Capitulo treinta

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Jason y su padre habían ido por un helado, quería compensarlo por haber llegado tarde a recogerlo. Luego de un pequeño paseo por el parque llegaron a su gran casa. Cameron lo ayudo a bajar y luego se adentraron a la casa.

-Por fin llegas, te estuve esperando- Dijo Barbara, la novia de Cameron.

-Lamento el retraso, fui a dar un paseo con mi...-

-No me interesa- dijo ella y luego volteo su vista para ver al pequeño, quien estaba parado en la entrada.

-¿Por que lo tienes que traer?- dijo enojada- Sabes que no me gustan los niños

-Es mi hijo, tiene que estar conmigo

-Como sea- volteo los ojos- Jason, amor-Diji sinicamente- ve con Doris a tu cuarto, tu papá y yo tenemos que hablar

Doris, la ama de llaves.

-Ven pequeño, vamos a jugar- Susurro doris, que ella trataba amablemente a Jason, no como su madrastra.
   El asintió, agarro su mano y subió las escaleras.

Barbara los vio subir las escaleras asqueada, Cameron al verla dijo:

-No entiendo por que no lo quieres, es un niño dulce y muy bueno- dijo quitándose la chaqueta y sentándose en el sillón.

-No lo quiero por que es algo que te pertenece, a ti y a su maldita madre- dijo sentándose en sus piernas

-No hables así de la madre de mi hijo

-Lo siento bebé, pero el echo de que tengan algo en común hace que me hierba la sangre.

-No tienes nada de que preocuparte, no tengo nada mas con ella que no sea Jason- dijo y la beso ferozmente.

Elizabeth y Adam pasaron el fin de semana como siempre, acostados entre besos, abrazos y caricias.

-Te amo- dijo Adam besando sus labios.

-Y yo a ti - respondio ella

-¿Sabes?, la casa se siente tan vacía sin Jason- dijo Adam

-Lose, ya lo extraño-

Jason estaba cenando en la cocina con Doris, a Barbara no le gustaba que coma en el mismo lugar que ella y Cameron había salido por asuntos de trabajo, y por si se preguntan, esto pasa solo cuando Cameron no esta para proteger a su querido hijo.
Barbara entro a la cocina luego de terminar de cenar, paso al lado de Jason y tiro su vaso con jugo, derramandolo  por todo el suelo.

-Mira lo que hiciste mocoso- exclamó

La ama de llaves vio como ella derramó el jugo pero no dijo nada, sabia que si abría la boca perdería el empleo.

-Yo no lo derribe- susurro Jason

Barbara agarro su brazo con fuerza y lo tiro contra el suelo

-Ahora mismo quiero que limpies esto que acabas de hacer mocoso, y mas vale que no le digas ni una palabra de esto a tu padre, si no date por muerto- amenazo, luego miro a Doris- Y mas vale que tu tampoco abras tu maldita boca- Dijo y salio de la cocina.

Cuando salio, Doris corrio y se puso a la altura del niño quien estaba llorando

-No te preocupes, yo lo limpio-

Levanto al niño con cuidado del suelo, limpio cada una de sus lagrimas y luego lo acostó.

Barbara en multimedia

 

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