Capítulo 8

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De no ser porque escuché la puerta azotarse no me habría percatado de que Gorahk se había marchado. De igual manera, no me giré a ver a Tori sino que fue ella quien se acercó a mí y posó una de sus manos en mi hombro descubierto.

—¿Tienes hambre? ¿Quieres algo?

—No… —lo dije casi en un susurro—solo estoy cansada, me gustaría dormir un poco.

—Claro, ven, te llevaré a la habitación de invitados.

Se escuchaba desanimada pero comprensiva, como si entendiera que no me sentía con ánimos. Subió las escaleras guiándome por los hombros delante de ella, como dije antes, estas casas son mas grandes que la cabaña de Gorahk, algunas de mas de una planta y la de Tori es de dos. Seguimos por el pasillo y entramos en la segunda puerta del lado derecho.

—Escucha… yo, bueno lo que pasó…

—¿Vas a darme explicaciones?—la interrumpí—¿porqué? Realmente no es que me importe, lo acabo de conocer, a ambos en realidad… si me disculpas, solo quiero descanzar.

Tori me sonrió nostálgicamente, yo hice lo mismo.

—Escucha, casi no estoy en casa asi que si se te ofrece cualquier cosa sientete libre, esta es tu casa—me dijo antes de darse la vuelta y salir cerrando la puerta detrás de sí.

Suspiré. Opté por acostarme, después de todo ya es bastante tarde.

Como siempre, mis sueños no tenían sentido ni lado amable. Había un chico, parecía ser alto. Tenía el cabello castaño y los ojos grises; estaba en un salón de clases en el cual yo entraba minutos despues, él se me acercaba y me susurraba algo incomprensible para mis oídos. Ponía una de sus manos en mi hombro, entonces yo bajaba la vista y me daba cuenta de que que llevaba un uniforme escolar, pero al volver mi vista al chico, éste ya no estaba. Escuchaba entonces un susurro en el aire.

<<Lucha>>

Y desperté con los rayos del sol entrando en la habitación. Me senté en la cama y coloqué un mano en mi frente; me duele un poco la cabeza, lo que me faltaba.

Me paré y salí del cuarto en busca de la cocina, que ví poco después de bajar las escaleras. No sé porque me puse a buscar como desquiciada algo de comer por poco mas de dos horas si al final terminé exactamente igual. Con hambre. Y así me esperaban unas horas mas, no estoy segura de cuantas pero sé que son muchas. ¿Y ahora qué? Es igual que en la choza olvidada de Dios que tiene Gorahk, solo que mas grande...

La cerradura de la puerta empezó a girar, me dí cuenta por el sonido.

Subí corriendo lo mas silencioso que pude hacia mi habitación; abrir la puerta no fue problema pero al cerrarla hizo un crujido que sonó hueco. La verdad no sé porqué salí huyendo si bien podía ser Tori ya de regreso; supe que fue buena elección al escuchar la voz de un hombre.

—¡Daniela!—gritó el chico.

—¡Shh! No grites tan fuerte, tarado—dijo otra voz.

Así que son dos hombres, y al parecer saben que YO estoy aquí… aun así no sé si deba salir.

Permanecí con mi oído pegado a la puerta, ya no había voces pero se oían pasos que subían uno a uno las escaleras. Un paso mas, sudor en mi cuello… otro mas, me tiemblan las manos… se detienen frente al cuarto, abro mis ojos como jamás lo había hecho. La perilla empieza a girar.

<<Mierda, no puse el seguro>>

Pensé que se abriría poco a poco pero en cambio recibí un fuerte portazo en mi sien izquierda que me hizo caér de espaldas al piso…

Entre el Cielo y el Infierno I: &quot;Batalla de luces y sombras&quot;.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora