Hay momentos de tu vida que guardaras siempre en tu memoria porque son tan mágicos que no se pueden tener en fotografía. El día que Rachel conoció a Emma fue uno de esos.
Me levante antes que Rachel y la vi tan linda dormida que no pude evitar sacarle una foto. Su espalda estaba con pequeñas líneas con puntos rojos pero supongo que la mía estaba igual. Era algo que no podíamos evitar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Agarre un plumón que tenía aún lado y le dibujé un corazón ella no se despertaría en un buen rato y yo estaba aburrida. Ella al sentir la el frío del marcador se removió.
—Emma— murmura con una sonrisa entre sueños provocando una sonrisa de mi parte.
—Eres tan bella— deje un beso sobre su espalda y me levante de la cama para preparar el desayuno que en realidad era comida por la hora, siempre que hacemos el amor ambas terminamos rendidas.
Me coloqué la blusa de Rachel junto con mis bragas y bajé a hacer el desayuno de ambas, justo cuando estaba terminando Rachel apareció por detrás rodeando mi cintura.
—No me gusta despertar y que no estés a mi lado— murmura con voz ronca escondiéndose en mi cuello
—Cariño no te duermas— susurro divertida y ella niega recargándose más sobre mi.— ya hice el desayuno. Come.
—Está bien— se sienta en una silla ella andaba igual que yo, solo se puso una blusa. Me siento de lado sobre sus piernas y ella me mira
—¿que? Esto es más cómodo— paso un brazo sobre su cuello— ahora a comer
—Provecho princesa— me da un beso en los labios
—Provecho amor— acarició su mejilla y empezamos a comer
—amo tu comida— besa mi mejilla—
—Bueno así se que te casarás conmigo— digo con una sonrisa— ¿como te sientes?
—Agotada— me regala una sonrisa— me dejaste agotada
—¡Oye!— me escondo en su cuello
—Es la verdad— besa mi frente, salgo de su cuello y observo como tiene las mejillas llenas de comida
—Amor no te llenes así la boca— achica los ojos— y no me veas así te puedes ahogar
—Esta bien— niega con la cabeza. Después de la comida nos duchamos y fuimos a ver el atardecer.
—Ven aquí— Rach estiró una manta en la playa y se sentó acomodándose para que me pusiera en medio.— te amo— recarga su cabeza en mi hombro mientras ambas vemos el atardecer— y nunca me cansare de decirlo.
—También te amo mucho amor— entrelaza nuestras manos y sonrió al ver los anillos brillar.— están hermoso los anillos que escogiste cielo.
—Cuando lo vi pensé "este anillo quedará divino en la mano de mi chica" y no me pude resistir— me rio por la manera en que lo dijo— espera le tomaré una foto a nuestras manos.— nuestra manos estaban en mi pierna y en la foto se lucían, ella sabía muy bien cómo tomar la foto, nuestras manos unidas notándose claramente el anillo con el atardecer de fondo, era una foto perfecta.
