Good feeling. / Jackson Wang.

Capítulo 26 ( + 18 )

(Éste capítulo contiene lemon, si no quieren leerlo pueden saltárselo.)

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En cuanto entramos a la habitación, se dirigió a la cama para poder acomodarme con cuidado sobre la tela blanca de la sábana que la cubría. Me acosté agarrada a su cuello, para que su boca no dejara de saborear la mía y se posó encima, apoyando sus brazos a los lados de mi cuerpo para no dejar caer todo su peso sobre mi. 

Su diestra bajó hasta mi cintura, donde dejó algunas caricias por debajo de mi blusa mientras mordía mi labio inferior, tirando de él con cuidado de no lastimarme. En cuanto soltó de mi labio hinchado, bajó hasta mi cuello dejando un camino de besos mojados, para dejar algunas mordidas y chupetes en mi cuello, moví un poco mi cabeza para que pudiera actuar y desesperada, busqué la orilla de su playera, arrancándola para dejar el torso de Jackson desnudo frente a mis ojos, mi corazón no dejaba de acelerarse después de verlo así, por lo que quité mi blusa también. 

Jackson mordió su labio, haciendo que me calentara mucho más de lo que me estaba sintiendo en ese momento y bajó a mis pechos, masajeándolos por encima de la tela del sostén que aún me cubría mientras regresaba a mi boca para besarme ahora más desesperado que antes. Llevó sus manos cálidas a mi espalda, haciendo que la piel se me enchinara por el contacto y desabrochó mi sostén con rapidez, dejando mis pechos desnudos a la vista del mayor. 

Sin dudarlo bajó hasta ellos, llevando uno a su boca para lamer y succionar mi pecho                                        , haciendo que mi espalda se encorvara un poco, mientras un sonido de voz ronca salía de mis labios por inercia. Repitió lo mismo con el otro, mientras su mano diestra bajaba por mi abdomen hasta mi intimidad, rozándola por encima de mi pantalón, haciendo que sintiera la cabeza cada vez más caliente. 

Se separo unos segundos para quitar mi pantalón, admirando mi cuerpo semi desnudo mientras una sonrisa aparecía por sus labios. 

— Alanna, eres hermosa. 

Me sentía vulnerable frente a él, mis mejillas se habían tornado rojas y me temblaban las piernas, mi cuerpo estaba, literalmente a su disposición. Quería que Jackson me tocara, mi cuerpo se encorvaba como si de una conexión magnética se tratara, pidiendo más de el rubio. 

Se quitó el pantalón también, dejándome ver su miembro erecto por encima del bóxer negro que llevaba. Me hinqué sobre la cama, tomándolo del cuello para posarlo en la cama, ésta vez yo encima de él y coloqué mis piernas a los lados de las impropias, para acomodarme encima del chico y comenzar a mover mis caderas para rozar su miembro con mi feminidad que aún se encontraban cubiertas por la ropa interior de los dos. Su rostro demostraba que le gustaba lo que hacía por lo que llevó sus manos a mis caderas para moverme a su modo.

Una vez estuve lo suficientemente mojada, me giró para quedar a orillas de la cama, acostada boca arriba. Quitó su bóxer e hice lo mismo con mis bragas, estando listos para sentirlo dentro de mi. Se colocó encima para dejar un corto beso en mis labios. 

— Si te duele, házmelo saber ¿si?

Asentí y rozó su glande con mi entrada, poco a poco entró por mi feminidad. Una mueca de dolor se formó en mi rostro, haciendo que mi mano apretara con un poco de fuerza el brazo del chico. Su cadera se movía con lentitud hasta acostumbrarme al ardor en el estómago que poco a poco fue desapareciendo, reemplazándolo por placer.

El dolor había desaparecido, por lo que le indiqué que podía hacerlo más rápido. Me sonrió y comenzó a moverse más rápido y más profundo. Los jadeos podían escucharse en la habitación, incrementando su velocidad conforme lo hacían las embestidas de Jackson. 

Me giró con cuidado, dejándome sobre mis rodillas y manos, para introducir su miembro erecto en mi entrada de nuevo, embistiendome ahora más agresivo. Los sonidos de placer inundaban la habitación casi por completo de parte de los dos, anunciándonos que estábamos cerca de tocar el clímax. La voz ronca de Jackson hacía que me excitara más por lo que llegamos al éxtasis juntos, con embestidas rápidas y algo violentas. 

Pude sentir cómo me mojaba del líquido espeso de Jackson, quien se había salido antes de venirse. Mi feminidad se sentía demasiado húmeda, por lo que me acosté en la cama, apretando mis piernas las cuáles seguían temblando demasiado. Wang se acostó a mi lado, dejando que me acurrucara a su lado intentando calmar la agitada respiración de ambos. 

Sonreí como boba, pues había sido perfecto. Nos quedamos ahí, abrazados mientras el sueño se apoderaba de los dos, haciendo que cayéramos en los brazos de Morfeo.

Esa noche me había entregado por completo a Jackson Wang.

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Chiquillaaaaas, ésta vez les traje, no sólo uno, si no dos capítulos porque sé que se lo merecen. De verdad espero que les guste.

Estaré actualizando mínimo una vez a la semana porque me he alargado mucho con la novela y ya sé que soy terrible. Ahora sí no me voy hasta acabarla.

Mariana.