Me dediqué a perderte

Capítulo seis

Esto no podía ser verdad. Los test tenían dos rayitas, eso significaba positivo, mierda.

-¿Y ahora qué voy a hacer?- dije alterada.

-Elizabeth, calmate-dijo Sara acercándose a mi.

-¿¡Cómo mierda quieres que me calme!?- le grite-¡Estoy embarazada de mi ex esposo, Joder!

-¿Qué harás con el bebé?- preguntó Sara.

-¿Cómo que qué haré?-pregunte ofendida- Lo tendré por su puesto-

Siempre quise ser madre. Este no era el mejor momento para serlo pero mi bebé no tiene la culpa. Acaricie mi barriga, había una vida creciendo  dentro de mi, sonreí.

-¿Se lo dirás a Cameron?- preguntó Sara ,dejé de acariciar mi barriga, la miré y luego bajé mi vista hacía mi barriga nuevamente.

-No lose...- dije caminando hacía la cocina.

-¿Como que no sabes?, el es el padre. El no me cae bien, es el rey de los idiotas, pero aún así, no le puedes ocultar una cosa así- dijo siguiendome. Me di  la vuelta para mirarla.

-Tu no lo conoces Sara, si yo le digo  va a decir que no es de el- dije con los ojos cristalizados. No podía soportar la idea de Cameron diciéndome eso.   Me apoyé el la mesa que había en la cocina.

-Inténtalo- dijo Sara colocando sus manos en mis hombros. La miré y asentí.

-Lo intentaré- dije y limpie las lágrimas que salían de mis ojos, no sabía si eran de felicidad por estar esperando un bebé  o de tristeza por Cameron y por lo que me podía llegar a decir.

-Bueno, ahora debes comer por dos- Sonreí al escuchar eso.

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Cuando Sara se fue quede de verme con Steven en un restaurante.
  Entre al lugar y lo vi a el. Este al verme sonrió. Pedimos la comida y luego de veinte minutos llego.

-¿Ya no te sientes mal?- dijo.

-Estoy bien... hay algo que quiero contarte- dije jugando con mi comida.

-Dime, soy todo oidos- dijo bebiendo su vaso de agua. mirándome fijamente.

-E-estoy  embarazada- dije. El al escucharme se atragantó con el agua que estaba tomando y empezó a toser. Cuando terminó de toser me miró fijamente y luego soltó una carcajada.

-Es una broma¿no?-preguntó luego de dejar de reír.

-Claro que no es una broma, esto es enserio-

-¿De quién?- preguntó serio.

-¿Para qué preguntas si ya sabes la repuesta?-dije cruzando los brazos.

-No puede ser...-susurró- ¿Sabes que significa esto?-Negué- Si le dices, el te dará la mitad de sus bienes-dije con una sonrisa victoriosa.

-¿¡Crees que voy a usar a mi bebé para sacarle todo a Cameron!?- grité, algunas personas que se encontraban en el restaurante me miraron.

-Lo siento Elizabeth- dijo Steven.

-Como sea, me voy- me levanté de la silla, agarré mi bolso dispuesta a salir-
Adiós.

-Elizabeth, no te vayas, lo siento por lo que dije.- Solté un suspiro y me senté nuevamente. Pasaron diez minutos sin que ninguno de los dos hablará.

-¿Se lo dirás?-preguntó rompiendo el silencio.

-Si, mañana iré a su oficina- dije cortante.-no se como lo va a tomar-dije baje la vista hacía mi plato de comida.

-Sabes que me tienes para lo que necesites,¿verdad?-dijo acariciando mi mejilla, okey esto se está poniendo incómodo, pensé.

-Si, lo se, y te lo agradezco muchísimo-

Ya eran las ocho de la noche, me había quedado todo el día hablando con Steven, la verdad me cae muy bien.
  Llegué a mi casa, me di una ducha y luego me acosté, se que son las ocho pero estoy muy cansada.
   Mañana iría a la oficina de Cameron, estoy muy nerviosa, no se cual será su reacción y que me dirá. Acaricie mi barriga hasta que me quedé dormida.