Martes 18:15 de la tarde.
Cierro los ojos, como un impulso inmediato.
El ruido del disparo inunda mis oídos. Pero en ningún momento siento que el impacto llegue.
-No puedo
La observo mientras deja la pistola en el suelo. Sus manos tiemblan mientras eso ocurre.
-Van a ir por ti si no lo haces Kiara. -desde luego, ni yo sé porqué me preocupa eso. -No vamos a discutir de nuevo eso.
-¿Siendo tan amable enamoraste a Betty?
Suspiro.
-¿Quieres que me dispare a mí mismo? Lo haré, en serio. -miro su cabello castaño revuelto y la forma en la que mira al suelo frustrada. Y sí, me parece guapa. No tanto como Betty, claramente. -¿Kiara?
-Da igual, creo que puedo con este asunto yo sola. Siento molestarte con todo esto. Soy una ilusa porque pidiendo ayuda no resuelvo nada. Papá no volverá a la vida, tampoco se resolverá su deuda y mucho menos esos tipos me dejarán tranquila. -levanta la cabeza para mirarme. Sus ojos azules me miran con pánico. -¿Que haces?
Sostengo la pistola con una mano, después de recogerla en el suelo. No conozco otra alternativa. Creo que también me quieren quitar de en medio a mí. Quién sabe porqué.
-Te lo repetiré. Me dispararé.
-No puedes hacer eso ¿Y si algo sale mal? Tienes a tus amigos, a tu padre y también a Betty.
Me quita la pistola y la guarda en la pequeña mochila que cuenta de sus hombros. Kiara observa mi rostro con una mueca, siento que eso solo oculta las ganas que tiene de decir algo.
-Lo siento, no quiero que tengas una herida de bala por mí. -agarra la solapa de mi chaqueta por unos segundos. -Lo siento -esta vez lo murmura. Prácticamente leo sus labios para intuir que ha dicho eso.
Abro la boca para decir algo, quizá para decirle que no tenía que sentir nada, que las cosas simplemente pasan. Pero siento un golpe en la parte trasera de mi cabeza. Caigo al suelo inmediatamente, antes de que todo se vuelva negro.
Miércoles 09:43 de la mañana.
No tengo la menor idea de donde estoy. Todo esta oscuro a mi alrededor, en una pequeña habitación llena de eco por la falta de decoración. En la esquina sólo hay una pequeña cama. No he intentado sentarme ahí, el suelo parace una buena idea por ahora que tanto mis manos cómo mis pies están atados.
No hay ni una opción para salir de aquí. Probablemente esperen a que me muera de hambre.
En el exterior escucho gritos. Creo que es de una chica y espero que no sean de Kiara. Espero que ella esté con ellos y ahora mismo no le estén haciendo nada. Pero esa voz suena a ella.
Archie habrá notado mi ausencia esta mañana y al ver que tampoco Betty sabe mi paradero estarán preocupados y buscándome. Eso espero.
No quiero morir aquí.
La puerta se abre haciendo ruido. Antes de que pueda incorporarme para levantarme, se cierra de nuevo dejando a Kiara tirada en el frío suelo. Hay un par de cortes visibles en sus brazos y rostro. En otras partes la sangre esta visiblemente seca provocándome un escalofrío al pensar cuento tiempo ha aguantado esa tortura. La observo con preocupación mientras me acerco a ella para observar mejor sus heridas.
-Estoy bien. Deja de mirarme con lástima.
La chica dura no deja de ser así ni cuándo está apunto de desfallecer.
No me encuentro en las mejores condiciones tampoco, pero sí que puedo tirar con delicadeza de ella hasta que pueda dejar caer su cuerpo sobre el mio y tiro con delicadeza hasta dejarla sobre la cama. Yo me tumbo a su lado también.
-Llevo días sin dormir. Tengo miedo a cerrar los ojos y que ocurra algo malo. No me siento lo suficientemente segura. Mis ojos pican y pesan tanto -arrastra las palabras a la misma vez que frota sus ojos. Tiene los ojos rojos, debajo de ellos hay unas enormes ojeras de color oscuro y su expresión es de alguien totalmente rendido y agotado. Ella se ve realmente devastada. -Voy a cerrar los ojos por unos minutos ¿vale? No voy hablar, pero estaré despierta -lleva a cabo la acción que había descrito segundos antes. Acaricio su cabello, por instinto intentando trasmitirle algo de paz. De esa que ya no dispongo ni en una pizca de mi ser, pero intento darle lo poco que queda a ella.
Ella está siendo débil dejándose caer sobre esta cama, y durmiendo después de días con insomnio acompañado de miedo. Mucho miedo. Yo estoy siendo débil dejando que el silencio me rodee mientras sigo acariciando el sedoso y castaño cabello de Kiara. Hace un par de minutos que su respiración es calmada, eso quiere decir que había caído en brazos de morfeo.
Contemplo sus parpados cerrados, sus largas pestañas, la forma en la que descansa angelicalmente sobre la manta que cubre el colchón. Tiene sus manos en puños todavía, apretando la tela de mi camiseta. Me siento cómo si estuviera, de alguna forma, encadenado a ella con ese gesto. Y no me importa, no ahora mismo. No cuándo estoy a punto de quedarme dormido. No cuándo su perfume y el olor a sangre invade mis fosas nasales. Y mucho menos cuándo empujo fiera de mi mente el dichoso pensamiento que hace referencia a lo poco que conozco a esa chica.
Normalmente no le das a un extraño una pistola para salvarle la vida. En circunstancias normales, en ocasiones clichés no duermes plácidamente junto a un desconocido. No encuentras la paz junto a una persona de la cual ignorabas su presencia hace menos de dos semanas.Tampoco es normal estar retenido de esta manera y mucho menos es lógico dormir ahora. Pero siento que esto, en este instante, parece la única opción. Lo único razonable que podría estar ocurriendo. Y ahí, es cuándo me duermo.
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Gracias por leer. 💓
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Maldito cliché. » Jughead Jones
Fanfic"¿No fuiste tomada en cuenta cuando eras pequeña? ¿O mamá nunca te felicitó por tus dibujos? ¿O papá prefería haber tenido un hijo varón? ¿Se acercaron alguna vez a ti amigos falsos por ser asquerosamente rica y desde ahí no confías en nadie? De tod...