Capítulo 10

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—¡Hola!

Mark apareció gritando en medio de la oscuridad, con Rubén caminando calmado a su lado. Agitaba su mano eufórico hacia nosotras.

Le sonreí, éste tipo es tan animado que su alegría es contagiosa, el solo verlo hace que todo mi alrededor pierda importancia; es relajante… y desesperante a la vez.

—Hola Mark, ¿listo para llevarte a Dani?—le preguntó Tori con cierto tono de burla en su voz. El castaño no hizo caso a su intención, cualquiera que fuera.

—Completamente, y tú, ¿nos vamos?—me dijo posándo su brazo sobre mis hombros y pegándome a él.

—Por supuesto que sí.

—Bien, entonces yo me voy—interrumpió Rubén dándose la vuelta y moviendo su brazo para despedirse.

—¡Nos vemos mañana!—gritó Mark.

Los tres caminamos hacia donde estaba el clan de Mark, Tori también pertenecía ahí; por eso le hablaba con tanta confianza a Mark, ellos, podría decirse, son familia.

Mientras más caminamos, el piso se iba haciendo mas y mas profundo y estrecho, como resultado, las paredes a nuestros lados se alzaban cada vez mas, ahora el cielo parecía mas lejano que hasta hace un par de minutos.

Los chicos charlaban animadamente de asuntos tribiales, la verdad no estaba prestando mucha atención hasta que Mark mencionó el nombre del ojiverde, entonces enfoqué mi vista en él dispuesta a escuchar lo que tenía que decir.

—¿No te enteráste?—le preguntó el castaño a Tori, ésta negó con la cabeza.

—No, para nada.

—Hoy anunciaron oficialmente el compromiso de la hija del Rey, en un par de días habrá una fiesta para celebrar.

—Dale, ya. Gorahk se sacó la lotería cuando lo comprometieron con ella, es super linda y atenta, estoy segura que será una excelente esposa, y reina.

—Un momento… —los interrumpí. Me detuve en seco; ellos se pararon frente a mí, uno a cada lado—¿Gorahk se va a casar con la hija del Rey?

—Sí, el Rey dió la noticia hace unos dos o tres meses.—contestó Tori sonriente.

¿Pero qué el no había besado a Tori? Y ella lo decía tan tranquila… me confunde.

Sin decir nada mas, seguimos hacia adelante. Llegamos a lo que parecía ser el final del pasillo, en donde dos puertas metálicas y algo oxidadas nos tapaban el paso. Mark cojió una llave que colgaba de una cadenita en su cadera del lado derecho y la metió en la cerradura; después de girarla un par de veces, ésta cedió y las puertas se abrieron, mostrando una ciudad subterránea enorme.

Casas enormes de cuatro o mas pisos por todos lados, gente de cálida mirada cafe caminando de aquí para allá; niños, hombres, mujeres y ancianos hablando entre ellos, sonriendo gracias a bromas y contando algunas otras.

Y dicen que casi no hay gente de ojos cafes; no me imagino cuánta gente habrá en los otros clanes.

Mientras caminabamos, Mark respondía efusívamente a quienes lo saludaban, agitando su mano y sonriendoles; Tori les sonreía tambien aunque claramente menls animada que el castaño.

—Bueno, nos vemos luego, supongo—dijo la chica girándose en un sendero que había a nuestra derecha—¿Estarás bien?

—Por supuesto—le dije—creo que estaré bien con Mark.

—¿Desconfía usted de mí?—chilló Mark haciendose el ofendido mientras ponía una mano en su pecho.

—Por qué crees que estoy preguntando…

Entre el Cielo y el Infierno I: "Batalla de luces y sombras".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora