1| El Chico Malo |Ruggarol|

22: "Primera de muchas"

[Capítulo con escenas sexuales, cada una lee bajo su propia responsabilidad]

Karol

Tal vez, me apresure demasiado. Tal vez, no es una buena situación para confesarle lo que siento. Pero es que no puedo más, simplemente he dejado que las palabras salgan de mi boca antes de poder detenerlas. Y quizá después de esto, todo cambie. Y no precisamente para bien.

Siento sus labios moverse al compás de los mios, y joder es una sensación exquisita. Jamás me cansare de decir que este chico besa jodidamente increíble. Sus manos tocan el extremo de mi blusa, y la levanta hasta acariciar mi piel por debajo de esta. Doy un respingo ante su frío tacto.

Enredo mis manos en su cabello, atrayéndolo más hacia mí, queriendo sentir su cuerpo pegado al mío. De pronto, siento su creciente erección en mi vientre, y eso me pone nerviosa. Los límites se están pasando.

Quiero hacerlo atrás, y decirle que es suficiente, que no es momento ni lugar para llegar a más. Pero el deseo y la lujuria pueden más que la inteligencia. Ahora, sólo quiero disfrutar cada roce de nuestros cuerpos.

Desciendo mis manos hasta su torso, y lo acarició lentamente, dibujando con mis dedos cada uno de sus marcados bíceps. Desabrocho el primer botón, con temor a que diga algo, pero él ni se inmuta y sigue con sus traviesas manos acariciando mi cintura. Sigo con el siguiente botón y así sucesivamente, hasta dejar su torso desnudo frente a mí.

Deja de besarme y forma una maliciosa sonrisa. Yo me relamo los labios por la hermosa vista de su abdomen.

— ¿Te gusta lo que ves? —pregunta divertido.

Asiento siguiéndole el juego. ¿Donde ha quedado la tímida Karol?

Se fue por un tubo.

Y entonces, dejando toda la timidez a un lado, acaricio su torso, lentamente, de arriba hacia abajo, soltando pequeños jadeos en la ruta. Él hecha la cabeza hacia atrás disfrutando de cada caricia, o al menos eso creo.

Me mira a los ojos y vuelve a sonreír. ¡Dios! Como amo esa sonrisa.

Toma la esquina de mi blusa y la tira hacia arriba, sacándola de mi cuerpo, dejandome solamente en sujetador. Él se relame los labios y acaricia el monte de mis senos. Gimo.

Se arrodilla, y yo siento que en cualquier momento me voy a caer, cegada por el deseo. Desabrocha el botón de mi pantalón y lo baja lentamente hasta mis tobillos.

Ahora si, estoy semi desnuda ante su mirada y a su completa merced.

Él termina por quitarse la camisa que todavía llevaba puesta y vuelve a besarme, esta vez con mas desesperación y deseo.

Siento sus manos descender hasta mi trasero. Le da una ligera nalgada y lo aprieta. Gimo, esto es demasiado.

De pronto, recuperó la cordura, y por primera vez tomo sentido de las cosas, dándome cuenta que....¡La maldita puerta esta abierta!

—Rugge — digo separando nuestros labios — la puerta, esta...

— Joder — se queja y rápidamente va hacia esta y la tira de golpe, poniéndole seguro — ahora si. ¿en que estabamos? — pone una mano en su mentón, haciéndose el interesante — ah si, estaba a punto de desnudarte.

Inmediatamente me sonrojo. ¿Es que acaso no puede ser romántico una vez?

Me toma de la mano y bruscamente caigo sobre la cama, expuesta. Él gatea hasta quedar cuerpo sobre cuerpo. Y vuelve a devorarme, introduciendo sin previo aviso su lengua en mi boca, examinando cada parte de esta.