Capitulo 36

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Nos separamos de ese beso tan cálido ante la falta de aire. 

—Tranquilo Natsu, mi papá me pidió que fuéramos todos juntos.

Natsu hizo un gesto que yo ya sabia que quería decir con ese gesto... Estaba claramente dudoso sobre si ir o no ir, tome su mano.

—Por favor Natsu, esto es importante para mi, quizás papá ya se dio cuenta de su error y querrá enmendarlo de alguna manera.

Natsu dudo un momento antes de suspirar.

—Esta bien, pero que sepas que lo hago por ti y no por tu padre.

Sentí la mirada de Natsu, al parecer le dio ternura el gesto que hice.

—Mamí

Nashi entro por la puerta con un cepillo de pelo enredado y colgando de su cabello rosa.

—¿Me ayudan?

Nashi nos pidió que le ayudáramos, claramente estaba molesta del que Natsu y yo nos reímos por verla en tal estado. 


Cuando llegamos a la casa de mis padres ya no lo sentía como hace años, antes me sentía feliz, satisfecha y contenta de volver a ver a mis padres, pero ahora me siento nerviosa, como si yo hubiese echo algo malo, cuando en realidad era mi padre quien lo había echo.

Me hizo llorar muchas veces, decía cosas horribles de Natsu y de Nashi sin sentido alguno, era mi madre la que lo tenia que calmar.

Como siempre, virgo fue quien abrió la puerta, ahora que veo su rostro de nuevo me doy cuenta que no a envejecido en lo absoluto.

—Princesa... ¿Regreso a castigarme?

Suspire, al igual que no envejecía, no cambiaba en lo absoluto.

—Que mala eres Lucy.

Natsu me miro de forma desaprovatoria, aunque siempre me hacia lo mismo no me cansaba, era divertido.

—Sus padres la están esperando en el salón principal.

—Gracias Virgo, nosotros iremos solos.

Virgo asintió y se fue por la cocina sin mas.

Lo que nunca me acostumbraría seria en las exageradas formalidades de Virgo, le tuve que decir como 20 veces que no tenia por que llamarme ama, que bastaba con princesa, y no se diga mi madre, a pesar de que solo es trabajo de Virgo son realmente buenas amigas.

Al llegar al salón solo estaba mi madre, leyendo una revista de moda, lo primero que hice fue correr a sus brazos, ella muy gustosa me correspondió el abrazo.

—Hay mi niña hermosa.

Sonreí ante la forma tan cariñosa en la que me llamo, al momento de separarnos ella tomo mi mejilla con su mano.

—¡Solo mirate! ¡Cada día estas mas hermosa!

Me sonroje de la vergüenza ante los cumplidos de mi madre.

—Vamos, no digas eso mamá, me avergüenzas.

Mi madre me rió dulcemente, pude escuchar a mis espaldas las risas de Natsu y Nashi.

—Si no me crees a mi ¿Por que no le preguntamos a mi yerno?

—No se equivoca señora, su hija cada día está más hermosa.

—Siii, mi mamí es hermosa, es una reina.

No pude evitar sonrojarme al escuchar como me deban cumplidos Natsu y Nashi.

Papa solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora