1| El Chico Malo |Ruggarol|

6:"Antipatía"

Povs'Karol

El timbre suena, indicando que la hora del almuerzo acaba de terminar. Suelto un largo suspiro antes de ponerme de pie y dirigirme hacia mi próxima clase.

No me agrada la idea de estar nuevamente sola en el salón. Ha ninguno de mis amigos les toca aquella clase, por lo cual, tendré que sentarme sola en un lugar apartado. Los viejos tiempos empiezan a volver.

Química, mi curso menos favorito. Pero a de decir que la profesora hace la clase un poco mas divertida, aunque nada le quita lo aburrido que son los números cuánticos y Todo eso.

Justo antes de que la clase pueda empezar oficialmente, la puerta suena, y de esta, entra la chica pelirroja llamada Candelaria junto con sus otras amigas. Todas tienen el cabello alborotado y alguna que otras manchas en su ropa. Habrán estado haciendo deporte, supongo.

—¿Podemos pasar? — intervine la pelirroja en tono despreocupado.

—¿A que se debe el motivo de su demora? Hace cinco minutos que mi clase empezó — reprocha la maestra.

—Estabamos practicando.

La profesora pone los ojos en blanco y asiente para que ellas puedan pasar. Al parecer, ya esta aburrida de tener que lidiar con este tipo de alumnas.

Las observo, comparten una sonrisa cómplice, como si hubieran hecho una maldad y se están escabullendo.

«Eso a mí no me debe de importar»

Me recuerdo a mí misma. Las tres chicas toman asiento en un lugar apartado de todos, se cruzan de piernas y fingen prestar atención.

Les quito la vista de encima y miro hacia otro lado. No quiero que piensen que estoy pendiente de ellas. La clase transcurre lentamente, todo se basa en explicaciones y alguno que otro ejercicio. En pocas palabras, todo es aburrido.

Gracias a mis plegarias, el timbre suena. Suelto un largo suspiro de satisfacción, el día de clases acaba de terminar. La profesora da un último mandato y da por finalizada su clase.

Coloco los cuadernos en la mochila y empiezo a caminar para poder retirarme del salón.

—¡Hey! — escucho una voz muy familiar, detrás mío — Tú eres karol ¿verdad?

—¿Si? — respondo girando para verla a los ojos. Desconozco el motivo por el cual, me esta hablando — ¿Ocurre algo?

—No nada, solamente tenia curiosidad por saber si realmente eras la "primita" de Michael. ¿Te cuida mucho cierto?

Lo dice con ironia, mucha ironía. Pongo los ojos en blanco y nuevamente avanzo el paso. No estoy dispuesta a que me hagan pasar el ridículo una vez más.

Candelaria, por lo que he oído tiene mucha antipatía con bastantes chicas de la facultad. Y creo que planea que yo sea una más del montón.

(...)

—Di que si, tenemos que ir, es una fiesta importante — ruego por enésima vez.

Al parecer, Carolina no esta dispuesta a ponerse un disfraz para la gran fiesta por la cual, todos murmuran. Para mí, seria una muy buena oportunidad para socializar, con otros chicos que no sean el grupo de amigos de mi primo.

—No lo se karol — contesta sin ánimos — no soy buena para relacionarme con otro tipo de gente. Además, no creo que Michael este de acuerdo con que vayamos.

—Él no tiene ni voz ni voto acá, yo puedo decidir si voy, o no — recalco con voz firme — Andale Caro, nos vamos a divertir.

Abre la boca para hablar, pero es interrumpida por unos toques en la puerta. Me pongo de pie, y voyba abrir, la cabellera rubia de Vale hace su presencia.

—Vine a convencer a Carolina para que asista a la tan esperada fiesta — dice con voz de diva entrando a la habitación — porque seguramente no quiere ir.

Suelto pequeñas risas y asiento — hace rato estoy que le ruego. Y su única respuesta es un horrible "no".

—Oigan, estoy acá puedo oír todo las cosas que están diciendo sobre mí — interviene la castaña haciéndose la ofendida.

—Carolina, vas a ir porque vas a ir — interviene Valentina — piensa en lo increíble que va ser, estar cerca de Agustín. Se va a aver bien guapo. He hablado con él y de todos modos ira.

Tal parece que las palabras de la rubia están haciendo efecto. Pues una sonrisa traviesa se dibuja en el rostro de Caro.

—Esta bien — suelta finalmente — pero conste que estaré aquí lo más rápido posible.

—Tenlo por seguro. — asegura la rubia — tú estate tranquila. Solamente imagina a tu querido Agustín, es un bello disfraz.

Las dos comenzamos a reír a carcajadas. La cara de Carolina se ha vuelto completamente roja. Me divierte como valentina puede causar ese tipo de sonrojos sobre ella.

—Ya me imagino como sera — dice Vale mirando hacia la nada — nosotras, con nuestros divinos disfraces, entrando y captando la mirada de todos los chicos. Seremos la envidia de muchas.

—Tú seras la envidia de muchas, porque yo en eso, estoy descartada — digo y empieza a reír. — pero cabe recalcar que seguramente, la fiesta sera divertida. — sonrió tiernamente.

—¿Fiesta? Olvidalo, no vas a ir.

Me estremezco al oír la pinche voz de Michael atrás mío. Giro y este me mira burlón.

—No vas a ir y es mi ultima palabra...