Hola desconocido

NOTA #30 Y #7 NOTA parte 1

A mitad de la última hora de clase Pepa pidió permiso para ir al baño, muchas veces dejaba sus notas en mitad de las clases para no arriesgarse a que le descubrieran:

-¿Señor Brown puedo ir al baño?

-¿No puedes esperar media hora a que se acaben las clases?

-Puedo esperar perfectamente, pero si mancho la silla de sangre será culpa suya -.Esa excusa nunca fallaba, puede que fuera mentira, pero serviría seguro. Casi toda la clase se quedó con la boca abierta al escuchar el comentario, más de un par soltaron una risita, las chicas solían ser más discretas con ese tema, pero Pepa no era de esas.

-Bueno vale, pero no tardes demasiado.-Dicho esto Pepa salió de clase con un lápiz y un papel en el bolsillo y se dirigió a la taquilla de Kendall. Casi soltó un grito de emoción al abrir la taquilla.

-No es posible, no puede ser, ay por los dioses Kendall te amo-susurraba Pepa sin terminar de creerse lo que veía. Dentro de la taquilla había un libro (yo antes de ti), dos tabletas de chocolate blanco, una magdalena y una caja de bombones.- Y ahora como meto yo todo esto en mi mochila... -Por suerte su taquilla estaba al girar la esquina así en menos de un par de minutos cogió todo y lo metió en su taquilla- Ahora a leer la nota que me ha dejado.

Hola Pepa

FELIZ 30 NOTIVERSARIOOOOO. Espero que te gustasen los regalos que te he dejado :3 me han costado un riñón, en serio espero que te gusten. Solo quiero decirte que gracias por elegirme para mandarme las notas, en serio, gracias. Y bueeeeeeno, ya que yo te he dado todo esto... tú me darás tu número... ¿Cierto? Porfiiiiiiiiiiiiiii, te prometo que no tengo ni la más remota idea de como rastrear tu teléfono.

Posdata: espero que te guste el libro, yo me lo termine el otro día

Se despide un Pepe que espera tener tu número hoy

"Este Pepe, logrará que vomite arcoiris... Pero creo que le haré sufrir un poco y no le daré mi número hasta dentro de una semana o así... que malvada soy. BASTA DE DISTRACCIONES, CENTRATE EN ESCRIBIR LA NOTA QUE SE TE HACE TARDE Y EL SEÑOR BROWN SE TE ENFADA"

Namaste Pepe:

AY DIOOOOS GRACIAS POR LOS REGALOS, POR LOS DIOSES, TE HAS PASADO, BUENO NO, NUNCA HAY DEMASIADOS REGALOS, PERO GRACIAS AAAAAAAAAH *explota*. Bueno, ya que he explotado estoy más calmada. No es mucho en comparación a lo tuyo pero aquí tienes un pastelito de moras y otro de chocolate por el 30 notiversario. Y bueno hablando del número... Tendrás que esperar un poquito más para tenerlo :3

Posdata: he vomitado arcorirs con tu nota

Se despide una Pepa que engordará 20 kilos por tus regalos

Después de escribir la nota y dejar los dos pastelitos Pepa volvió a clase.

-Creía que te dije que tardarás poco en volver, has tardado casi 15.-le dijo el señor Brown con un ligero toque de enfado en su tono.

-Y así fue, pero resulta que la cosa se me complico. Yo fuí a mi taquilla peeeero resulta que no tenía tampones ni compresas, y como comprendera, yo no voy a usar un calcetin para eso, así que tuve que ir a la taquilla de una amiga mía, peeero su taquilla estaba bastante lejos, ¿Y sabe que? ELLA TAMPOCO TENÍA.

-Señorita Kent.

-Así que tuve que ir a la taquilla de mi prima, quien por suerte si tenía, así que después de conseguir al fin un tampón, fui al baño, pero el baño ESTABA LEJÍSIMOS así que tarde mucho en llegar, luego entre y... Bueno, creo que omitiré esta parte de la historia porque no quiero traumar a nadie.

-Señorita Kent.

-Bueno, pues después de ponermelo resulta que recordé que había dejado mis llaves dentro de la taquilla de mi amiga, soy una chica muy despistada señor Brown, lo sé, pero bueno el caso es

-Señorita Kent.

-Que tuve que volver a la taquilla de mi prima para poder recuperar mis llaves, porque sino esta tarde no podré entrar a casa y yo no quiero quedarme fuera de casa esperando a que llegue alguien.

-Señorita Kent.

-Y bueno, después de toooooodo eso, volví a clase. Y esa es la razón por la que he tardado en llegar.-Pepa miró a su profesor al terminar su historia (cuando metía no miraba a la cara a quién le estaba hablando) y vió que estaba frotándose la frente con una mano

-Señorita Kent, -dijo este con calma- gracias por su explicación -Pepa sonrió- pero no era necesaria, ahora por favor siéntese y deje de interrumpir mi clase.

-Por supuesto señor Brown. -Pepa volvió a sonreir y se sento tranquilamente en su sitio como si no hubiese pasado nada. Toda la clase estaba mirando a Pepa, la mayoria asombrados con una mirada divertida, un chico haciendo su mejor esfuerzo por aguantar la carcajada y un par hablando entre susurros sobre lo que acababa de suceder.

Pepa agradeció mentalmente que su compañero de asiento estuviera enfermo para poder estar tranquila lo que quedaba de clase, pero inesperadamente, la chica que se sentaba datras suyo le habló:

-¿De verdad te ha pasado todo eso? - Era Emily, la amiga de Kendall, Pepa la reconoció enseguida, un tanto asombrada le respondió a la rubia que le miraba con una expresión de diversión y... ¿Admiración? No estaba del todo segura.

-Bueeeno... sí... Pero me pasó la semana pasada, cuando tenía Andrés de verdad, por suerte esa vez no tuve que explicar porque tardé tanto. -ambas rieron por lo bajo

-Eres increible -rió, pero en un momento cambió su expresión a una confundida- Pero... entonces ¿Por qué has tardado tanto?

-Ah bueno, mi amiga era la que necesitaba un tampón... Pero ella no sabe la contraseña de mi taquilla, así que he tenido que salir.

-¿Y por qué no le has dado antes un tampón?

-Porque no me lo pidió, a ver seguramente no lo habrás oído, pero ella ha soltado un laaargo silbido al otro lado de la puerta, ella y yo tenemos códigos secretos, y ese significa "visita de Andrés" y bueno... Puedes imaginarte el resto. -Emily le miró asombrada

-Repito, eres increible.

-Esas dos de atras silencio. -Pepa y Emily se callaron al instante.

El resto de lo que quedaba de clase Pepa se lo pasó fingiendo que tomaba apuntes cuando en realidad pintaba un hada dando un concierto de rock junto a su banda que estaba compuesta por una piña y una tortuga mientras pensaba que estaba segurísima de que le había descubierto y de que este sería el fin de su anonimato.