Karol
Me siento nerviosa, Ruggero no habla nada a mi costado, y tampoco se a donde estamos yendo. Acabamos de tomar un taxi donde él dio una dirección totalmente desconocida para mí. Bueno, solo hace unos meses que llegue a la ciudad, no conozco las calles.
— ¿Podrias decir algo? — insisto alzando la voz.
— ¿Como qué quieres que diga? — se alza de hombros — no tengo ganas de hablar, karol. Además, yo no te pedí que vinieras.
Pongo los ojos en blanco y decido ignorarlo. Miro por la ventana los autos pasar a toda velocidad ¿A donde estaremos yendo? No tengo idea, pero una parte ingenua de mí, confía en él.
Minutos después, el auto se detiene frente a una pequeña, pero bonita casa. Supongo que este es nuestro paradero.
Ruggero le entrega billetes y el conductor le da su cambio. Hace un ademán para que baje y le hago caso. Lo primero que observo es la casa, es de dos pisos, tiene una vereda ancha que lleva hasta la puerta. Y el jardín, es hermoso. Su mamá debe tener un gran gusto.
— Camina — ordena. Hago un gruñido pero hago caso.
— Que amargado — murmuro.
Él se adelanta y llega hasta la puerta. Veo como se detiene antes de tocar, baja la mirada y aprieta los ojos como aguantando las ganas de llorar. Camino hasta donde esta, suspiro y sujeto su mano dándole ánimos. Él me sonríe levemente y toca.
Realmente estoy sorprendida. Ningún tipo de reclamo o algún insulto de su parte como ya estoy acostumbrada. Al parecer, esta en su lado bueno, y no en el lado de Chico Malo como quiere que lo etiqueten.
A los pocos instantes la puerta se abre, y de ella sale una niña de mediana estatura con una notoria mueca. Pero al ver a Ruggero, se transforma en una sonrisa y se abalanza sobre él. Este la recibe gustoso y la aprieta fuertemente.
— Has vuelto — dice la niña entre lágrimas — te extrañe mucho, hermano.
¿Hermano? ¿Ruggero tiene una hermana?
«Por su puesto que tiene hermana ¿Acaso no la estas viendo? Tonta »
— ¿Donde esta mamá? — pregunta él con expresión sería.
La niña posa su mirada en mí y me dedica una tierna sonrisa, se la devuelvo gustosa.
— Hola. — me saluda — Soy Liliana ¿Y tú?
— Es una compañera de la facultad — Se adelanta Ruggero — te he preguntado algo, Lili.
— Soy Karol, compañera de Ruggero — estiro la mano y ella la estrecha.
— Oh, pasen, que mal educada soy — se hace a un lado y entramos. — puedes tomar asiento, karol. Ruggero así no las no trae amigas, la última que trajo fue a una pelirroja. Ay, esa chica era una pesada, paraba quejándose cada rato. ¿Sigue siendo tu novia hermanito?
Así que Candelaria ha estado aquí, y la ha presentado a su familia. Pero no entiendo, él no parece tomarla tan en serio.
— Liliana, dime de una vez donde esta mamá — dice él ignorando su pregunta anterior.
— En la tienda, ya no debe tardar — Rugge pone los ojos en blanco — bueno, iré por unos refrescos, ahora vuelvo.
Dicho eso, se dirige hacia la cocina desapareciendo de nuestras vistas.
Un incomodo silencio se instala entre él y yo. Nadie dice nada, ni siquiera nos miramos y es ahí donde me pregunto ¿Por que rayos lo seguí? Simplemente no pensé, solo sabia que quería hacerlo.
— Es una niña, así que ignora lo que te diga — dice de mala gana.
— Es muy tierna ¿Cuantos años tiene?
— Diez, dentro de un mes cumple once — y una sonrisa se dibuja al pronunciar aquellas palabras. Es como si se tranquilizara cuando habla de personas que quiere.
Como quisiera ser yo alguna de esas personas.
La puerta se abre, y entra una mujer un poco acalorada haciéndose aire con las manos. Mira a Ruggero y rapidamente sus ojos se iluminan de emoción.
— ¡Hijo! — pronuncia para después abalanzarse en sus brazos — has regresado.
— Te extrañe, mamá — dice y veo una lágrima correr por su mejilla.
Juro que ahorita tengo unas ganas enormes de llorar. Esta escena es demasiada conmovedora. Liliana sale de la cocina, deja los vasos que tenia en mano encima la mesa y se une al abrazo.
— ¿Y quien es esta chica tan linda? — la señora alza la vista y me ve. Le sonrio.
Los tres se separan, y giran para verme.
— Es Karol, la novia de Rugge — abro los ojos como platos al esuchar las palabras de Liliana.
— Oh, querida, que bueno conocerte, yo soy María, la mamá de Ruggero. — dice depositando un beso en mi mejilla — un gusto.
Miro a Ruggero para que diga algo, pero este no parece tener intención de hacerlo ¡¿Que le pasa?!
— Bueno, llegaron en un buen momento, estábamos a punto de comer, así que sientense que ahora les sirvo — se va hacia la cocina.
Ruggero pasa por mi lado y lo detengo sosteniéndolo fuerte del brazo.
— ¿Que significa todo esto? — le reprocho.
— Solo sigueles las corriente. Finge ser mi novia por lo menos hoy, karol. Se que te mueres por serlo — se suelta de mi agarre y camina en dirección a la cocina.
¿Fingir ser su novia? Con gusto..
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1| El Chico Malo |Ruggarol|
FanficCuando Karol Sevilla es trasladada a un nuevo internado, tendrá que luchar con distintos obstáculos como la sobre protección de su primo Michael Ronda, quien lidera una pandilla escolar prohibiéndole poder acercarse al bando rival. Los problemas emp...