UN AMOR PASADO

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-¿Que demonios haces aquí?

-Ha estado aquí desde hace horas...esperando a que despertaras-respondió Daichi interviniendo.

-L-Lo siento por no avisar que venía...-murmuró.

-No quiero verte, vete-gruñí.

-Kane yo, no puedo irme...

-Te he dicho que te vayas Armin- un jadeo escapó de mi boca intentando retener el llanto-Solo vete...

Armin me miraba totalmente serio, bajó la mirada y solo tan solo dijo esto antes de irse - Si quieres hablar después, te esperaré toda la semana a las 3:00 en punto de la tarde en dónde siempre...- dicho esto Armin se fue.

-Lo siento por no decírtelo-

-Déjame solo Daichi, solo...déjame solo...-me dejé caer en la camilla y cerré mis ojos esperando a que la tierra me tragara. Quería que esto tan solo fuera un mal sueño.

~~~~~~GRELL~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-Eres un idiota Daichi...¿lo sabías?

-!Ya lo se Grell!-suspiró.

-Ah~-suspiré pesadamente- Ahora por lo menos dime que si se fue

-Se fue, no tienes porque preocuparte de eso-Daichi se giró hacía la entrada- ¿Irás a clases con ellos?

-Ahora que me dices esto, no tengo idea-miré hacía mis amigos quiénes platicaban felizmente.

-Anda, yo iré con él- dijo sonriente- Tengo un par de cosas que hablar con él.

-Hee...-lo miré divertida- ¿No querrás decir "hacer"?

-¡Gre-Gre-Grell!-protestó sonrojado.

-Tranquilo Daichi- me alcé de hombros- Eso si, jamás irás arriba.

-¡Grell estupida!- gritó aún más rojo.

-¡Lo siento, esa es la Ley Yaoi!-respondí gritando de espaldas mientras me dirigía con los demás- Suerte Dai- murmuré.

~~~~~~KANESAME~~~~~~~~~~~~~~~~

Estaba en aquel cuarto pequeño con agujas pinchando mi cuerpo, un yeso en el brazo y varios moretones por todo mi cuerpo. Si que pegaban duro estos tipos.

Cuándo llegué a aquel lugar para rescatar a Daichi, no pude hacer mucho, eran diez contra uno y obviamente no tenía tanta oportunidad, digamos que mi límite fue llegar a la habitación dónde se encontraba él y ahí me derrumbé.

Que inútil soy...

Escuché la puerta abrirse-¿Quieres desayunar?

-Te dije que quería estar solo-hice un puchero- No tengo humor Daichi.

-Eso ya lo sé, eres un geniudo-rió un poco- Aunque debo decir que te ves adorable haciendo tus berrinches.

-¡No son berrinches!-protesté- No estaría así si no lo hubieras dejado entrar...

-Yo no lo hice -se sentó en el sofá- Digamos que para cuándo me desperté él ya estaba tocando la puerta.

-¿Estabas dormido?

-Claro, cuidarte toda la noche no es fácil, menos si eres muy inquieto y te destapas, seguro por eso te daban resfriados cada semana y por eso no íbas a la escuela.

-No era mi culpa-murmuré- Hacía mucho calor.

-Claro...calor-respondió riendo- Bueno...¿Me dirás lo que sucede realmente con Armin?

"LO QUE EMPEZÓ COMO UN JUEGO"[EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora