45: "Despedida"

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(Ultimo capítulo)

Omnisciente

El castaño observó con detenimiento aquella escena. Sentía unas profundas ganas de llorar, pero no podía, él era fuerte y no se iba a dejar derrotar por alguien que no lo valora y se va corriendo a los brazos de otro.

Empezó a caminar lentamente hasta pasar por el lado de ellos, al instante, Karol se separó y lo vio pasar. Sus ojos se encontraron por leves instantes pero Ruggero rompió el contacto visual y abandono el pasillo.

— ¿Por qué has hecho eso? — espeta ella, limpiándose los labios.

— Tanto tu como yo lo queríamos — responde Erick con una sonrisa triunfadora en el rostro — si no es así entonces no me hubieras correspondido.

— No, yo...te confundí y... — pero no pudo continuar ¿Como se iba a excusar que lo confundió con Ruggero? Nadie le creería eso. — tengo que irme.

Abrió la puerta de su habitación y entró, deslizándose sobre esta y abrazando sus rodillas. Lo había jodido todo, una vez mas.

En la parte de afuera, Erick no podía estar más contento. Por fin, karol seria para él, el único problema era si ella se iba del internado. Eso lo podía permitir.

Sintió la presencia de alguien a su costado, giro el rostro y sonrió al encontrarse con la que lo había ayudado a realizar todos sus sucios planes. Candelaria.

— Todo salio como querías — le dijo en su oído — creo que merezco un premio.

— Esos dos deben estar odiándose ahora mismo. Tú y yo salimos ganando.

— Obviamente, Ruggero es mucho para esa chiquita. Y yo no se porque te gusta si tú mereces a alguien mejor — hablaba de forma seductora, parándose en frente de él.

— ¿Y según tú a quien merezco? — respondió, siguiéndole el juego mientras acercaba su rostro al de ella.

— A mí — dijo, estampando sus labios con los de él — no hay nadie en mi cuarto, podemos ir y...divertirnos — susurro todavía besándolo.

El pelinegro sonrió y se dejo llevar por la pelirroja, para divertirse como ella lo había prometido.

****

Michael se encontraba preocupado. Tenía miles de pensamientos en la cabeza: primero estaba su prima quien había metido la pata al meterse como el imbécil ese y segundo... Valentina, o la rubia como él la llamaba.

No existía nada formal entre ellos, nunca habían ido mas allá de besos y caricias. Pero él estaba empezando a sentir cosas inexplicables por ella, y tenia miedo de que el sentimiento no fuera mutuo. Pues valentina siempre se calificó como alguien libre y sin ataduras, y Mike tenía miedo a equivocarse.

— Tengo ganas de golpear a alguien — Gaston interrumpió sus pensamientos mientras golpeaba su propia mano.

— Igual yo, y mejor si sería uno de los "black" — concordó Lionel recostado en una de las paredes.

— Tranquilos, podrán golpearlos todo lo que quieran de ahora en adelante — intervino Michael con voz autoritaria — porque la guerra recién ha sido declarada.

1| El Chico Malo |Ruggarol|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora