La idea de estudiar en un internado, no era de mi total agrado. Mamá decía que era una gran universidad y enseñaban muy bien. No tuve mas reparos que aceptar, aunque en realidad, no estaba de acuerdo. Y más sabiendo que ahí estudia mi primo, un pesado de lo peor. Michael Ronda, se llama, hace tiempo no lo veo, desde que se fue a estudiar ahí.
Mamá me ayuda con las maletas hasta llegar al aeropuerto. Veo sus ojos mojados pero rápidamente, al percatarse de que la veo, se los seca y forma una sonrisa forzada. Sonrió para evitar llorar. Dan el último llamado para abordar el avión, suspiro profundamente.
—Nos veremos pronto hija — comenta ella acariciando mi mejilla — comportate bien, te estaré llamado.
—Te voy a extrañar mamá — respondo abrazándola.
Seco un par de lágrimas que se han escapado y camino hacia el avión. La aeromoza recibe mi boleto y después de confirmar que todo esta en orden, por fin puedo subir. Le doy una ultima mirada a mi madre y subo.
Acomodo mis cosas en el equipaje de porta mano y tomo asiento al lado de la ventana. Esperó unos minutos antes de que el avión despegue, siento un poco de nervios cuando lo hace aferrándome al asiento de al frente.
Respiro profundo, los viajes aéreos no son mis preferidos, y más si hay turbulencia, grito como loca. Prefiero mil veces los terrestres.
No recuerdo cuanto tiempo habrá durado el viaje, ya que me dormí a los pocos minutos que despegara. El avión aterriza, tengo algo de nervios, es mi primera vez en esta ciudad, y para ser realistas, no se ni donde estoy parada.
Según lo que dijo mi madre, mi tía estaría esperándome para guiarme hacia el internado. Mi tía, una mujer muy carismática, dispuesta a alegrar a cualquier persona que lo necesite, aunque no la veo seguido, le tengo mucho cariño.
Recojo todo mi equipaje correspondiente, bajo del avión y con la mirada busco a mi tía. Cuando nuestras vistas se encuentran, ella corre hacia mí y me brinda un fuerte y cariñoso abrazo.
—Mirate, pero grande estas. Tu mama que ha contado muchas cosas sobre ti — dice ella recogiendo mi equipaje. — el internado queda cerca. Ahora vamos para allá.
—Si, en realidad, no hay mucho problema con eso — respondo seca.
Me guía hasta una linda camioneta color gris. Coloca las maletas en la maletera y sube a mi lado, enciende el auto y empieza a conducir. Pone música de fondo, una buena canción de Rock, me gusta ese género. Miro por la ventana los autos pasar, las calles son bonitas, el clima esta cálido y no hace mucho frío.
Llegamos como a una escuela, pero más grande. Los nervios se apoderan de mí empezando a mover mis manos.
Mi tía se da cuenta, por eso, toma mi mano mostrándome seguridad ante todo. Le sonrió y empiezo a caminar hasta la entrada, varios chicos voltean a mirarme, y unas chicas empiezan a murmurar entre ellas. Nos dirigimos hasta la dirección de la universidad, pedimos mi horario de clases así como el número de mi habitación.—Bueno, hasta acá no mas podré acompañarte. Si necesitas ayuda busca a Michael, él te podrá ayudar — besa mi mejilla y pasa sus dedos por mi cabello.
—Claro no te preocupes, estaré bien — digo sonriente mostrando despreocupación.
Veo como ella sale del intentado dirigiéndose a su camioneta. Vuelvo a respirar. Camino por los grandes pasillos, pero no logro orientarme.
—Por fin, 450 — digo suspirando cuando llegó a la puerta de la habitación.
Introduzco la llave y la abro. De inmediato un montón de globos y serpentinas vuelvan por los aires. Una chica castaña sale detras de la puerta con una gran sonrisa en el rostro.
—¡Sorpresa! — grita la chica emocionad. Yo solo frunzo el ceño confundida — Soy Carolina, tu nueva compañera de cuarto.
—Un gusto, soy Karol. — estrecho la mano y Caro la toma — ¿Que significa todo esto? — digo refiriéndome ha los globos y eso.
—Ah, quise prepararte una sorpresa. Cuando me entere que tendría una nueva compañera y que venia hoy, no vi mejor oportunidad.
—Sí que me sorprendiste — reímos.
Carolina me ayuda a acomodar todas mis cosas en mi espacio correspondiente. Al cabo de un rato, después de que todo este completamente ordenado, decidimos salir a conocer mejor el lugar, bueno, yo insistí en que lo hiciera.
Cuando llegamos al parque, rodeado de arboles y flores. Un grupo de chicos se encuentra reunidos, parecen enfrentados, me acerco para poder observar mejor.
¿Pero que rayos...? ¿Que hace Michael ahí? Me cruzó de brazos y lo miro fijamente, al frente de él hay otro grupo, delante de ellos está un chico castaño y de cabellos castaños. Gracias a la luz del día puedo observar sus ojos cafés. Seguramente noto que lo miraba, ya que por unos segundos sus ojos se encuentran con los mios. Es un chico alto, viste una casaca de cuero con un pantalón negro, bastante atractivo.
—Sal de acá — me ordena mi primo agarrando mi brazo y tirando de mí para que camine. — ¿Por que mierda no me avisaste que venias hoy? — dice soltandome.
—¿Que hacías ahí a punto de pelear? — cuestiono cruzando los brazos.
Silencia por algunos minutos — soy el jefe de un grupo ¿Contenta?
—¿grupo? ¿Te estas refiriendo a una pandilla escolar? — asiente cabizbajo.
—¡Carolina! — grita y de inmediato ella se acerca — lleva a karol a su cuarto, y que por favor no salga de ahí hasta mañana.
Ella asiente y me mira para que la siga. No tengo mas remedio que aceptar, fulminó con la mirada a Mike y empiezo a caminar. Metros mas allá, veo al chico castaño observándome, al percatarse que lo estoy mirando, finge mirar hacia a otro lado y hacerse él disimulado. Sonrió mientras camino.
Por lo visto, muchas cosas nuevas me esperan en este internado. Cosas que espero asimilar.
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Bueno, primero decir que perdón por las incoherencias o faltas de ortografía que irán encontrando. La novela se encuentra en proceso de edición, esta fue la primera que hice y todavía estoy aprendiendo. Sin más que decir, gracias por darle una oportunidad y ojala sigan leyéndola ♡
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1| El Chico Malo |Ruggarol|
FanfictionCuando Karol Sevilla es trasladada a un nuevo internado, tendrá que luchar con distintos obstáculos como la sobre protección de su primo Michael Ronda, quien lidera una pandilla escolar prohibiéndole poder acercarse al bando rival. Los problemas emp...