Capitulo 23

4.1K 377 54
                                    

¿De que servía mentir? Ya no eran niños, ya habían madurado lo suficiente como para saber que las cosas no pasan por que si, si algo paso fue por algo.

Joder claro que se gustaban, pero no era tan sencillo.

Para Natsu, su leucemia, su hija, sus adicciones, su alcoholismo, sus antecedentes.

Para Lucy era un poco mas sencillo, ella no tenia que preocuparse de casi nada ¿Sus padres? Natsu no era el primer novio que sus padres conocería, si es que pasa algo.

Mientras Lucy y Bisca se hacían amigas, Lucy no pudo evitar en mirar a Natsu, debajo de la clara luz de la luna llena de aquella fría noche en Magnolia, mientras Natsu dejaba salir una bocanada de humo que el muy bien sabia que no tenia que estar fumando.

Debajo de la Luz de la luna, Lucy pudo ver su cuello, la horrible cicatriz que cubría con la bufanda que ahora tenia puesta su hija, Lucy solo pudo preguntarse algo ¿Qué es lo le paso para tener semejante cicatriz?

Natsu a pesar de estar divirtiéndose con su amigo, algo en el fondo lo incomodaba, claro, quizás sea su leucemia.

Siempre mirando a sus amigos, sabiendo que algún día su hija dependerá de ellos, ya que algún día, el ya no será su padre, algún día Nashi ira a despertarlo y simplemente no le responderá.

—¿Qué le paso en el cuello?

Lucy, sin darse cuenta había interrumpido a Bisca, esta la miro extrañada un momento, luego se fijo en que Lucy estaba mirando a Natsu, y esta también lo hizo.

—¿Su cicatriz?

Lucy asintió.

—No lo se, siempre que le preguntamos cambia de tema.

¿Qué podía ser para que a Natsu no le guste hablar de ello?

—Tal vez si tu le preguntes te diga que es lo que paso.

Lucy desvió la mirada y sus ojos se cruzaron con los de Bisca.

—¿Yo?

—Si tu.

Lucy la miro perpleja ¿Por qué ella?

—¿Por qué yo?

Bisca rodo los ojos, curiosamente ese gesto le recordó mucho a Levy, cuando preguntaba cosas o decía cosas obvias.

—Porque tu eres un poco diferente.

—¿Diferente?

—Tu solo pregúntale si quieres, pero solo si quieres, si no, entonces no debería de importarte.

Lucy asintió sin decir mucho mas, decidió cambiar de tema para que Bisca ya no insistiera.

—¿Enserio disparas armas de fuego?

Le pregunto la rubia con los ojos en forma de estrella, Bisca estaba sonrojada desviando la mirada, claro y como no si fue por eso que conoció a su esposo... Quien era su instructor.

—Si, Alzack, mi marido era mi Instructor, comencé a ir por pasatiempo y por que en ese momento me sobraba el dinero, y sin saber en que gastarlo fui y aprendí a desarmar, armar y disparar armas de fuego.

—Eso es como en las películas, además es muy romántico, una joven novata que quiere aprender a disparar armas de fuego, conoce al guapo, frio y genial instructor.

—Vamos Lucy, me haces sonrojar.

A Lucy le encantaba crear historias de amor en todas partes, lo hizo con sus padres, lo hizo con Levy y Gajeel, incluso hizo una con Loke y su novia Aries, aunque esta parece la definitiva.

Papa solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora