Capítulo 31

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Capítulo Treinta y uno: Una Última Oportunidad a la Vida.

"—Corte una y otra vez mis piernas para intentar ahogar el dolor emocional y centrarme en el físico, ¿Y sabes lo que logré? Sumergirme a otro horrible mundo, uno que si se juntaba con la depresión, era capaz de derrumbarme de una abocetada psicológica."
Liam Alessandro Ponce.
—Hoja Volante 2.

Narrador.

Su vista seguía clavada en aquella blanca pared del baño que se encontraba en la habitación. Jhonny mantenía completo silencio, no comprendía el por qué seguía ahí con él, ya había soltado la basura completa que eran sus ahora supuestos amigos. Creyó que la vida había brindado lo peor hacia él, pensó que las burlas de sus familiares eran suficientes, que los recuerdos de cada golpe que su padre le dio, en algún momento se irían borrando de su mente... Pero todo fue lo contrario, la vida se encargo de estar a punto de disparar y hacer sonar el ultimo Pum [1].

¿Por qué volver a vivir? ¿Con que pretexto se pondría de pie y le haría frente a la vida? Todo se estaba comenzando a derrumbar —Pensaba Liam— para él, los motivos de seguir viviendo se estaban acabando.

—Volver a vivir— Susurró Liam —¿Como quieres que haga eso, Hamns? Todo está muerto, todo está gris. La tormenta finalmente llegó a su mayor punto, los tornados ya casi me alcanzan, y tenlo por seguro, harán que mi cuerpo vuele a biollenes de kilómetros de el lugar de el cual donde ahora estoy, hasta convertirme en alguien inexistente.

Jhonny aún seguía inadaptado a aquella situación. Estaba confundido, él solo había llegado a aquel lugar con la idea de abrirle los ojos a Liam, de que no esperara más a aquellas personas que minutos atrás creía que eran sus amigos, de que no creyera que era el único chaval al cual la vida lo estaba tratando de esa miserable manera. Él sólo quería hacerle saber que podía salir de aquello, pero no se esperaba que la conversación se extendiera más de lo planeado.

Su boca se encontraba entre abierta, a punto decir lo que su cerebro procesó al momento de escuchar a Liam. Ni siquiera sabía aún por qué se había quedado, pensó tanto hasta llegar a una sola conclusión: Si Liam se desahogaba, sus problemas se sentirían menos pesados, su mente no estaría ocupado en guardar los líos mentales ó eso es lo que él realmente cree. Su fé en aquel momento, era la más fuerte, nadie la paraba, y si alguien se atrevía a decirle todo lo contrario a lo cual él creía, estaba dispuesto a callarlo de una sola vez.

—¡¿Es enserio, Ponce?!— Se volvió a escuchar la voz de Jhonny —: ¿Cancelas tu vida por qué sí? ¿Donde dejas a tu madre, tu hermanito, Sofía y a Valentina?

—Tú no sabes nad...

—No me vengas con eso, Liam— Interrumpió Jhonny —Esas son las razones por las cuales tienes que seguir viviendo. Dale un alto a esos pensamientos, ponte de pie, y brindale una última oportunidad a la vida— La mirada de Jhonny estaba clavada en Liam, aunque este estuviera embelesado en aquella blanca pared.

—¿Y después? — Preguntó con torpeza Liam.

—¿Y después? — Repitió aquella pregunta Jhonny, dando a entender que no sabía a que se refería.

Liam se sentía el chaval mas inexperto en aquello que se hace llamar "Vida" pero ¿Quien no lo es? Sin embargo, su cabeza interrumpía, manejaba odio y al mismo tiempo el amor que sentía por sus amigos chocaba en su pecho. Quería saber el por qué sus amigos le habían dado la espalda, quería saber el por qué lo apuñalaron.

¿Envidia?— Se preguntó Liam a sí mismo, pero se auto respondió de inmediato negando con la cabeza. No creía tal cosa, Keneth no tenía de que envidiarle a él. Y ¿Shelsey? vamos, ¿Que podría envidiar una chica de mi? —Se volvió a responder.

Jhonny solo observaba los gestos que Liam hacía, por momentos. Llegó a pensar de que había dejado en shock al chico, por darle aquellas noticias, sin antes haber lanzado una advertencia. Tenía demasiado claro que los ánimos de aquel chaval no están ni por arriba del cinco por ciento de estabilidad, estaba mal y se arrepentía de haber llegado a matar más a Liam.

Sin palabras, Jhonny se puso de pie, dio un ultimo vistazo a Liam, y este ni se movía, mucho menos levantaba la vista, su mirada estaba completamente perdida en aquella pared, ¿Su rostro? Mostraba furia, mostraba todo aquello que haría que una persona se calificara como "Peligrosa" o "Intimidante" sin embargo, tenía que ir con Sofia, tenía que hablar sobre Liam, era en la única persona en la cual el tenía su confianza. Jhonny salio a toda prisa, a tal manera que ignoró la pregunta de la señora Ponce, es más, ni atención le prestó.

Jhonny aun desconfiaba de Liam, estaba completamente fuera de control. Tanto física y ni hablar de su estado emocional. Ese no era el Liam del cual tanto se hablaba en el colegio, definitivamente no lo era. Algo en su pecho le dictaba que no dejara a aquel chico solo, pero su terquedad le repetía constantemente que tenía que hablar con Sofia.

Liam se acurrucó en la esquina de aquel baño, mientras mantenía su cuerpo encorbado se limpió con furia una lágrima que comenzaba a descender por su mejilla izquierda.

—No lloraré por ningún imbécil— Susurró amargamente —No lo haré, no lo merecen— Se puso de pie y comenzó a dirigirse hacia la puerta de su habitación, la cogió de la perilla y con todas las fuerzas que su cuerpo almacenaba, la lanzó violentamente y con ansiedad la aseguró para que nadie volviera a entrar, no que quería que nadie más viera su rostro de decepción, no quería que nadie más admirara y se burlara de su derrota —¡Maldita sea! —Gritó seguido de un puñetazo a la puerta —¡¿Por qué yo?!

Liam aún no se hacia la idea de que sus amigos le hubiesen traicionado, le parecía algo... Imposible. Pero ¿Por que tenía tanta coherencia aquello que Jhonny había dicho? y ¿Por qué? ¿Por qué sus amigos le habían dado le espalda? El enojo y el pensar tanto, le llevaron a sumergirse en un profundo sueño, un sueño del cual sabe Dios que no iba a ser de calma.

***

El móvil de Liam comenzó a vibrar sin parar, mensajes desesperantes hacían que el Led parpadeara continuamente. Liam achicó los ojos y se lo pensó mas de cinco veces si cogía o no el celular. Pero el parpadeo fue persistente hasta que se decidió en cogerlo y abrir la notificación.

El celular se puso en blanco, y después o de unos segundos, la aplicación de WhatsApp estaba abierta, mientras dejaba a la vista 5 chats sin contestar, y un enunciado que decía "28 mensajes de 7 conversaciones" las conversaciones en pantalla eran de hace varias semanas, y la más reciente pertenecía a Sofia.

[Chat 1] Sofia.
(9) Liam... por favor, contesta.

[Chat 2] Shelsey
(4) Contesta, trato de ayudarte.

[Chat 3] Ashton
(2) ¿Que te pasa? ¿Es cierto lo que Shelsey está diciendo?

[Chat 4] Valentina
(1) Necesito saber si toda esto es cierto.

[Chat 5] Keneth.
(8) Liam, por favor. Abre la ventana. Te necesito, amigo.






Más Frío Que La Nieve | Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora