Café para Craig

Café sinsabor: El adiós a un ángel

Thomas seguía molesto. Mientras discutía con su esposa, su hijo estaba arriba, en su habitación, haciendo quien sabe qué junto a su novio. A Tucker le irritaba ya la actitud de su hijo, engreído, desobediente e irrespetuoso. Pero el no comprendía algo, el punto de vista de Craig.

–T-tu padre siempre es así? —Preguntó Tweek mientras abrazaba a Craig.

–Pues... La verdad sí. Es irritante, siempre quiere mandar en mi vida, decirme que hacer y que no.

–N-no has hablado con él?

–Hablar? No tiene caso Tweek. El siempre está a la defensiva, si le digo la verdad en su cara, empieza a gritarme y a insultar. Es un imbecil de mierda.

–Vaya... Es todo lo contrario a lo que recuerdo de mi padre.

–Tu padre? Lo recuerdas aún?

–U-un poco. Tengo recuerdos v-vagos.

–Cuentame... Así pensamos algo antes de dormir.

Tweek se acostó junto a Craig, apagaron la luz y empezaron a conversar mientras miraban gacia el techo.

–Como era tu padre?

–E-era amable, honesto, divertido, algo libre... Siempre que llegaba del trabajo me daba una taza de café.

–Vaya... Eso explica tu adicción. Que mas recuerdas?

–El siempre me trató con cariño, hasta el último dia en que lo vi... A-a partir de ahí... T-todo —Los ojos de Tweek se llenaron de lágrimas, hablar de sy desaparecido padre lo entristeció notoriamente.

–Tranquilo amor, no digas mas... No quiero verte llorar Tweek.

–E-es que no entiendo. Como es que el y mamá, me trataban tan bien, y me abandonaron.

Una gran duda surgió en la mente de Craig. Según veía, los padres de Tweek nunca lo trataron mal, es mas, lo apreciaban bastante, pero algo sucedió.

–Tu no volviste a saber de ellos?

–No... Me dijeron que huyeron a una mejor vida, solo se eso...

Craug tenía una escaramuza de que había pasado, pero obviamente no era muy alentadora, por lo que dejaría el tema hasta ahí.

–Dime, tu te sientes seguro a mi lado? —Craig tomó la mano de Tweek y lo miró fijamente— Quiero saberlo...

–Contigo me siento mas seguro que con nadie... Es especial... Craig?

–Si?

–Promete no dejarme solo, está bien?

–Lo prometo. Lo juro amor.

Dicho esto, Tweek besó a Craig y empezó a dormirse.

Pero Craig no dormiría, cuando Tweek ya estaba dormido el azabache se levantó, buscó su abrigo, gorro y guantes y salió de la habitación silenciosamente. Su meta, averiguar qué pasó con los padres de Tweek.

El creía que una familia si sabía que había sucedido, y esos eran los Marsh. Pues eran amigos de los Tweak, y clientes del café familiar.

Craig salió en busca de la respuesta, dejando a Tweek en su cama, durmiendo plácidamente.

Si bien el chico de ojos azules veía su pensamiento muy lejano de la realidad, era necesario buscar la realidad, lo que había pasado.

Pero la respuesta no vino de parte de los Marsh, sino de dos personas totalmente distintas.