Capítulo Cuarentaicinco

13.1K 605 41
                                    

La puerta había sonado. Somnoliento se levantó preguntándose quien seria. Al abrir la puerta se sorprendió al ver a su amigo Adam, parado ahí, con una cara de que había pasado la peor noche de su vida, y si ,la verdad lo fue.

-Siento molestarte a esta hora, es que no tenia a quien mas recurrir.

-No me molestas amigo- se hizo a un lado para que entre- ¿Pero que te trae por aquí, a esta horas?

-Elizabeth

El ya sabía sobre su plan de pedirle matrimonio a ella. Lo miro apenado.

-Amigo lo siento tanto, pensé que iba a aceptar ser tu es...-

-Me engaño- hizo una pausa-con su ex esposo

Carl abrió los ojos sorprendido,no se esperaba eso. Mucho menos fe ella, quien se veía una persona amigable y confiable.

-Carajo, lo siento tanto- dijo haciéndose a un lado para que Adam entre.

-Me rompió el corazón, Carl- los ojos de Adam estaban rojos- no sabes lo mucho que me duele su traición-

-Yo... nose que decirte- dijo sentándose a un lado de el. Poniendo una mano en su hombro.

-No hace falta que digas nada

Carl miro a su alrededor y dijo

-Puedes quedarte el tiempo que quieras

Adam miro e hizo una mueca

-Gracias amigo, mañana iré a buscar mis cosas

-¿Quieres tomar una cerveza?

Adam negó con la cabeza

-Descuida Carl, estoy bien,solo quiero dormir, olvidarme de este amargo trago- hizo una mueca

Carl asintió, trajo una almohada y unas sabanas para que Adam se acomode en el sofá cama que se encontraba en la pequeña sala. Carl se.retiro a su habitación y Adam se acostó. No pudo conciliar el sueño, estaba demasiado triste, triste y enojado, estaba demasiado arrepentido de todo, de confiarle su corazón y su amor a una mujer, una mujer que no supo valorar eso.

Elizabeth tampoco pudo conciliar el sueño, estuvo toda la noche despierta con la esperanza que adam vuelva y así explicarle lo sucedido. Pero no, no volvió, y el no saber donde estaba la preocupaba mas y mas.

Esto que paso, la ayudo a darse cuenta, que a quien amaba realmente era a Adam; había olvidado a Cameron, no sentía mas amor por el. Pero era en vano, adam no querrá volver y no querrá escucharla.
Elizabeth miro su reloj, eran las 6 de la mañana, el sol empezaba a asomarse por la ventana de la sala.
Decidió ir a acostarse un rato, aunque no dormiría nada, lo intentaría al menos.

-Mami...- escucho- Mami...

Se despertó de un salto y vio a su hijo parado con su pequeño oso, un oso color blanco que Adam le había obsequiado.

-Perdón cariño,me eh quedado dormida

-No pasa nada mami- dijo subiéndose a la cama junto a ella. Elizabeth tomo su celular entre sus manos, eran las nueve de la mañana; había dormido tres horas.

-¿Quieres cereal?- pregunto

-¡Si- exclamo el niño

Elizabeth se froto los ojos y se levantó lentamente de la cama. Tomo a su hijo en sus brazos, quien a sus 6 años todavía estaba liviano.

Llegaron a la cocina, apoyo a su pequeño hijo en la lacena, saco leche y empezó a prepararle el desayuno.

-¿Mami?

Me dediqué a perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora