1| El Chico Malo |Ruggarol|

7: ¿Que foto?

— Tú no me mandas — reprocho dando un golpe en el suelo.

Michael me mira con indiferencia, le da igual el berrinche que planeo empezar hacer. Y no me importa que las dos chicas estén acá presente.

—Karol, soy tu primo mayor, exijo respeto — escucho una ahogada risa que rápidamente es retirada — no tienes nada que hacer en esa fiesta.

—Disculpa pero...— interviene Valentina colocándose a mi lado — esa fiesta es para toda la facultad. Y no veo nada de malo de que karol asista, es joven, tiene todo el derecho de divertirse.

—Tú ni te metas rubia — advierte él señalándola con el dedo índice. — todos aquí sabemos la reputación escandalosa que tienes.

Valentina pone los ojos en blanco y hace movimientos con su mano tratando de imitarlo. Esto resulta gracioso.

—Iré, o en todo caso, llamaré a mi mamá, ella es la única que puede decirme si voy, o no — le digo colocando ambas manos sobre mis caderas, una posición amenazante.

Él revuelve su cabello y sin decir nada más, sale de la habitación. Me apresuro en echarle seguro a la puerta para evitar otra visita inesperada.

—Muy bien hecho — me felicita Valentina con una sonrisa traviesa en el rostro — ese chico necesita algo de corrección de vez en cuando, suele creerse el jefe de todos.

—Yo no pienso de esa manera. — rápidamente ambas volteamos a ver a Carolina, quien habla cabizbaja sentada desde la cama — no lo deberían tratan así, él solo quiere protegerte, karol — me mira— eres su prima menor. Aparte, que en todas las fiestas, se pueden sufrir riesgos.

—Yo sé cuidarme. Michael desde siempre ha exagerado — contesto soltando un suspiro.

Valentina mira con indiferencia la escena. Pone los ojos en blanco y finje mirar hacia otro lado.

—Bueno, yo me tengo que ir — dice finalmente abriendo la puerta — que descansen, mañana iremos por los disfraces — guiña un ojo antes de salir.

Nuevamente vuelvo a suspirar. Volteo a mirar a Carolina y le hago un gesto de sueño, ella de inmediato entiende y asiente para que podamos ir a dormir.

(...)

—¿De verdad esta todo bien? — replica una vez mas mi mamá, mediante la linea telefónica — sabes que puedes confiar en mi.

—Mamá, te he dicho por enésima vez que todo esta en orden — pongo los ojos en blanco. Puede llegar a ser muy insistente — ¿Tú como has estado?

—Trabajando. El trabajo de enfermera no es fácil, noches sin dormir, etc. — dice suspirando — bueno, cuentame sobre la facultad.

Empiezo a relatar desde el primer día que me instale. Le empiezo a describir con lujos y detalles sobre la habitación donde estoy instalada. Ella cuestiona de vez mas en cuando asegurándose de que la palabra "Orden", se este cumpliendo.

Y llega el tema de la fiesta de disfraces. Claramente se lo tendré que mencionar, o sino, el intento de primo que tengo lo hará por mí.

—Mamá, mas bien, mañana habrá una fiesta en la facultad, es como para dar la bienvenida al nuevo inicio de semestre. Según lo que me he enterado, es una costumbre hacerla. ¿Puedo ir, verdad? — esto último lo digo prácticamente en un susurro. Rezando el Padre Nuestro, para que pueda aceptar. Tengo muchas ganas de asistir.