Capitulo Veintiuno: Triste Navidad."—Querida navidad ¿Cuando empezaste a ser tan fría y dolorosa? ¿Cuando tus luces a pesar de estar encendidas dejaron de brillar?"
—Anonimo.Casi todo el barrio de donde vivía Liam estaba completamente emocionado, esperando media noche para simular que el niño Jesús estaba naciendo. Los villancicos retumbaban de esquina a esquina, los niños con tanta emoción lanzaban sus tronadores, silbadores, luces de bengala; Por otro lado, estaba Liam Ponce, aquel chico de mirada perdida, boca curvada y con aquellos ojos negros que parecían tener una capa de vidrio, estaba sólo, recostado en aquella trasparente ventana observando la emoción de los demás y perdido entre sus dolorosos sentimientos.
Aquel chico sentía una gran presión en su pecho, ganas de gritarle al mundo que guardara silencio, que respetaran, pero cuando estaba a punto de abrir se boca, la cerró de choque al saber que estaba pensando como un egoísta. No todos tenían esa valiosa oportunidad de tener momentos de felicidad extensos, es más, un gran privilegio era para aquella persona que los tenia.
Liam no fue un afortunado, su momento feliz duró tan poco, dos años, el no se quejaba aunque aquellos hubiese sido muy poco, pero les había sacado valor. Vivió maravillosos momentos junto a Victoria que jamás tacharía de su libro rojo.
La vista de aquel chico escudriñó el ambiente de su hogar, todos celebraban, todos sonreían, todos bailaban, aunque disimularan, Liam podía observar las miradas de lástima que su familia le lanzaba.
La madre de Liam comenzó a dirigirse a él. Pobre mujer, le dolía tanto ver a su hijo de esa manera, se rompía en billones de pedazos su corazón al ver como su hijo era sumergido al mundo de la depresión. Ella sin decir una sola palabra se acercó, y con el temor de que su hijo rechazara su abrazo rompió barreras y lo abrazó;
Tiempo sin sentir el abrazo de su pequeño, aquel que era sonriente, aquel que le encantaba cantara villancicos a todo pulmón, aquel que adoraba poner las luces navideñas junto a sus padres... Todo aquello, ahora solo eran recuerdos.
—¿Sabes, Liam?— Dijo la señora Ponce después de terminar su cariñoso abrazo.
Liam sin decir una palabra ofreció como respuesta una mirada.
—Es tiempo de que la dejes ir, querido. Es tiempo que comiences a luchar por ti mismo, acaba con esto, corre, triunfa, ¡Vence!
Liam sentía que presionaban su corazón como aquella vez que miró a Victoria en el muelle. Es que si tu miraras el rostro del chico sentirías una apretón en el corazón como el lo sentía, ya no era el mismo, no, no lo era, fue como si Victoria se hubiese llevado su felicidad junto a ella.
Una lágrima comenzó a caer por la mejilla de Lism y la limpió rápidamente. —¿Sabes, mamá?— Dijo el finalmente —. Es fácil pedir que alguien hago algo sin pensar en los obsstuculos que esa perdona tiene delante— Bajó su mirada. Aquella punzada en su corazón no se iba estaba persistiendo, y de la manera más violenta.
—Lia...
—¡No!— Interrumpió él —; No es tiempo aún, disfruta tu la navidad hoy, disfruten la navidad hoy ustedes— Gritó incosientemente. Se puso de pié y se dirigió a la salidad. Salió dando un fuerte portazo y comenzó a caminar sin marcar un rumbo fijo.
Aquel chico que le habló de Dios hace mucho tiempo lo miró salir cargando una gran furia, comenzó a correr para poder alcanzar a Liam mientras gritaba. —¡Oye! ¡Tu, el chico molesto!
Liam lo podía escuchar, pero no se volteaba, no quería hablar con nadie, quería estar a solas, hasta que sintió que alguien tocó su hombro y se detuvo.
Y allí estaba, el chico que le había hablado de Dios hace mucho tiempo, estaba agotado y Liam sentía aquella curiosidad de saber el porque lo había seguido.
—¿Estas bien?— Preguntó aquel chico.
La peor pregunta que le habían hecho a Liam en esa navidad. Él solo observaba a aquel chico detenidamente.
—¿Que quieres?— Preguntó, evadiendo la pregunto que aquel chico le había hecho.
—Ayudar— Respondió el chaval.
—Nadie me puede ayudar— Dijo secamente w y comenzó a caminar dejando al chico atrás.
El chico lo seguía, Liam escuchaba sus pasos tras él. Aquel chico comenzó s hablar aunque Liam cargara ese genio.
—No se que es lo que te ha pasado, tampoco quiero parecer un metiche, solo quiero ayudar, quiero hacerte sonreír aunque sea un poco.
—Y ¿Desde cuando sonreír es una necesidad?— Dijo Liam —¿Sabes que es perder a alguien que tanto amabas? — Lo miró fijamente —¿Sabes que es perder a aquella perdona que era la que traía carcajadas, sonrisas y felicidad a tu vida? Si no tienes respuesta a alguna de esas preguntas, no, no puedes ayudarme.
—Per...
—Enserio, te lo agradezco— Interrumpió al chico —Pero quiero estar solo, no quiero que me hablen, no quiero que me ayuden, no quiero escuchar sermones, solo quiero Soledad y Dolor, nada más.
—Feliz Navidad— Dijo aquel chico con un tono demasiado triste.
Liam solo asintió y comenzó a caminar.
Despues de llevar un buen tiempo caminando decidió ir a visitar a Victoria, a su hermosa Victoria. A paso rápido se dirigió al cementerio sin importar el escalofrío y temor que le causaba ese lugar a altas horas.
Finalmente estaba cara contra lápida, se sentó y pegó su frente junto a aquel fragmento de cemento. En aquel lugar solo se escuchaban sus sollozos, sus lágrimas caer, y de ves en cuando un golpe contra la lápida.
—Se supone que esta navidad juzgaríamos a lanzarnos bolas de nieve, que haríamos muñecos mutantes de nieve, visitariamos la plaza de patinaje en hielo, se supone que este era el mejor cuento de hadas donde existía un felices para siempre — Las lágrimas de Liam caían a chubascos, sus sollozos eran fuertes al nivel de su dolor —¡Se supone que era una feliz navidad! — Comenzó a golpear la lapida con sus puños —y no, es una Triste Navidad— sus nudillos sangraban, y esta se complementaba con las lágrimas y la nieve que comenzaba a caer.
N/A
¡Hola! Paso para desearles una feliz navidad y prospero año nuevo(Lo sé, es un poco irónico que plasme esto en el cap) pero que más da, quiero comentarles que este cap si está conectado con la historia, solo que dos capítulos después del capitulo dieciocho, pero por hoy, es especial, jejeje. Un abrazo y que coman demasiado :3
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Más Frío Que La Nieve | Libro 1
Roman pour AdolescentsLas lágrimas del cielo con melancolía caían danzando, esos hermosos copos de nieve que poco a poco decoraban los árboles de blanco anunciaban la llegada de un triste invierno para Liam Ponce. La vida puede amargarse de mil maneras, y generalmente a...