» Pistas perdidas

2.6K 209 34
                                    

Theo me ha llevado a casa una caja gigante con toda la información recolectada del caso que se les ha ido haciendo entrega, claramente no me llevó los documentos originales, sí no, que fotocopió todo para dármelo. A pesar del trabajo constante que tengo durante el día en la oficina, trabajando en expedientes y un caso nuevo de nivel dos (eso quiere decir algo fácil, patético y sin mucha intriga) me las ingenio para leer, unir y planificar datos.

Durante la primera semana de Julio, vemos que no ha habido demasiado cambios, según lo que rumorean las malas lenguas del edificio, el artillero de la muerte no ha dado una pista ni un rastro más, eso quiere decir que se ha mantenido ocupado y sobre todo oculto, muy, muy oculto.

Esto quiere decir que lo siguiente que hará será malo, extremadamente malo.

Hago una nota mental de hablar con Theo más tarde y vuelvo a mi trabajo.

Mientras estoy intercambiando unos correos con mi supervisor de caso, la puerta de mi oficina se abre abruptamente, pego un pequeño brinco en mi silla y levanto la vista con rapidez. Veo a Styles con una sonrisa en su rostro y sus brazos cruzados sobre el pecho, noto también que las personas fuera de mi oficina están viendo hacia donde estamos, lo cual me coloca sumamente incomoda.

—Styles ¿Qué puedo hacer por ti?

—Necesito de su ayuda criminal agente—habla él lo suficientemente algo como para que los demás vuelvan a sus asuntos.

—Tome asiento—hago una referencia a la silla vacía frente a mí, Harry asiente, pero antes de ir hacia donde se supone pondrá su cuerpo cierra la puerta y me da una mirada.

—¿Qué tanto me vez?

—Me gusta el color de labial que tienes hoy.

Ruedo los ojos para evitar sonrojarme y ponerme a sonreír como idiota.

—¿Solo has venido para eso? Si es así no tengo tiempo.

—Oh ¿Tienes un caso tan espectacular como el de nosotros?

—Ni de coña—me río cruzando mis brazos y recargándome en mí silla—es una mierda y todos lo saben, pero yo busque esto así que no importa. Ahora dime ¿A qué has venido exactamente?

—Prefiero no decirlo, si no, mejor enseñártelo.

Estoy por preguntar a qué demonios se refiere, pero cruza la habitación en dos grandes zancadas y está frente a mí, inclinándose hacia mi cuerpo y estrellando sus carnosos labios contra los míos en menos de tres parpadeos.

No soy capaz de reaccionar de inmediato, porque quiero decir; el acaba de simplemente abalanzarse sobre mí, otra vez. Pero bueno, no puedo quejarme, muy en mi contra he estado pensando y repitiendo en mi cabeza el único y excitante beso que Harry y yo nos dimos hace unas semanas atrás. Había deseado tanto que se repitiera, que me asustaba. Y ahora, aquí estamos, mis labios comenzando a moverse contra los suyos, mi lengua encontrándose con la suya.

Me levanto de la silla, sí, dios, no puedo quedarme sentada simplemente. Me levanto y cojo entre mis puños su camiseta acercándole a mí y haciendo que nuestro beso sea más profundo. Sus manos me tocan por todos labios, y cuando creo que nada más puede suceder, me coge por los muslos y me alza para sentarme posteriormente en el escritorio. Se mete entre mis piernas y me sujeta las caderas con tanta fuerza que me quejo.

¡Jesús, María y José! Este hombre sí que sabe besar.

Todo mi cuerpo lo está sintiendo, el hormigueo que estaba solo en mi bajo vientre ahora se ha transportado a todos los lugares de mi organismo. Siento a Harry en todas partes, por todos lados y eso me gusta. Mierda, sí, me encanta. Tanto así, que lo único que estoy pensando es en bajarle los pantalones, llevarlo a una silla y montarlo como loca.

Caso 765 » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora