Marinette estaba durmiendo plácidamente hasta que las voces susurrantes comenzaron a atormentarla. Al principio no se lograba entender nada y aunque ella quería abrir sus ojos, simplemente no podía."Sola"
"Es imposible"
"Debes estar sola"
"Pagarás"La cabeza de la parisina no paraba de moverse de un lado a otro tratando de evitar esas horribles voces que solo le provocaban querer meterse en algún lugar seguro, ni siquiera podía mover su cuerpo, era como si algo la estuviera atando a su cama. Las voces se hacían cada vez más escandalosas y el no poder hacer nada solo la estaba angustiando de tal manera que sintió como las lágrimas humedecian su rostro.
A su mente llegaron imágenes devastadoras: Oscuridad, destrucción, sangre...
Sintió una gran sacudida que borró por completo esas imágenes y las voces fueron disminuyendo poco a poco hasta quedar en nada. Abrió los ojos de repente para encontrarse con el angustiado rostro de Chat Noir quien al verla jadeando y llorando no hizo nada mas que abrazarla y decirle que todo estaría bien.
Sonaría ridículo, pero él ya estaba llegando a su casa cuando se le ocurrió la brillante idea de regresar por las galletas a medio comer que Marinette le había hecho; en especial porque no había probado bocado en todo el día. Pero justamente ahora, esa estúpida idea sólo lo hizo querer darse palmadas en la espalda.
Después de tomar las galletas decidió salir haciendo el mínimo ruido posible, pero al pasar por la puerta de su princesa simplemente le fue imposible irse sin poder verla. Se acercó a la perilla y con una sonrisa ingresó a la habitación. Sonrisa que se esfumó al instante en el que escuchó los sollozos de Marinette, se apresuró a llegar a la cama y la encontró retorciéndose y llorando, la llamó por su nombre pero no funcionaba y eso no hacía nada mas que preocuparlo; tomó los hombros de la chica y le dio un fuerte sacudon que logró despertarla y a él calmarlo.
Chat tomó una toalla de papel y fue secando el rostro de la chica, observó su cuello mientras lo hacía y fue acercando lentamente la toalla a éste, secando el sudor. Hizo lo imposible para no mirar más allá del escote del pijama.
—¿Qué sucedió, princesa? —preguntó haciendo que Marinette temblara; suspiro —Entiendo si no quieres hablar, pero creeme cuando te digo que a veces esa es la mejor manera para tratar de buscar una solución.
Marinette cerró sus ojos con fuerza y negó rápidamente, lo que menos quería era preocupar a Chat con cosas innecesarias.
Y estúpidas.
Pensó luego de replantearse si decirle o no.
—N... Na-nada. Sólo fue una pesadilla. Una pesadilla —susurró lo último como si quisiese convencerse a ella misma de que así lo era.
—¿Sólo una pesadilla? ¿Y qué fue lo que soñaste?
Nuevamente su cuerpo tembló haciendo que preocupara más al héroe, no era normal que actuara de esa forma luego de un mal sueño; le estaba ocultando algo. No le gusto que guardará silencio, se veía tan frágil y vulnerable.
—Vamos, princesa. Dímelo. —tomó su mentón para que la chica lo mirara.
Marinette suspiro derrotada y decidió contarle: —Voces... Escuche voces... Eran horribles —agarró su cabello con desesperación recordando lo sucedido.
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Ángeles y Demonios
FanfictionUn amor entre un ángel y un demonio, un amor prohibido que si algún día fuese descubierto, las consecuencias serían ciertamente desastrosas. Pero a ellos eso no les importaba, solo vivían el momento. Miraculous AU*