Me enamoré de ella

Capítulo 2: Lucy

Capítulo 2: Lucy

Cuando el avión despegó enfoqué mi vista en la ventana observando cómo se iba alejando del suelo y de mi hogar. Suspiré cuando ya solo podía observar la ciudad a lo lejos y las nubes sobre esta. Cerré los ojos y cientos de recuerdos de ella vinieron a mi.

Flashback:
6 meses atrás

Estaba platicando con mis amigos y me retaron a bailar en medio del salón, claro que acepté el reto, nunca había dicho que no.

Me estaba divirtiendo tanto hasta que en un momento todos dejaron de hacer ruido observando detrás de mí, giré lentamente y me encontré unos hermosos ojos azules viéndome directamente. Creí que el sonrojo de mis mejillas me delató ya que me regaló una linda sonrisa.

—Buenos días, jóvenes, tomen asiento, por favor. —Observó con una sonrisa a todos — Seré su nueva maestra de cálculo integral...

Ella seguía hablando, pero yo no podía apartar la mirada de ella, era tan hermosa, tendría unos 23 años aproximadamente.

—Rachel, reacciona la maestra te está hablando —en ese momento me di cuenta que todos me estaban viendo inclusive el par de bellos ojos de la nueva profesora.

—¿si? —pregunté al ver que ella me sonreía.

—¿Cómo te llamas? —cuestionó.

—Rachel Evans, mucho gusto, profesora.

—Mucho gusto, Rachel. Como les decía a tus compañeros mi nombre es Lucia, espero nos podamos llevar bien —nunca dejó de hablar con esa linda sonrisa.

Después de esa breve presentación, la clase empezó, ella poniéndose al corriente donde habíamos quedado con el antiguo maestro al que todos apodamos "el diablo", era un apodo tan popular que hasta los demás maestros lo conocían así, era un profesor que casi reprobaba a todo el salón, en mi caso me salvaba porque me la pasaba estudiando, no era una nerd, pero me gustaba llevar buenas calificaciones, así que tenía que esforzarme. Siempre había tenido una excelente relación con todos mis maestros, más vale prevenir que lamentar ¿no?

—Bueno chicos, les pondré unos ejercicios para ver cómo van en la materia, el que sepa cómo realizarlo por favor levante la mano y se le agregará como participación ya que es uno de mis criterios de evaluación.

Estaba al pendiente del ejercicio. Era algo muy fácil ya que lo estuve repasando toda la semana porque según esta semana íbamos a tener un examen. Después de que lo anoté, levanté la mano rápidamente, no solo era por la participación, quería impresionar a la profesora.

—Señorita Evans, por favor resuelva el ejercicio —me levanté de mi asiento y mis amigos comenzaron a burlarse como siempre.

—Nerd, tan matadita como siempre. —eran los comentarios que escuchaba, mientras con una sonrisa yo negaba con la cabeza.

—Es un don —respondí. Teníamos una amistad que era muy rara, nos molestábamos e insultábamos, pero nos amábamos. Nadie fuera del círculo de amigos nos podía insultar porque se metería con todos, éramos once amigos, así que no les convenía mucho.

—Jóvenes, por favor, silencio. —habló la maestra.

Mientras realizaba el ejercicio, me sentía tan nerviosa que hasta había olvidado como se hacía, más porque la profesora no había dejado de verme.

—Si quieres yo lo resuelvo, te tardas mucho, Evans —habló Valerie.

—Tranquila, mi amor, ya lo tengo, solo estaba recordando —le dije mientras volteaba a verla y guiñarle un ojo. Cuando regresé la mirada la profesora me está viendo con una ceja arqueada y no pude hacer más que sonrojarme.

—Listo, profesora, he terminado —la profesora Lucy se paró y observó el ejercicio. Estaba tan cerca. ¡oh por Dios huele tan bien!, Bueno, eso sonó raro, pensé.

—Muy bien, señorita, ha dado con el resultado correcto —simplemente le sonreí y regresé a mi lugar.

Así transcurrió la clase con más participaciones. Al finalizar me levanté y guardé mis cosas al igual que mis amigos.

—Vamos a la cafetería, tenemos 15 minutos antes de la siguiente clase —dijo Carlos, el más coqueto del grupo, el sabía que era guapo y sabía cómo aprovecharlo.

—Claro, quiero comprar algo, tengo hambre —respondió Ana y los demás lo apoyaron.

—Rachel ¿vienes? —me preguntó Valerie.

—En un segundo voy —me miró cuando vi a la maestra, solo me dió un guiño y se fue con los demás. Esperé a que el salón quedara vacío para acercarme a la maestra.

—¿Y cómo ve al grupo? —que pregunta más tonta has hecho Rachel, me reclamé a mí misma.

—Muy bien, algo conversadores, pero se ve que son buenos alumnos.

—Se hace lo que se puede —le sonreí —disculpé, ¿cuántos años tiene? es que se ve muy joven —me sonrojé después de preguntar.

—Gracias por el halago —sonrió —tengo 23 años, me acabo de graduar y se presentó la gran oportunidad de enseñar en este colegio.

—¡Wow! si es muy joven, pero se ve que es una buena maestra.

—Muchas gracias, se ve que tú eres una buena alumna.

—Algo, platico mucho, más con Valerie, luego verá. Esa pequeña no tiene un botón de apagado.

—Me di cuenta —sonrió —¿es tu novia?

—No, mi mejor amiga —sí que me sorprendió la pregunta, muy directa, eso me gustaba —pero así me llevo con ella. Bueno, con la mayoría de mis amigas me llevo así, soy un poco coqueta.

—Se nota —se sonrojó, solo le sonreí con una ceja levantada. No quería irme, pero no me dejarían entrar a la siguiente clase si llegaba tarde.

—Fue un gusto conocerla bella profesora, pero me tengo que retirar porque no me dejarán entrar a la siguiente clase —Me despedí de ella con un beso en la mejilla. Eso se sintió muy bien, más de lo que debería.

—Un gusto conocerte Rachel. —La vi sonreír una última vez antes de salir del salón.

Fin de flashback