Viernes

12.9K 2.1K 154
                                    

― ¿Dormiste?

Ni un saludo ni nada. Oikawa tiró el bolso de gimnasia sobre un banco de los vestidores y negó con la cabeza. Iwaizumi bufó, no hacía falta que le reprochara por trasnochar otra vez mirando videos o películas por internet.

Pero este no fue el caso.

Desde el día anterior estuvo carcomiéndose el cerebro tratando de descifrar sus sentimientos. Dio mil vueltas en la cama, golpeó las almohadas, se distrajo con memes, reflexionó observando el techo, leyó artículos de Wikipedia sobre agujeros negros hasta las cinco de la mañana... Todo para pensar y no pensar al mismo tiempo.

Todo lo que logró fue quedarse dormido y sentirse mal.

Trataba de ser positivo acerca del futuro, pero todo se derrumbaba despacio y no era más que un espectador de su propia ruina: primero perder la última oportunidad que tenía de vencer a Shiratorizawa, luego la presión de los exámenes de ingreso para la universidad y ahora, esto. Podría con una cosa a la vez, pero si le gustaba o no su mejor amigo le sentó peor que todo lo anterior.

Trataba de convencerse una y otra vez que no era más que una confusión ordinaria por su inseguridad y dependencia de atención, pero había emociones que no encajaban en aquella ecuación.

― ¿Te sientes bien? ―inquirió Iwaizumi.

― Tengo dolor de cabeza ―mintió con naturalidad―. Y sueño.

―Deberías cuidar más tu salud.

Le sorprendió no oír un insulto en la frase. Oh. Estaría preocupado de verdad.

Oikawa soltó una sonrisa triste y cuanto más trataba de reprimir esa emoción cálida y amarga que le producían las palabras de Iwaizumi, más obvio era para él el nuevo efecto que este tenía sobre su torcido corazón.

Estaba irritable. Estuvo enojado durante la práctica de vóley. Estuvo esquivo durante el almuerzo. Estuvo histérico durante las clases. Estuvo molesto cuando regresó a casa junto a Iwaizumi.

Todo era un desastre y ya no sabía dónde estaba parado.


Diez díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora