Golpeadora N°1

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Alisha salía de la casa de un amigo para volver a su casa, era de noche, aproximadamente eran las 20:00 p.m, no era muy tarde pero tampoco muy temprano. Caminaba tranquilamente la vereda de su ciudad.

Con su amigo la pasaron genial, pero a veces siente que en realidad la utiliza, es decir que siente que en realidad no es su amigo. Pero ella trata de evitar esos pensamientos, ya que él es su único amigo que tiene. Alisha no era muy sociable.

Con tantos pensamientos no se dio cuenta de que un auto iba a golpearla, y cuando chocó contra su cuerpo, lo único que vio fue oscuridad.

Con tantos pensamientos no se dio cuenta de que un auto iba a golpearla, y cuando chocó contra su cuerpo, lo único que vio fue oscuridad

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Al despertar vio que no se encontraba ni en un hospital ni en su habitación. No sabía exactamente de quién era la habitación y cuando se sentó en la cama, un escalofrío le recorrió de pies a cabeza, es como si una corriente extraña tuviera en aquella casa.

Al principio sintió mareos, pero su vista se estabilizó.

La habitación en la que se encontraba era de color verde, había dos mesitas de noche en cada costado de la cama, un armario en su lado derecho pecado a la pared, un televisión pegada en la pared del frente y era de muy buena calidad; también allí había un mini ropero dónde deben guardar la ropa intima, las medias y accesorios; y una puerta donde ella pensó que de seguro allí se encontraba en baño. En su lado izquierdo había un balcón y la puerta que proyectaba la vista de un bosque era de vidrio.

Alisha sabía que vivía un poco lejos del bosque, pero jamás estuvo tan aproximada del bosque.

Tocó su frente al sentir dolor de cabeza, pero sintió como un vendaje, al mirar su mano se encontró con un poco de sangre pero no seca.

- ¿Dónde estoy? - susurro para ella misma

Con un poco de dificultad se levanto lentamente para no marearse y al mirarse se dio cuenta de que no tenía su ropa, sino que era una camisa de hombre.

- ¿Qué es esto?

Desabrochó los primeros botones de la camisa y estaba en ropa interior, pero no había marcas de chupones, ni marcas ni nada por el estilo. Al menos Alisha sintió un poco de paz al ver que no abusaron ni la violaron mientras estaba inconsciente.

Los abrocho a los botones y se puso a inspeccionar la habitación para encontrar su ropa.

Fue a la puerta desconocida y cuando lo vio fue tal como lo imagino: era un baño. Miro allí pero tampoco estaba.

Después de unos minutos se rindió, su ropa no estaba allí.

Ella tenía miedo de salir de la habitación, pero tampoco se iba a quedar allí. Tenía que encontrar un objeto con el cual pudiera defenderse. Así que otra vez volvió a inspeccionar la habitación hasta que a lado del armario encontró un bat de béisbol. Lo agarró y camino hacia la puerta que de seguro era la salida. Puso su oído sobre la puerta y al no escuchar ningún sonido la abrió, miró a cada costado de pasillo y salió.

¡¿Mis Mates?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora