Capítulo veintiséis

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Domingo 23:57 de la noche.

Lo primero que hago después de salir del Pop's es llamar a la madre de Betty para asegurarme de que ella ha desaparecido de verdad. Tras comprobar que sí, decido correr hasta donde se hospeda Kiara.

Voy a la habitación y golpeo la puerta sin control de mi fuerza. La morena abre la puerta con pánico en su rostro.

—Esta vez no tienes perdón -golpeo lo primero que encuentro en mi camino descargando mi rabia. —¿Por qué tienes que meterte donde los espectros y robarles algo? ¿No decías que no querías un jodida guerra?

Noto que ella me mira con incertidumbre acompañada de miedo. No puedo creer que Hughes me tenga miedo.

—No entiendo que estás diciendo.—su voz suena calmada. Eso me pone de los nervios.

—¿No lo entiendes? Los espectros tienen a Betty por culpa de algo que tú has hecho. Deberías de dejar de joder a la gente que está a tú alrededor. Betty no se merece estar así por tu culpa, me da igual por qué has robado eso, pero lo tienes que devolver antes de que le hagan daño.—digo con frustración, angustia y miedo. He perdido los nervios desde hace tiempo y no lo puedo ocultar. Ahora mismo incluso puedo decir que le hablo con odio a Kiara.

No sabe que decir. Se queda durante un largo minuto mirándome frunciendo los labios.

—¿T-tienen a Betty? Joder, lo siento. —la angustia se refleja en su voz. Pero da igual que se disculpe y se sienta mal, eso no cambia nada.

Escucho aplausos detrás mío. Me giro y en la puerta se encuentra Audrey. No me había dado cuenta de su presencia.

—No vas a devolver nada a ese tipo, Kiara. -camina hasta posicionarse en medio de la habitación. —Y en cuento a ti-me señala. La frialdad con la que me mira es espeluznante. —Al parecer eres tú quién no eres suficiente para mi hija.

Un puñal se clava en mi pecho cuando dice esas últimas palabras. Duele.

Me empuja en cuento suelta eso y prácticamente me arroja fuera de la habitación. Después, cierra la puerta frente a mí.

No tengo ni idea de lo que hacer en esta situación o como se supone que tengo que actuar. Estoy desesperado.

La puerta frente a mí se abre entonces, dejándome ver a Kiara con una expresión de angustia similar a la que tengo yo.

—Tranquilo Jughead, voy a ir hasta esa gente y traeré de vuelta a Betty. -desliza sus dedos por su espeso cabello negro, retirándolo hacia atrás. —Todo irá bien.

Asiento. Ahora solo puedo pensar en que quiero de vuelta a Betty sana y salva. Ella ha ocasionado esta situación, así que la tiene que solucionar también. Es lo justo.

Aún así, no puedo dejarla ir sola. Los espectros son sumamente peligrosos y no me perdonaría que le hicieran algo también a ella.

—¿Qué has robado, Kiara? —pregunto directamente, sin perder el tiempo.

—Unos papeles con todos los términos del acuerdo entre espectros y Hiram Lodge

La observo durante un par de minutos sin articular palabra. No puedo creer que exista algo así siendo eso una prueba crucial para demostrar todo lo que están haciendo al resto de Riverdale.

Ella sigue hablando.

—Si les devuelvo los papeles, aún así, no se van a fiar de que no vaya a divulgar ninguna copia. Van a querer algo más aparte de que vaya a dar la cara ante ellos. —su expresión no me dice mucho, pero siento que está calmada y reflexionando de forma sensata.

—No puedes ir sola hasta allí ¿de acuerdo? Hay que saber que quieren realmente, ya que no creo que sea los papeles de vuelta. No hay forma de que puedan saber si ya no has hecho algo con ellos.

No conozco a los espectros, ni los objetivos reales que tiene para hacer todo esto. No sé que hay detrás de todo y me hace sentir de los nervios. Quieren destruir Riverdale, eso es lo único que percibo de toda esta situación.

—Bueno, creo que necesitamos un plan. Llamaré a mi padre por si el tiene alguna idea de qué hacer en esta situación. Alice estará de los nervios en ese instante- —Audrey me interrumpe.

—Yo me encargo de mantenerla calmada.

Me sorprende eso, pero asiento. Ella sabe que es lo mejor en este tipo de situaciones. No confío en Audrey, pero lo hago en Kiara, aunque haya sido ella quién nos ha llevado a esta situación. Es por un bien común, me repito una y otra vez. Al parecer quiero perdonarla inconscientemente lo más pronto posible.

—Jughead —me llama Kiara. Tira de mi brazo y pasa sus brazos por mi cuello abrazándome con amor.

Audrey nos mira atentamente. Puedo notar su mirada clavada en mí, aunque lo intente ignorar, sigue estando a nuestra derecha.

—Voy a por Alice —anuncia. Segundos después se escucha la puerta de la habitación. Nos ha dejado solos.

Continuamos ahí parados, en ese abrazo tan extraño para mí en esta situación.

—Estuve con ese tipo. Por eso lo conocía y pude estar allí tranquilamente. Estaba enamorada de él.

Escuchar de su boca que estaba enamorada de ese tipo me hace quedarme sin aire.

—¿Enamorada?

—No fueron tiempos fáciles para mí, caí rendida por él. Mi padre estaba en desacuerdo con todo esto. El día que murió habíamos discutido por eso. —toma aire para continuar— Después de morir mi padre dejé a ese tipo.

Me quedo en silencio, quiero decir algo, pero las palabras no salen. Seguimos juntos y abrazos. No puedo ver su rostro, pero deseo poder hacerlo.

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Pienso darle fin a este historia aunque no subiera capítulo en tanto tiempo. A poder ser ese fin será muy pronto. 🌹

Maldito cliché. » Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora