Miércoles

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El último día.

Sus dos amigos no se daban por vencidos. Lo intentaron todo; los hicieron alargar el abrazo, darse de la mano, sentarse pegados, darle de comer en la boca al otro y hasta intentaron hacer que se besaran, pero eso ya iba en contra de toda la amistad que tenía con Iwaizumi y lo dejaron pasar.

Bueno, Oikawa lo dejó pasar. Fue la primera vez que vio a Iwaizumi golpear a Matsukawa y Hanamaki. Fue súper divertido.

Después de todo el suplicio que les hicieron pasar, valió la pena. Matsukawa no paraba de quejarse de cómo Hanamaki le aseguró que ellos ganarían y ahora tenían que pagarles. Tenían el dinero preparado incluso si mantenían la esperanza de no tener que entregarlo y Oikawa se pasó horas arreglando cuándo ir a comprar las zapatillas sólo para refregarles en la cara a sus amigos que la victoria era suya. Era lo esencial.

Iwaizumi estaba de tan buen humor que lo invitó a comer después del colegio.

Fue realmente raro. No era la primera vez que iban a comer juntos, para nada, pero tenía cierto sabor inexplicable a nostalgia. Como si Oikawa estuviera en el futuro y el presente no fuera más que un recuerdo.

Empujó los pensamientos lejos y logró pasar un buen rato con su mejor amigo. Siempre lograba pasarla bien con él, más allá de cualquier preocupación tonta que pudiera tener. Estos eran los momentos felices que estaba temiendo perder, pero por suerte, no dejaban de ser felices.

...

Lo dije al principio: quería que fuera una historia más realista. Nadie se enamora en diez días lol así que prepárense porque falta, por lo menos, la mitad del fic.  

Diez díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora