Capítulo 7

58 4 1
                                    

Estaba en un bote, el bote que tenía mi padre en el que íbamos a pescar cada temporada, era un bote un poco viejo pero bien conservado y funcional.

Mi cuerpo se mecía suave con las olas, sincronizándose con ese movimiento repentino que producía el mar; una pequeña gota de agua cayó sobre mi nariz cuando me dirijía a la orilla, y ésta ocacionó que abriera mis ojos. Aún saliendo de aquél trance de sueño, me seguía meciendo, levanté mis pesados párpados y ví que alguien me cargaba, seguro era Gorahk. Mi cabeza recargada en su pecho; su mirada fija al frente y sus brazos debajo de mí me traían paz.

No me moví. No sé si notó que me desperté pero mi cuerpo pesa tanto que prefiero evitar el caminar, asi que cerré mis ojos otravez.

Abro mis ojos una vez más, está todo completamente cubierto por la oscuridad. Hace una noche fresca, la cortina se agita por el viento que hace; Gorahk parece no notarlo ya que duerme sin cobijarse, o talvez notó que yo no dejaba de temblar y decidió darme toda la manta.

Él se gira hacia mí, está profundamente dormido lo cual sé por como su pecho sube y baja relajado y tranquilo, sus ojos estan cerrados con delicadeza y sus lentes reposan a un lado de su cabeza. Lo miro un segundo. ¿Qué le pudo haber pasado para que terminara aquí? O mas bien, ¿Qué hizo para merecer el infierno? No me lo puedo imaginar haciendo algo tan malo aunque bueno, las apariencias engañan. No pude dormir por el resto de la noche; parece que el haber dormido ayer todo el día hoy me está cobrando factura. Me acuesto de nuevo pero antes de darle la espalda a Gorahk lo cubro con un poco de la cobija y me acerco un poco mas a él, con la esperanza de que un poco de calor me haga colciliar el sueño.

—¿Qué estás haciendo tan cerca de mí, ratón?

Su voz me despertó de pronto. Me giré para mirarlo.

—Tenía frío… —susurré.

—Claro… párate ya, te sacaré de aquí.

Se paró y me ayudó.

—¿A dónde iremos? Creí que no debía salir.

—Sí, pero creo que han comenzado a sospechar que estás aquí, aprobecharemos que tu olor humano casi desaparece para que te quedes en otro lado, así les será imposible rastrearte.

—¿Pero a dónde me iré entonces?

—Con Victoria, ella te cuidará un tiempo… escucha, iré a arreglar unas cosas y volveré por tí al atardecer, despues nos iremos.

Sin decir nada mas salió y en un instante ya estaba sola en la cabaña de nuevo… ¿Y ahora…?

Una hora… dos horas… cuatro horas… seis horas…

cincuenta y ocho… cincuenta y nueve…  las nueve de la noche… en todo ese tiempo paseé por la cabaña, me recosté en las cobijas, tarareaba canciones… incluso conté unos pocos de mis cabellos, llegué a los 247 antes de desesperarme.

—Vámonos, ya—me senté de golpe sorprendida por Gorahk en la puerta.

Se desesperó de que yo no me movía y entró completamente por mí, me puso de pié y con la manta del piso me envolvió casi por completo dejando sólo visible mi rostro.

—Ésto cubrirá un poco tu rastro para que no nos sigan, ahora ven—Se agachó y me cargó entre sus brazos.

No dije nada, durante todo el viaje iba en shock, no supe nada inteligente que decir asi que me limité a "disfrutar" el viaje a mi destino insierto; alcanzava a ver el cielo oscuro, ni una sola estrella brillaba… y el metón de Gorahk quedaba frente a mi frente. Él olía como a sudor y algi muy masculino, era embriagador…

Llegamos a un lugar donde las casas eran grandes y mas organizadas, pero de madera igualmente. Nos detuvimos frente a una y subimos los escalones de la entrada, luego Gorahk tocó tres veces. Tori no tardó en abrir.

—¿Gorahk? ¿Pero qué…?

—Hola, Tori…

Gorahk empujó a la chica sin dar explicaciónes y entró lo mas que pudo.

—¡Gorahk! ¿Qué haces aquí?—chilló Tori de inmediato.

—Bien, eh… necesito que la cuides por un tiempo—dijo y me puso sobre el suelo—sólo en lo que consigo otro lugar—me quitó la cobija de encima.

—¿Qué? Gorahk, ¿sabes lo que me estás pidiendo? Es peligroso tenerla aquí.

¿Peligroso? ¿Es peligroso que yo esté aquí? O… ¿Soy yo la peligrosa…?

—Sé que es algo arriesgado pero no te lo estaría pidiendo si no estuviera dispuesto a protegerlas.

—Pero Gorahk… si nos descubren seremos tú y yo contra todo el ejercito…

—El ejercito está bajo mi mando ahora… además, "los chicos" están dispuestos a ayudar.

—¿¡Qué!?—exclamó Tori sorprendida—¿Cómo los convenciste?

—Después te digo… Tori, de verdad necesito que la cuides… recuerda nuestro trato…

Tori se quedó pensativa llevando su vista de Gorahk a mí… yo tambien los veía a ambos bastante confusa.

—Bien… pero no será por mucho, ¿deacuerdo?— dijo ella.

Gorahk sonrió y se acercó a ella para…

besarla…

Al principio Tori se sorprendió pero no dudó en corresponderle.

Algo se rompió dentro de mí… no estoy segura de porqué pero sentí un vacío en mi pecho de pronto, era doloroso y decidí no seguir viendo aquello, asi que me giré y discimulé ver un poco la casa…

Me sentía vacía ahora…

Entre el Cielo y el Infierno I: "Batalla de luces y sombras".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora