Capítulo treintaidos

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Elizabeth bajó de su camioneta rápidamente, sin cerrar la puerta del auto. Entró a la enorme casa sin tocar. Miró para todas partes pero no encontro a nadie.

-Disculpa- escuchó detras de ella, dio media vuelta y la vio, a esa maldita zorra, la que le había puesto una mano encima a su amado hijo.- Puedo ayudarte en algo?- dijo cínicamente

Elizabeth se fue acercando a ella

-Tu, miserable...- se le acercó tanto como le fue posible- Le pusiste una mano encima a mi hijo-

-Ah, eres la madre de ese mocoso- dijo mirandola de arriba a abajo

-Vuelve a llamarle mocoso y te juro que...

-¿Que harás?- 

-Le dire a Cameron con la clase de mujer con la que esta saliendo y luego te dare una paliza de la que no te olvidaras en tu puta vida-

En ese momento entra Cameron 

-Elizabeth, que haces aquí- preguntó extrañado 

- Yo me preguntaba lo mismo amor- dijo Barbara y fue al lado de su novio

-Eres una cínica- exclamó Elizabeth- Tu maldita novia le puso la mano encima a mi hijo-

-¿Que?- dijo Cameron- Pero que absurdo, Barbara jamas haria eso.

-Ah no?, pues preguntale

Cameron la miro esperando una respuesta por parte de ella 

-Jamas sería capas de hacer algo asi, tu me conoces Cameron- dijo poniendo cara de perro triste-Ella solo dice eso por que no soporta que tu la hayas olvidado.

-Claro que te conosco, y se que no eres capas de hacer algo tan moustroso-

Esto debe ser una broma, penso Elizabeth.

-No me crees?, jamas te mentiria con algo asi, Cameron- El se quedo callado- Si no haces algo al respecto juro que te sacare la tenencia de Jason.

Dijo, salió y se subio a su camioneta lo mas rápido que pudo para volver con su amado novio y su hijo.

Al sonar la puerta, Adam corrió hasta esta.

-Dime que no cometiste una locura- le dijo

-No, estuve apunto pero llego Cameron- dijo sacandose la chaqueta-Puedes creerlo, decidió creerle a esa mujersuela antes de creerme a mi, que soy la madre de su hijo, dice que  hago esto por que no soporto verlo con alguien mas-

Luego de un silencio incomodo Adam hablo

-Y eso es verdad?

-Ay por favor Adam, como puedes decir eso, sabes muy bien que lo único que siento hacia el es odio- se acercó a el- Yo solo te amo a ti-

-Si, lo se amor, es solo que...-

-Mamá- Elizabeth se dio la vuelta-Fuiste a la casa de mi papá?

-Si mi amor fui, para hablar con el-

Habían pasado dos semanas, Cameron seguía sin creer en la palabra de Elizabeth, pero le dijo que iba a estar todo el fin de semana pegado a el para que ella no se preocupara, lo cual no ocurrió.

Jason estaba jugando cerca de la escalera con algunos autitos que su padre que había regalado.

-Te dije que cierres tu maldita boca, y no me hiciste caso- Dijo barbara detrás de el.

-Lo siento Barbara, no volvera a ocurrir- dijo el pequeño asustado

-Claro que no volvera a pasar, yo misma me encargare de eso- Dijo y le agarro el brazo tan fuerte como pudo dejandole una marca en este.

-Me duele- sollozo Jason

Barbara lo acercó hacia las escaleras y lo empezó a zamarrear mas fuerte

-Pequeño escuincle, vas a aprender a no abrir la boca- dijo y lo empujo contra las escaleras. Y se quedo ahi, parada, viendo como el pequeño rodaba hasta abajo hasta llegar al último escalón y luego se encerró en su habitación como si nada hubiera pasado.

Me dediqué a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora