Kiara sigue siendo un misterio a cada segundo que transcurre. La llegada del Sheriff sirve para que cada uno se sentara en su respectivo lugar. Después, se inician veinte minutos de preguntas clásicas que ya habíamos respondido en algún punto de la historia.Preguntas que intentaban hacernos perder la paciencia o el control. Intentaba ponernos entre las cuerdas aunque ninguno era culpable de nada. Al menos por ahora.
Cinco minutos después, supe que Kiara sí era culpable de algo. Justamente cuando su rostro empezó a palidecer y su cuerpo perdió la compostura rigurosa que estaba manteniendo hasta el momento. Kiara perdió la conciencia sobre esa mesa de metal ante la miradas incrédulas proporcionadas por todos los presentes.
Odio el color de las paredes del hospital.
Sábado 10:08 de la mañana.
No dormir en veinticuatro horas no me importaba. Me mantenía en ese pasillo con los brazos cruzados y los ojos bien abiertos. Los resultados de las pruebas médicas tendrían que haber salido hace horas y horas. Se supone que iba más rápido al ser ordenado por la policía, pero aún así me encontraba esperando alguna noticia.
—¿Jughead Jones? —asiento, cuándo la mujer se dirige a mí.—Ya puede pasar a la habitación de la señorita.
Mi cuerpo se dirige automáticamente hasta la puerta que señala la mujer mayor. El interior de la habitación es muy simple, juraría que es idéntico a la otra habitación de hospital que ocupó hace poco tiempo. Kiara de encuentra descansado sobre la cama mirando al techo como si fuera algo interesante.
—¿Estás embarazada? —expulso esas dos palabras de mi boca, haciendo esa estúpida pregunta.
Su expresión no cambia ni un poco.
—¿Es de Archie? ¿Quién es el padre?
No pienso, mi boca suelta palabras y palabras sin que me pueda dar tiempo a pensar. Desde que una enfermera le comunicó al Sheriff en el pasillo hace unos minutos que el mareo podría ser causa de un embarazo me siento más perdido que nunca.
—Me han hecho la prueba, no saben si estoy embarazada con certeza. —suena calmada. — Tienen que descartar todas las posibilidades.
—¿Sufres un desmayo y no estás preocupada? Kiara, podría ser eso y otra cosa cualquiera. Sea lo que sea deberías de estar preocupada por tu salud ¿Estás así desde que nos retuvieron?
—Nadie me tocó mientras estuvimos retenidos. No seas igual que esos tipos, si digo que no es que no. Tienen miedo a que fuera violada y esté embarazada a causa de eso —por primera vez me mira directamente a los ojos, por fin repara en mi presencia. —Jughead, gracias por preocuparte por mí. — suena tan honesto que me deja sin palabras.
Joder.
Joder.
Maldita Kiara, la quiero creer esta vez sin hacer más preguntas.
—Es mejor que te vayas a casa, se te nota cansado —escucho que me sugiere, pero su voz pasa a un segundo plano para mis estímulos mientras estoy pensando en que debo hacer ahora.
El beso.
—Jughead, ven aquí. —su voz esta vez suena firme y sin pensar las consecuencias de mis actos, me acerco tal y como me dice.
No espero a que diga nada más cuándo me siento sobre la cama en la que reposa su cuerpo. Me acerco unos centímetros más y uno sus labios con los míos en un pequeño roce sin significado. Kiara, odia al parecer ese escaso roce ya que profundiza el beso con pasión haciendo que mis sentimientos se pongan a flor de piel. Deseo que mi corazón sea como una dura piedra para no sentir nada más, para no notar lo tiernos que son sus labios y la calidez de su lengua. Pasa su mano por mi nuca mientras me sigue besando, nuestras narices se chocan cuando mueve la cabeza al hacer ese gesto, pero a pesar de lo torpe que es esa acción el ritmo intenso del beso no se pierde ni por un instante.
He encontrado amor en la persona incorrecta.
—Lo siento. Ahora sí es mejor que te vayas. —se separa a escasos centímetros de mis labios para hablar.
—¿Lo sientes? Te he besado yo.—admito
—¿Sigues dudando sobre si estoy embarazada o no?
Me quedo estático.
—Eres un gilipollas, Jughead Jones.
¿Lo soy? Nunca pensé ser definido con esa palabra. Nunca.
—El Sheriff nos dejará respirar por un par de días hasta que decida volver para hacer más preguntas. Necesito que vayas hasta allí una vez que la policía haya terminado de registrar la escena del crimen y busques las cosas de mi padre que están escondidas. Él era un serpiente así que debes de hacerlo. No voy a contestar a más preguntas que me hagas así que levántate y vete antes de molestar más.
No tengo nada que comentar, absolutamente nada. Me quedo en silencio intentando que mis nervios no colapsen.
—¿Estarás bien si me voy?
—Estaré bien si haces lo que te he dicho.
La responsabilidad recae sobre mis hombros, me deja el trabajo sucio a mí mientras ella descansa aquí. Lo haré, sin rechistar porque es la opción correcta esta vez.
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Maldito cliché. » Jughead Jones
Fanfiction"¿No fuiste tomada en cuenta cuando eras pequeña? ¿O mamá nunca te felicitó por tus dibujos? ¿O papá prefería haber tenido un hijo varón? ¿Se acercaron alguna vez a ti amigos falsos por ser asquerosamente rica y desde ahí no confías en nadie? De tod...