REENCUENTROS

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-¡¿A Daichi?!-repetí totalmente sorprendida.

-Si...aquel tipo...volvió-gruñó mi hermano- Grell, Hina, necesito que se queden aquí, es muy peligroso y no quiero arriesgarlas a nada.

Sin dedir nada más, Kane salió corriendo hacía una pequeña calle que se encontraba más adelante.

-¡¿Eh?! ¡O-Oye Kane!-cuándo me aproximé hacía la dirección en la que había dirigido, Kane ya se había ido- Si va él, yo también.

Justo en aquel momento en que me echaría a correr tras él, Hina me tomó con firmeza del brazo.

-Grell, hazle caso a tú hermano...

-Daichi también es mi amigo Hina, no lo voy a abandonar y menos ahora-intenté jalonearme.

-Grell, si no te detienes por tú cuenta, lo haré yo-amenazó mi amiga ejerciendo más fuerza en su agarre.

-Oye Hina, suéltame-respondí con seriedad.

-Lo siento Grell, no puedo dejarte así como así.

-Hina...ya basta-amenacé.

-Así que aquí estaban...

Ambas nos giramos en dirección a Valentin, Topo y Edgar quiénes estaban parados detrás de nosotras.

-¿Que hacen aquí?-pregunté extrañada.

-Pues digamos que los demás estaban preocupados por ustedes así que decidimos venir a buscarlas-Valentin sonrió divertido.

-Es verdad, además, nos preocupamos aún más al saber que ninguno de los tres se encontraba en casa...-Edgar se acercó un poco a nosotras.

-¿Que hacen aquí afuera? ¿Y más aún peleandose?-preguntó Topito pasando la mirada entre ambas.

Al ver a Hina distraída tomé ventaja para soltarme.

-¡Ey! Grell, no intentes nada-advirtió ella.

-¿Eh? ¿De que hablan?-Edgar como todos los demás, parecían desconcertados.

-Grell quiere ir tras Kane a enfrentar a unos bandalistas-confesó ella.

-¡¿Que?!-respondieron los tres chicos.

-Oye Grell, tienes que estar loca como para hacer eso.

-Valentin, cállate-contestó Edgar y después volteó a mirarme- Grell, no vayas, es muy peligroso.

-Tú no me mandas, además ¿Marina aún te necesita,no? ¿Porque no vas con ella?

-Oye, no es lo que- Espera ¿estás celosa?

-¡Ahh! ¡No es momento para esto! ¡Socio, dile algo!-protestó Hina señalándome.

-Aunque yo se lo dijera no me haría caso...

-Tiene razón-respondí.

-¿Ah?-Hina estaba desesperada por detenerme-Grell, lo siento pero no puedo dejarte hacer esto.

-No te estaba pidiendo permiso Hina-dicho esto corrí como nunca lo había hecho antes.

-¡Grell! ¡Espera!-gritó Hina a la vez que corría detrás de mi.

"LO QUE EMPEZÓ COMO UN JUEGO"[EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora