir parte 13
La muerte no era tan mala como siempre te hacían creer. Ya no había dolor, no había angustia, no había recuerdos, no había nada.
Poco a poco todo mi yo iba borrándose, eso llamado conciencia iba desapareciendo en una respiración, en una exaltación y mi cuerpo... al no tener uno, no importaba más, ni el género, ni el dolor, ni el olvido. Ya no era importante porque uno dejaba de ser un ser aislado y hasta desolado, uno pertenecía a un todo y ese todo pertenecía a uno y aunque no pude ver a mi mamá y mis antepasados, tampoco era tan malo pues al empezar a olvidar el dolor por su perdida, este también iba menguando.
Fue hasta extraño ver al desconocido que me había ultrajado cruelmente brindarme primeros auxilios, RCP y me asqueó que me diera respiración boca a boca, a un cuerpo rígido ya sin rastros de sangre o fluidos pero inerte y con los labios y los parpados morados. Yo, solo estaba esperando esa luz o alguien que viniera por mí, tal vez no había sido tan buena persona para que mis antepasados vengan por mí pero quería irme lo más pronto posible a algún lugar lejos de ahí... pronto, lo más pronto posible me dije casi en lamentos pero de pronto fui absorbido hasta mi propio cuerpo donde nuevamente todo se volvió nebuloso, violento y oscuro.
Lo siguiente que supe fue que recuperaba y perdía la conciencia. Lo demás eran solo sonidos de olas, náuseas y el movimiento constante del barco, hasta que no sé después de cuánto tiempo una tormenta cayó sobre nosotros, era como si el cielo y el mar reclamaran mi cuerpo, el que había sido entregado por voluntad... era como si mi destino por fin estuviera reclamando por mí y si hubiera podido habría reído a carcajadas pero era imposible, aún no estaba en mis cabales y la violencia con la que se movía el barco imposibilitaba a mi mente el poder estabilizarse.
Me levanté de la cama, tenía mucho calor y estaba con una camiseta y unos boxers que no eran míos pues mi ropa desgarrada había desaparecido y yo mismo no podía ver mi cuerpo frente al gran espejo en la puerta del ropero y de un momento a otro simplemente me era imposible estar a gusto con la masa de carne en donde mi espíritu se había refugiado.
Mis pasos nuevamente me llevaron hasta el pasillo, mientras tambaleándome y aferrándome caminé en medio de la confusión sosteniéndome a las paredes, cuando subí a duras penas, lo que vi superaría todas mis expectativas... el cielo en verdad parecía estar cayendo sobre nosotros, el viento corría tan fuerte que me impedía salir complemente a cubierta, las olas eran gigantes y amenazaban con hundirnos en cualquier momento mientras el cielo se cubría de rayos y truenos y una nueva sensación de miedo me invadió, simplemente quería volver a la cama y olvidar o esconderme de la naturaleza y su siempre intempestiva manera de demostrarnos su real fuerza y no estar parado a la mitad como todo en mi vida, asustado y mojado, con frio, con tanto frio que entraba hasta mis huesos y fue cuando lo vi... al tipo que había hecho conmigo lo que había querido, aferrado al timón del barco, concentrado completamente en lo que hacía, una oportunidad perfecta para mi... demasiado perfecta pero algo en su mirada, algo en su forma de mirar el cielo y lo casi inevitable impedía que pudiera apartar mis ojos de él pues era como si estuviera luchando contra su destino, con su evidente destino... el morir junto a mi como castigo por su ultraje, era como si le importara la nada misma y la resignación no formaran parte de sus palabras y de pronto me sentí muy solo y triste, aquel hombre era todo lo que yo quería ser y no había más excusas, mas odio, simplemente resignación... no había más motivos que el reconocimiento de mi propia incapacidad, de mi propia inferioridad. No era digno, nunca fui digno y por eso nunca fui capaz de encontrar las respuestas a mis propias preguntas y ahora ya no era digno ni de mi propio cuerpo, ahora le pertenecía a él, al hombre que peleaba contra la misma naturaleza, contra el mismo poder de Dios o aquella entidad que era superior a nosotros y podía hacer con mi cuerpo lo que quisiera...
Tambaleándome bajé nuevamente y fui lo más rápido que pude al baño en el camerino y vomite mis penas, mis rabias y frustraciones, mientras me di una ducha limpiando muy bien mi cuerpo, me sequé y me metí nuevamente en la cama para esperar la resolución de mi destino.
YOU ARE READING
Estrella Roja Vol 2
RandomContinuación de Estrella Roja... En este vol se incorporan nuevos personajes y se van desenmarañando la vida de nuestros queridos personajes... Novela BL algo hard, algo cruda, algo desequilibrante.