Capitulo 34

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  —¿Sabes que legalmente ya no puedes hacer nada verdad?

—No ayudas Bickslow

El hombre continuo conduciendo a Magnolia, por capricho de su novia, la peliblanca que hace años abandono a su familia, a su marido y a su hija.

  —Escucha Lissana, eres mi novia y todo eso, pero esto no es moralmente correcto ¿Sabes?

Lissana suspiro.

—Lo se... Se que debo alejarme de ellos.

—¿Entonces?

—Solo quiero tratar de arreglar las cosas ¿Sabes? Solo un intento, si no quieren no me volverán a ver en sus vidas.  


  —Es agradable pasar el día en el parque.

Nashi estaba acostada sobre el mantel que sus padres habían llevado, haciendo nada... Simplemente disfrutando del clima.

Mas sin embargo nadie le contesto a Nashi. 

  —¿Podrían dejar de hacer eso?

  —¿Hacer que?

Le pregunto Natsu mientras que su novia estaba sonrojada a su lado.

—Besarse, no puedo verlos pero escucho como se están comiendo. 

  —Hora del almuerzo.

Interrumpió la rubia sonrojada, ya sabia la debilidad de los dos miembros de su familia, la comida, esa era la única manera de distraerlos de algún tema.  


Habían pasado años desde que iniciaron los tratamientos de Natsu contra la leucemia, pero no parecían tener éxito, en algunos casos incluso parecía que su enfermedad aumentaba.

—¿Como te sientes?

Lucy entro a su habitación con una charola de comida y medicamentos para Natsu, Natsu ni siquiera había podido levantarse de la cama desde que se había despertado. 

Natsu abrió débilmente sus ojos para ver a Lucy, se veía tan hermosa, por un momento creyó haberle visto alas de un ángel, tan hermosas, blancas como el color de las nubes. 

Lucy dejo la charola en la mesa de noche de Natsu y se sentó en la cama con el, Natsu no podía formular ni siquiera una palabra, Lucy tomo una de las manos de Natsu y sintió como este la presionaba, se sentía fatal, ella lo sabia y hacia todo lo que podía para ayudarlo. 

Lucy se sobresalto cuando escucho la ronca y fuerte tos de Natsu, como ella ya sabia le paso una servilleta, era la cuarta vez que tocia sangre en lo que llevaba del día.

Para Lucy era le peor tortura psicológica que podía vivir, ver a la persona que mas amas en un estado tan... Deplorable.  

Lucy tomo con sus dos manos la única mano que Natsu tenia libre, la tomo tan fuerte como pudo en ese momento, como si con ese apretón de mano Natsu se fuese a curar.

Nashi no era la excepción de Lucy, ella se sentía igual o peor por el estado de su padre, Lucy tenia que faltar al trabajo por Natsu, y Nashi o iba a la escuela o se iba con Bisca y Alzack.   

  —Anímate linda. 

Nashi se seco la pequeña lagrima que se había escapado. 

  —Tu padre estará bien ¿Verdad Bisca? 

La mujer asintio lo dicho por su marido.

—El siempre sale de aprietos, desde que lo conocemos es así.

Papa solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora