¡¿Mis Mates?!

Ya llegó: Parte 2

- Acaso te comió la lengua los lobitos, humana - Dijo mirándola con diversión.

Ella quedó petrificada mirando al desconocido, tenía una voz increíblemente sexy. Lo único que solamente podía ver eran sus ojos color rojo, ya que su cuerpo se encontraba entre la sombras y la oscuridad.

- ¿Quién eres?

- Soy un monstruo

- Nadie es un monstruo

Se escucho una risa sarcástica.

- ¿Y tú qué podrías saber? Eres una humana

- Por lo menos se que los seres sobrenaturales no son en realidad monstruos, sino que son una misma especie pero con diferentes características y formas.

- Sos patética

- Al menos yo mostraría mi rostro y no como otros que lo ocultan detrás de la sombras y la oscuridad.

Él la examinó de arriba hacia abajo.

- Si te lo muestro te asustarías - Comento

- ... No lo sabrás hasta que no me lo muestres - Dijo

Pasaron unos segundos en silencio hasta que ella sintió como él se movía de las sombras. Primero vio sus zapatos, después vio su traje y por último las facciones de su rostro.

Era hermoso, físicamente podría tener veintitrés años y por alguna razón era atrayente para ella, hasta que notó como sus ojos se volvieron cada vez más rojos y él hizo una mueca y se dio la vuelta.

- Eres un vampiro - Susurro para si misma, pero él la escucho y río.

- Vaya, al fin lo notaste, pensé que no lo lograrías

- No soy tan tonta como tu crees - Comento de repente

- Y ¿Quién dijo que te consideró tonta? - Pregunto jugando

Ella se quedo callada ante su pregunta. Ella miro a la puerta trasera tratando de descifrar el por qué no vienen los lobos; es decir, ellos tienen un súper olfato que pueden oler hasta kilómetros de distancia, o por lo menos eso les enseñaron los libros, y ahora tiene un vampiro a una poca distancia y nada, ni un solo lobo había.

- Es porque use un hechizo - Contesta de repente

¿Cómo puede leer mi mente? - Se pregunta en su mente

Todos los vampiros podemos leer la mente de los humanos - Contesta y él se ríe porque ella escuchó su voz en su cabeza y se asustó mucho.

- No hagas más eso - Dice enojada

- Hacer ¿Qué? - Pregunta inocentemente

- Hablar en mi cabeza - Contesta irritada

Bueno - Le contesta en su mente

Ella suspira irritada, lo que a él le provoca gracia verla enojada.

- Dime tu nombre y para qué estas aquí

De pronto él desaparece de su campo de visión.

- Mi nombre es Dixon Pemberton - Contesta detrás suyo

Alisha se sobresalta al sentir su voz en susurros cerca de su oído. Ella se aleja de él mirándolo con asombro.

- ¿Cómo es que...

- Estoy aquí por asuntos personales

- No eres un hombre hablador, ¿verdad?

- Mmm, no