Capítulo 21.

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Desperté el sábado por la mañana estirando mi cuerpo, por alguna razón lo de la anoche anterior no me había sorprendido, Jackson hacía cosas así todo el tiempo.

Me levanté de la cama y tomé una ducha, me quedé unos segundos bajo el agua, dejando que se deslizara por mi cuerpo, pensando en múltiples razones por las que Jackson solía ser así conmigo.

De las últimas veces que pasaba algo malo con él, no había sido grosero, pero sabía que le costaba quererme, algo le hacía mal, y como siempre, todos mis pensamientos llegaban a la misma conclusión.

Jackson seguía queriendo a su ex, y sentía que no podía hacer nada contra eso, pero me daba miedo el saber que podía perderlo. Que en cualquier momento podría llamarle y arreglar las cosas, y que de un momento para otro, como es su costumbre, pudiera irse.

Me arreglé un poco y salí a dar un paseo por las calles de Seúl, me tomé el tiempo de pasar un rato a solas, para también acostumbrarme a la idea de pasar tiempo conmigo, era algo que debía aprender a hacer.

Desde que llegué a éste hermoso país, he estado rodeada de gente desde el primer día, y lo agradezco infinitamente. Pero me gustaba la idea de quedarme un rato a solas conmigo, no había tenido tiempo de estarlo.

Decidí pasar por un café, a un pequeño local cerca de casa, era un día un tanto frío, así que comprar algo caliente me parecía la mejor opción. Mientras tomaba mi americano con crema, decidí leer el periódico que vendían ahí mismo.

— Hola Al.— Alcé la vista para toparme con los ojos marrones de Park Jinyoung.

— ¡Hola Jin!— Cerré el periódico y lo puse sobre la mesa.

— ¿Puedo sentarme? — Dijo y me dedicó una sonrisa, asentí y arrimó la silla a mi derecha para tomar asiento.

— Me da gusto verte fuera del colegio, ¿Qué haces por aquí?— Pregunté sin dejar de mirarle.

— Oh, vivo muy cerca de aquí, a veces vengo a comprar el periódico, un café y regresar a la cueva.— Rió un poco, y yo le hice segunda.

— Bueno, hoy no regreses a la cueva, platícame cómo estás.— le dije y bebí un poco de mi café.

— Estoy muy bien, gracias por preguntar.— Notamos que la chica que atendía se acercaba, Jinyoung miró rápidamente la carta de cafés y escogió un capuccino, despidiendo a la chica con una de sus bonitas sonrisas.

— Y bien... ¿Qué harás después de beber tu café?— Preguntó y me miró.

— Creo que no haré nada, ¿Por?

— Deberíamos salir, vayámos a visitar tiendas, o a caminar a un parque, hagámos algo, ¿Si?— Propuso con una sonrisa en la boca, asentí y bebí de mi café.

Jinyoung se acomodó los lentes sonriendo, y bebió del suyo, ambos nos quedamos en silencio nada incómodo por unos segundos, era un chico agradable.

Terminamos nuestros cafés entre una breve charla sobre el colegio y examenes próximos, me contó un poco más sobre él y yo le platiqué el porqué de haber venido a Corea, pagó ambos cafés después de una breve discusión sobre quién invitaría la próxima.

Comenzamos a caminar por las tiendas de ropa de Seúl, encontrándome con un bonito vestido rosa pastel dentro del mostrador, era bonito.

— ¿Te gusta?— Preguntó acercándose a la ventana de la tienda, asentí sin dejar de mirar la delicada prenda.— Deberías probártelo.— Dijo y me miró.

— Oh, no no, ya he comprado ropa.— dije negando con la cabeza, sabía el caballero con porte de príncipe que era Park Jinyoung, no quería que gastara dinero en mí.

— Anda, mídete eso.— Dijo tomándome por los hombros y guiándome dentro de la tienda, sonreí ante el acto y tomé el vestido en mi talla, entré a los probadores y me cambié, quedando dentro del vestido, good luck Alanna, no había espejo dentro del probador, por lo que debía salir, suspiró antes de abrir la puerta y salir.

Jinyoung buscaba ropa en un estante frente al espejo, así que me miré antes de que el mayor me mirara, justo antes de poder regresar al probador.

— Se te ve lindo.— Me giré para mirarle.

— Gracias, ya vámonos.— dije antes de entrar y quitarme el vestido, salí y dejé el vestido en el estante en el que lo había encontrado, antes de poder caminar a la salida, Jinyoung lo tomó y corrió a la caja.

— ¡No Jinyoung!— Aventé mi cabeza para atrás como acto de impotencia y corrí para quitarle el vestido de las manos.

— Muy tarde, ya está pagado.— Contestó entregándole su tarjeta a la chica de la caja.

Negué con la cabeza y le dí un suave golpe en el brazo. —Babbo.—

Sonrió y me entregó la bolsa rosa pastel, le agradecí y salimos.

Ya era tarde, Jinyoung me ofreció llevarme a casa, así que accedí. Caminamos por las calles mientras platicabamos de cosas random y reíamos de uno que otro chiste. Llegamos al portón de la residencia en donde vivía.

— Gracias por lo de hoy Jinyoung.— hice una reverencia para agradecerle.

  — No agradezcas bonita, gracias a tí por pasar el día con éste perdedor.—   negué con la cabeza.

  — No eres perdedor, no digas eso.—  Sonreí acto seguido y saqué las llaves de mi bolso para poder entrar, abrí la puerta y me detuve para despedirme. — Descansa Jinyoung, ve con cuidado.— 

Asintió con la cabeza y se despidió ondeando la mano, había sido un buen día después de todo. 

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Ya sé que me odian por no haber subido en años, pero gracias por esperarme, intentaré subir más frecuentemente.

Espero que se queden hasta los próximos capítulos, que se pondrá bueno.

LAS QUIERO.

  




Good feeling. / Jackson Wang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora