(Nashi tiene tres años, por lo cual en algunas partes hablara raro, y se verán mal pronunciadas las palabras, solo lo digo por si las cacas y no crean que me equivoque)
Natsu se despertó y sonrió al ver a su pequeña en sus brazos plácidamente dormida, sin duda alguna nunca se arrepentiría de haber tenido a Nashi, claro que había sido un accidente, Natsu era muy calenturiento y Lissana no se negó, pero aun así el estaba feliz, sin Lissana pero tenía a su pequeño rayo de luz... Nashi.
Natsu no iría a trabajar ese miércoles, estaba cansado, decir que no estaba triste sería mentir, Lisanna era tan buena, linda y cariñosa... ¿En qué momento se hizo haci? No podía dejar a Nashi sola, además de que Nashi tambien deberia de estar afectada, ¿Y como no estarlo usando tu propia madre te escupe en la cara que te odia y que arruinaste su vida?
Natsu recostó a Nashi en su cama y acaricio su suave pelo rosado igual que el suyo, solo sonrió y se fue a la cocina a preparar el desayuno, quería que Nashi olvidara todo lo que pasó la noche anterior, no quería que por culpa de Lissana Nashi creciara con un trauma o algo por el estilo.
Ese miércoles Natsu estaba dispuesto a hacer que fuera el mejor miércoles de su pequeña, preparo el desayuno favorito de su hija, unos Hot Cakes con cajeta y miel, su vaso de leche de chocolate y su jugo de naranja, Natsu abrió el refrigerador buscando la miel, la saco y observó una cerveza que estaba guardada.
-¿Porque no? -Se preguntó Natsu sacando la cerveza, tal vez no era lo mejor para el desayuno, ¿Pero qué más daba?
Cuando el desayuno estaba preparado para los dos, se adentro a su cuarto y observó a Nashi dormir con su gato llamado Happy, Happy un extraño gato de color Azul que en lugar de maullar dice "Aye" a veces estaba con Natsu, otras veces se iba y regresaba a las cuantas horas con un pescado en su hocico.
-Nashi... vamos nena a desayunar -Natsu susurro en el oído de su hija, esta solo se removió entre las sábanas, y Natsu río.
-Te hice tu desayuno favorito -Dijo Natsu y Nashi ya estaba abrazando a su padre diciéndole gracias.
-Vamos, nena por aquí -Natsu vio en una revista que no hay que tomar de la mano a un ciego, o por lo menos que no se acostumbren a no estar solos, así que Natsu solo hablaba y Nashi seguía la voz de su padre.
Nashi caminaba lentamente tentando todo a su alrededor para no golpearse.
-El expreso Dragneel se dirige a la cocina -Natsu sin previo aviso tomo a Nashi en sus brazos y la llevó hasta la cocina moviendola de un lado a otro, la risa de Nashi inundó todo el departamento, debido al trabajo y los problemas con Lissana Natsu tampoco podía pasar todo su tiempo con su pequeña, pero ahora sería todo diferente.
Natsu sentó a su pequeña en la silla frente a la mesa y acarició su cabeza.
-Madam ¿Que desea para desayunar? -Natsu había cambiado su voz tratando de imitar a un mesero de un restaurante de primera clase.
-Hatkake Hatkake -Dijo emocionada la pequeña Nashi mientras movía sus pequeñas piernas de un lado a otro.
Natsu colocó frente a Nashi un plato de Hot Cakes, Nashi dio un brinco de emoción al escuchar el plato frente a ella y al sentir el aroma del Hot cakes llenar sus fosas nasales.
-¿Jugo o leche de chocolate? -Pregunto Natsu sin salir de su papel de mesero, pero antes de que Nashi dijera algo Natsu le ganó la palabra.
-Eres una niña hermosa -Nashi se sonrojo ante el comentario de su padre -Solo por eso la casa te dará ambos -Nashi sonrió y asintió con energía.
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Papa soltero
FanfictionNatsu Dragneel tiene 22 años, tiene una pequeña hija llamada Nashi de tres años, pero su vida no es fácil, Lissana, madre de Nashi, odia a su hija a mas no poder ¿La razon? Nashi es ciega... gracias a eso Lissana los abandona.