Capítulo 27

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Desperté a la mañana siguiente cubriendo mi cuerpo desnudo con la delgada sábana blanca que le cubría, acostumbré mis ojos a la luz como pude y me giré, notando que Jackson no estaba en la cama. Supuse que estaría abajo preparando algo de desayunar, por lo que me quedé ahí acostada, recordando una y otra vez la noche anterior. 

Me levanté y entré en la camiseta de Jackson que aún se encontraba tirada en el suelo. Me la coloqué encima, disfrutando del masculino aroma del castaño de ojos avellana que tanto me gustaba. 

Bajé a la cocina, encontrándola vacía y formé una mueca de confusión, aunque asumí que se habría ido por alguna urgencia. Recordé que debía ver a Jinyoung en la cafetería para trabajar con el proyecto de artes. Entré a la regadera para tomar un corto baño con algo de prisa y salí para arreglarme.

Me pareció que un suéter blanco de cuello debajo de mi vestido negro se vería bien. Acomodé mi cabello en una media coleta dejando mis babyhairs libremente y me coloqué mis tennis blancos. Un poco de máscara de pestañas, rubor y labial serviría, aunque era claro que traía las mejillas aún coloradas de anoche. 

Me hubiera gustado ver a Jackson antes de irme con Jin, pero era tarde y debía conservar mis buenas calificaciones si quería seguir en Corea. Salí por la puerta y comencé a caminar rumbo a la hermosa cafetería a la que solía ir. Miraba la pantalla de mi teléfono, esperando un mensaje de Jackson mientras le escribía que estaría con Jinyoung esa tarde, pero nada.

Ni un sólo mensaje. 

Me hubiera gustado poder decir que estaba bien, que entendía que podía estar ocupado, pero el miedo ya se estaba apoderando de mi cuerpo. 

¿Y si me deja de hablar de nuevo?

Llegué al lugar, sentándome en una de las mesitas con la mirada perdida, mis pensamientos estaban en otro lugar cuando una pequeña mano me sacó de mi trance. Levanté la mirada, encontrándome con los ojitos de Jinyoung. 

— Ah, hola Jin.— Una sonrisa apareció en mi rostro.

— Ally, ¿Todo bien? — Tomó asiento en la silla frente a mi mientras me miraba directamente a los ojos con preocupación — No te movías nada cuando llegué, parecías ida.— Para conocer poco a Jin, parecía que notaba rápido mis cambios de humor.

— Oh, sí. Estoy bien, gracias por preocuparte.— Sonreí ahora más tranquila y le hice una seña a la chica de la cafetería para indicarle que estábamos listos para ordenar. Jin pidió un café espresso y yo un frappé de matcha con vainilla. 

Aunque llevábamos un rato haciendo el proyecto, la tarde se hacía muy amena con Jinyoung a mi lado. Era muy divertido y tranquilo, en clase solía ser muy serio y atento, me gustaba esa versión de él y me gustaba que lo fuera conmigo.

— Realmente no suelo ser así, contigo me siento cómodo de expresarme como quiero, es agradable estar junto a ti, Al.— mencionó en cuanto terminamos de mandar el archivo escrito y me regaló una de sus hermosas sonrisas mientras arreglaba sus lentes, como lo hacía siempre.

— Gracias por tenerme la confianza Jin, me gusta que puedas ser tú conmigo.— Le devolví el gesto mientras una notificación llegaba a mi celular, un mensaje de JB. 

Si Jaebum iría a buscarle no debía preocuparme tanto entonces

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Si Jaebum iría a buscarle no debía preocuparme tanto entonces. Terminé de beber mi frappé en compañía de Jinyoung y me acompañó hasta mi casa, pues cada vez era más tarde y no tardaba en oscurecer. 

— Espero que le guste el trabajo, ahora sólo quedará hacer la maqueta y habremos terminado.— Jinyoung se veía contento por cómo habían salido las cosas, por lo que asentí.

— No dudo que le gustará, me atrevo a decir que somos los más listos de la clase, seguro nos irá bien.— Mencioné mirando mis pasos, los cuales iban tranquilamente por as oscuras calles de Seúl. 

— Al, en serio gracias. Jamás creí que podría llevarme así de bien contigo.— Soltó el alto chico y lo miré curiosa.

— ¿Por qué creíste eso?

— No sé, eres la chica más bonita de a clase, creí que jamás podrías hacerme caso, tan sólo dirigirme la mirada.— Pude notar cómo sus mejillas se tornaban rojizas mientras agachaba la cabeza para no mirarme — Pero eres una chica increíble, realmente nada debería hacerte cambiar jamás.— Dijo mientras una pequeña sonrisa ladeada aparecía en su rostro aún cabizbajo. 

Llegamos al portón de mi casa y agradecí por todo, el chico me abrazó como un modo de decir que me cuide y caminé dentro. Me senté el el sillón cuando alguien tocó a mi puerta, era Jae.

Su cara estaba pálida, estaba sudando y sus ojos se veían llorosos, en automático me preocupé y lo pasé para cerrar la puerta. 

— Hermano, ¿Qué pasa? — Pregunté angustiada, mientras JB me miraba con preocupación. Su cuerpo se abalanzó al mío con cuidado y me sostuvo fuerte.

— Jackson se fue, Alanna. 



Good feeling. / Jackson Wang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora