1| El Chico Malo |Ruggarol|

8: "Disfraces"

Ruggero

Le doy una última mirada y avanzo con rapidez. Debo decir que me gusto ver la cara de enojo que llevaba. Cada vez que hace ese gesto la hace ver diferente, pasa de tierna ha extremadamente sexy. Esa es una de las principales cosas por las que la hago enojar. Aparte, porque me satisface cuando se desahoga con el imbécil de su primo.

Abro la puerta de mi habitación y me dejó caer bruscamente sobre la cama. Adoro los viernes, el inicio de fin de semana, y de más esta decir que este sera el mejor de todos.

Para mi buena suerte Agustín no se encuentra, entonces no tendré que oír los horribles sonidos que produce su vídeo juego cuando se pone a competir.

Dos golpes en la puerta interrumpen la tranquilidad que se había entablado. Me levanto vagamente y abro la puerta sin animo alguno. Instantáneamente una especie de revista cae sobre mi cara.

—¿Que significa esto? — grita una voz femenina que de inmediato reconozco como Candelaria.

—¿Que es lo que te pasa? — inquiero dejando el papel a un lado.

—¿Que que me pasa? — grita repitiendo mis palabras anteriores — esto me pasa.

Agarra con brusquedad el periódico y se pone a rebuscar las páginas con algún objetivo. Parece que lo acaba de encontrar, pues su ceño se frunce mas de lo que ya estaba. Levanta la mirada y me mira con rabia e impotencia, avienta el papel sobre mis manos y de inmediato me percato que se trata de la foto de karol. Debí imaginarlo.

—¿Que hace esa mocosa ahí? ¿Sabes cuantos chicos están hablando sobre eso ahora? Supuestamente yo iba a aparecer, no ella. — está totalmente histérica.

—Yo no tengo la culpa Cande. Quien le tomo esta foto es el culpable. Además, de que te quejas, tú eres una de las chicas mas populares de la facultad.

—Me importa un comino. Y yo que sepa, a ti te tocaba publicar un informe el día de ayer, y oh casualidad, la foto de esta chirusa sale. — dice mirando con asco la dicha fotografía.

Pongo los ojos en blanco y hago oídos sordos a sus últimas palabras. Enciendo la televisión y le siento al borde de la cama, ignorándola. Antes me manipulaba, ahora ya no.

—Sabes que eres un imbécil ¿Cierto? — replica colocándose al frente mío con los brazos cruzados.

—Las otras chicas no opinan así. ¿Quieres saber con cuales calificativos me etiquetan? — respondo con ironía. Mi ego ha hecho su presencia.

Candelaria da un último grito de exasperación y sale prácticamente corriendo, no sin antes tirar la puerta.

Pese a todo esto, no me arrepiento de haber tomado esa foto.

Karol

—Pinche idiota, me vas a decir porque mierda tomaste esa foto. Te dije que odiaba que mi cara se difundiera por todos lados — grito sosteniendo a Erick del cuello. Él solo puede mirarme con cara de susto.

—Yo no te tome nada — se defiende — a parte, no me tocaba publicar ayer.

Recapacito por un instante. Decido soltarlo solo por lástima. La cara que tiene se podría describir como horrorizada.

—Estas loca — me espeta saliendo de la sala de computación.

Ruedo los ojos y me pongo a analizar los hechos; si él no ha sido ¿Entonces quien? ¿Y por qué?

(...)

—¿Estas bromeando cierto? — replico de mala gana mientras valentina escoge un disfraz de princesa. Ella cree que tengo cinco años o algo por el estilo.

—Esta regio karol, además, no lo veas por el lado negativo. Es un simple vestido brillante — niego por enésima vez. Se nota que tenemos gustos diferentes.

Ella pone los ojos en blanco y se va por otra sección. Todavía no se como he llegado a este centro comercial, creo que gracias a los tirones que hacia Valu sobre mí.

No tengo ni idea de que disfraz voy a usar, jamas he asistido a una fiesta como esa. Será una experiencia nueva. Carolina, por su parte, pues no entiendo cual ha elegido, es una especie de traje hecho con hojas de periódico. Por más que resulte medio raro, está bonito.

Yo, pues, estoy perdida. De alguna forma tengo que encontrar algo que me agrade, no puedo ir vistiendo harapos.

—No veo nada, que se apegue a tu gusto — comenta la rubia al ver que me coloco a su costado.

—Odio ir de compras, y creo que las compras también me odian a mí — ambas chicas ríen al unísono — estoy hablando enserio.

—Mira, si no encuentras nada que te guste, si quieres yo te lo puedo diseñar — interviene la castaña.

—¿Tú? — decimos Valentina y yo al mismo tiempo.

Caro asiente con la cabeza soltando risas. No tenia idea de que ella diseñaba o algo parecido.

—¿Diseñas? — pregunto curiosa.

—Estoy estudiando diseño grafico karol. Claro, son diferente cosas, pero de todos modos, se como cocer, y todo lo necesario para crear alguna prenda. Solo necesito telas, y listo.

La rubia y yo la miramos prácticamente boquiabiertas. A mi parecer, es difícil diseñar ropa, y me sorprende que Carolina sepa.

Asiento un poco emocionada, rápidamente vamos a buscar las telas necesarias para la confección. Después de indecisiones, nos decidimos por el color plateado. Buen color. Todavía no se que tipo de disfraz hará, pero no me queda mas remedio que confiar.

(...)

Una vez más, me miro al espejo. ¿Esta soy yo? Yo solo veo a una chica portando un vestido brillante, el cabello casi ondulado, y unos ojos enormes gracias al rímel. Sí, esa soy yo.

—Estas guapísima — me dice Vale entrando a la habitación — estoy segura que capturaras muchas miradas.

Le sonrió como forma de agradecimiento. Miro a Carolina y sin decir nada me abalanzó sobre ella, ha hecho un gran trabajo, y ni siquiera quiere recibir algun tipo de paga. Esta chica es increíble.

Terminamos los últimos retoques y salimos de la habitación, camino al gran salón donde se organiza la fiesta. No lo dudo, me encuentro nerviosa, es mi primera reunión en la facultad.

Valentina se pierde entre la gente dejándonos completamente solas. Debí suponer que lo haría. Visualizó el decorado, globos pegados a las paredes, un dj al extremo, tragos, adolescentes, disfraces, etc.

Decido pedir una botella de agua para tranquilizarme un poco, me acerco a la barra y ordeno.

—Estas muy guapa — rápidamente mi vello se eriza al oír su voz. Su voz tan varonil.

Volteo y Ruggero solamente me guiña un ojo para después irse y perderse entre la gente.

¿Que diablos ha ocurrido? ¿Me acaba de lanzar un cumplido? ¿Por que mierda me sonrojo?

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