1| El Chico Malo |Ruggarol|

42: "Lágrimas"

Ruggero

Las punzadas de dolor que estoy sintiendo ahora por esas jodidas heridas, no se comparan en nada con las punzadas en el corazón.

Creo que por culpa de ella, me he vuelto cursi. Si, yo Ruggero Pasquarelli, hablando cursilerías mentalmente ¿Quien lo habría creído?

Sé que cometí un error, jamás debí emborracharme y aceptar a las provocaciones de Candelaria. Pero, Karol no quiere escucharme ¿Y que puedo hacer yo para que ella me escuche? Es demasiado terca.

Ahora estoy jurando pegarle al maldito de Erick así como a Michael y al resto de sus amigos. Ellos siempre metiéndose en lo que no les importa.

— ¿Te sientes mejor? — pregunta Agustín entrando a mi habitación.

— No, y no lo estaré hasta hablar con Karol — digo firmemente.

— Ruggero, mira, soy tu amigo y por eso te recomiendo que te alejes de ella. — frunzo el ceño ante sus palabras — siempre van a tener problemas. Y no solo con su primo, sino con todos, pareciera que todo esta en su contra y eso los perjudica.

— ¿Que quieres decir con eso?

— Que se alejen. Falta solo semanas para las vacaciones de fin de semestre. No se, tal vez podrías ir donde tu familia y ordenar tus ideas. Si tú crees que estar con ella es lo mejor, no te dare la contraria.

¿Alejarme de karol y no volverla a ver durante dos meses? ¿Podria soportar tantos días?

Asiento levemente y Agus sólo me sonríe y palmea mi espalda. Sé que quiere verme bien, y agradezco que lo haga.

— Supongo que gracias, hermano. Jamás creí que las cosas se complicarían tanto ¿Quien me manda a fijarme en una chica tan complicada? — gritó, jalandome los cabellos.

— En los sentimientos no se manda. Nadie elige de quien enamorarse, aunque para ser sincero, se debería amar sin salir lastimados — suelto pequeñas risas consiguiendo la mirada fulminante de mi amigo.

¿Desde cuando Agustín se volvió tan...poético?

Paro de reir y solo le sonrió. Él hace lo mismo y a los pocos segundos sale de mi habitación. Aunque me duela admitirlo, tiene razón. Karol es una chica muy complicada, y siempre será así. Con su inseguridad y desconfianza, jamás podremos llegar a más si es que ella continúa de ese modo.

En cambio, con Candelaria todo es diferente, con ella no tengo ni el más minino problema y puedo besarla cuando y donde se me de la gana. Todo es mas...¿Pero que diablos estoy diciendo? ¿Como puedo estar comparándolas?

Imbécil, idiota, tarado, estúpido, y todos los malos adjetivos que existan me califican. Aveces ni se lo que pienso.

Suspirando y diciéndome internamente que mi mente esta completamente loca, me recuesto sobre la cama, mirando hacia el techo. En todo este tiempo han pasado muchas cosas, que ni yo mismo me lo creo.

Sacó mi celular del bolsillo y me pongo a revisar la galería. Una sonrisa estúpida se me forma en el rostro al ver una foto de karol y yo, cuando estábamos en mi casa, para ser mas específicos en mi habitación, echados y abrazados. Recuerdo que ella insistió en tomarla, no estaba de acuerdo al principio pero termine aceptando.

Los dos salimos muy sexys, ya que mi torso esta descubierto y ella solo estaba cubierta por una sábana, con su cabello alborotado. Es increíble como puede ser sensual y tierna a la vez.

(...)

Despierto gracias a los fuertes golpes que se proporcionan en la puerta. No recuerdo cuanto tiempo he dormido. Una hora, dos quizá, no lo se.