En la actualidadMarinette se vio al espejo por tercera vez, se encontraba vestida para una cita a ciegas con un mortal, aunque en ese mundo ella también era considerada como una de ellos, una persona normal. Nadie jamás podría creerse que esa linda azabache era un ángel, que tras haberse enamorado de un demonio fue desterrada de su hogar y castigada a vivir sin amor y siempre sufriendo por lo que le ocurrió a su amado, sin saber dónde estaba o si aún estaba con vida, aunque sufría por todo eso, lo demás había salido a su favor, logro sobresalir cuando descubrió que tenía unas excelentes habilidades para el diseño y con eso se sostenía para poder vivir a su gusto, no tenía de que quejarse, era una reconocida diseñadora; lo descubrió cuando hace unos años atrás se decidió a dibujar al rubio con su característica ropa negra que cada vez que lo recordaba un suspiro de tristeza brotaba desde lo mas profundo de su ser.
Miró una vez mas el reloj y ya llevaba siete minutos de retraso, debía ir hasta uno de los restaurantes costosos que quedaban al otro lado de la ciudad de París. El hombre que la había citado pensó que sería mejor idea esperarla en el restaurante que estaba a una de las cuadras de donde trabajaba él, esos hombres no valían la pena, aunque parte de la culpa era de ella también ya que no le gustaba que nadie se inmiscuyera en su vida, a la única que había aceptado era a su única amiga: Alya. En un abrir y cerrar de ojos estuvo en un callejón cerca al lugar donde debía ir, los guardianes no le habían quitado sus poderes, pero sinceramente eran una carga para ella, por eso procuraba no utilizarlos a menos que alguna situación se presentará. Sí, eran una carga pero también debía admitir que le gustaba usarlos; algo irónico, sí
-Disculpe señorita, tengo una reservación a nombre de Marinette Dupain - Cheng -dijo la azabache dirigiéndose a la recepcionista del lugar.
Había hecho una buena elección con su apellido, lo eligió cuidadosamente cuando le preguntaron su nombre y ella respondió "Marinette". En ese entonces no tenía idea de lo que eran los datos personales.
-Sí señorita, la están esperando. -habló la chica sin siquiera mirarla.
Camino hasta llegar a una de las mesas donde se encontraba su supuesta cita, que al verlo de frente se encontró a un chico uno o dos años mayor que ella tal vez -teniendo en cuenta que su edad no coincidía con la real- , con semblante serio pero a la vez tierno, iba bien vestido y sin duda era guapo, no lo negaba.
"Vamos Marinette, no te dejes llevar por las apariencias". Pensó la azabache sentándose frente al pelirrojo.
-Buenas noches. -saludo Marinette por pura cortesía.
-T-tu debes ser Marinette. Mucho gusto, Nathaniel Kurtzberg. -el pelirrojo se levantó de su asiento y tendió su mano un poco sonrojado al ver a la bella chica que se encontraba ante sus ojos, sin duda era mas bonita en persona. -Perdón por haberte citado aquí, me surgieron algunas cosas en el trabajo y de verdad lo siento.
-Claro, ¿te parece si me hablas un poco de ti? No te conozco muy bien, pero estoy segura de que tu ya sabes todo sobre mi. -sonrió amable.
-¿Cómo no saber nada acerca de la gran diseñadora de todo París? -dijo el pelirrojo coqueto aunque a la chica le pareció mas un gesto adorable -Pues comenzare por decirte que es un gran placer estar contigo... Me gusta mucho el arte, tengo una maestría en esa área. Actualmente tengo veinticinco años, y trabajo en un museo, estoy seguro de que lo conoces, se llama...
ESTÁS LEYENDO
Ángeles y Demonios
FanfictionUn amor entre un ángel y un demonio, un amor prohibido que si algún día fuese descubierto, las consecuencias serían ciertamente desastrosas. Pero a ellos eso no les importaba, solo vivían el momento. Miraculous AU*