Capítulo dieciocho

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Faltan tan solo unos días para que mi bebé este conmigo.

Pasaron dos meses.
Estos meses se pasaron muy rápido, mi panza esta que explota.

-Amor- miré atras y me encontré con Adam, su ropa estaba manchada con pintura.- El cuarto esta listo, cierra los ojos- sonreí, cerré los ojos. Adam me tomó de la mano y me guío hasta la Habitación.

-Abrelos- dijo cuando llegamos. Abrí los ojos.

Me quedé pasmada al ver como había  quedado la habitación. Adam se ofreció a pintar y a decorar la habitación.
Estaba hermosa, en una de las paredes había una jirafa y un león pintadas. En una esquina estaba la cuna con peluches, en el otro extremo había un cofre con muchos juguetes.

-Adam- me tiré en sus brazos- Esto es realmente hermoso, te lo agradezco mucho-

-De nada princesa- me abrazó y me dio un beso en la frente.

Tomé su rostro entre mis manos y lo bese en los labios.

-Te amo, Elizabeth- sonreí.

No le podía decir te amo, lo quiero mucho, es muy bueno conmigo. Pero aunque me duela decirlo, sigo amando a Cameron, aunque sea un completo imbécil.

Abracé a Adam nuevamente.

-Gracias- sonreí.

-No tienes que agradecer- dijo Adam.

-Claro que si- dije- Estos meses hiciste muchas cosas por mi bebé y por mi-

-Sabes que lo hago con mucho gusto- hizo una pausa- Te amo, y tambien al bebé, aunque no sea mío- dijo- lo cuidaré como si lo fuera-

Unas cuantas lagrimas saliero de mis ojos. Me emocionada tanto.
Adam se arrodilló y beso mi vientre, que estaba enorme por cierto.

Como deseaba que Cameron estuviese aquí, que el toqué mi barriga y que me diga que me ama, pero todos sabemos que eso no pasará.

  Salí de la habitación de la mano con Adam y nos sentamos en el sofa a ver la televisión.

Narra Camero:

Estos meses han sido una tortura, quiero estar cerca de Elizabeth y de mi bebé. Ella esta con el maldito de Adam.
El detective que contrate me dijo que en alguno de estos dias mi ex esposa traerá a mi hijo al mundo.
  
Sigo en Argentina, por ningún motivo me muevo de aquí. Estoy en la habitación del un hotel, viendo fotos de Elizabeth de la semana pasada, Dios tiene la panza enorme, pensé.
  Tengo que arreglar las cosas con ella de algún modo, quiero estar presente cuando mi hijo nasca.

Tomé la decisión de ir a su apartamento. Su mamá a esta hora esta trabajando, debe estar sola.
Salí del lugar, me monte en mi auto y me dirigí hacía allá.

Narra Elizabeth:

Estaba comiendo en el sillón con Adam a mi lado.
Escuchó el timbre del apartamento.

-Que raro- dije mirando la puerta principal- no esperó a nadie-

-¿Quieres que valla yo, amor?- dijo Adam.

-No te preocupes- sonreí y me fui hacia la puerta.

Al abrirla mi sonrisa se borró, era Cameron. El me miró y luego bajo su vista a mi barriga y sonrió.

-Te deje muy en claro que no quiero verte mas- dije enojada.

-No puedes alejarme de mi hijo-dijo- Déjame entrar, necesitamos hablar-
Quiso pasar pero lo detuve.

-No tenemos nada que hablar, no quiero que estés cerca de mi bebé- Le iba a cerrar la puerta pero el puso su pie para detener la puerta.-¡Vete maldita sea!- exclame.

-¿Qué pasa amor?- apareció Adam. Miró a Cameron y su mandíbula se tenso.- Tu eres el maldito que la abandonó-
Se acercó a el rapidamente, pero lo detuve.

-Eso que llevas dentro de tu vientre me pertenece- dijo Cameron ignorando a Adam- Mi sangre corre por sus venas.-

-¡Con que derecho lo dices maldito!- exclamó Adam acercándose a Cameron aún mas.

-Soy su padre- Cameron se fue acercando también, lo único que se interponia entre ellos dos era yo.

- Yo seré el papá del niño- dijo Adam- Estuve todo el tiempo con el, viendo como crecía en el vientre de su mamá,  cosa que tu- lo señalo- no hiciste!.

La cara de Cameron estaba roja de la furia.

-Te mataré bastardo- dijo Cameron entre dientes.

-¡Ya basta!- grité. En ese momento sentí un líquido descender por mis piernas, abri muchos los ojos y miré a Adam, que también estaba como yo. Miré a Cameron.

-Rompí bolsa- dije aterrada.

-Oh dios - escuché susurrar a Cameron.

Mi hijo venía en camino.

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Muchisimas gracias, encerio!

Perdón por no actualizar antes.

Gracias por leer "Me dediqué a perderte"

Me dediqué a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora