Al día siguiente, me levante pronto porque había que ir a la universidad y dar señales de vida. Me puse un jersey de lana azul marino con unos pitillos negros y unas playeras, así no se vería ningún moratón. Me maquille para tapar lo poco que me quedaba de morado en el ojo y me rice el pelo para que quedase más abultado y tapase mas pero aún así quedaba a la vista algún moratón en la clavícula así que me puse un pañuelo para taparlo.
Nos llevo el hermano de Ana a la universidad a ella y a mí.
Cuando llegamos allí Raquel me vino a abrazar diciéndome que me tomaban por desaparecida, también vino Juan que me dio otro abrazo. Un poco más alejado estaba Manuel, bajando la cabeza, me sentía mal por él pero es que no tenía que haber hecho lo que hizo.
Nos fuimos a desayunar a la cafetería y nos cruzamos con el grupo de Ángela y Carlos, esta vez no estaba abrazándola ni nada de eso, si no que estaba apartado hablando con sus amigos.
Ángela me dio un golpe en el hombro chocándose contra mí para disimularlo.
-Lo siento mucho- dijo riéndose.
-¿De que cojones vas?- dijo Raquel dirigiéndose a ella, pero Ana la cogió del brazo.
Yo seguí andando, Ana y yo sabíamos que lo mejor que podría hacer es ignorarla.
-Bonita. ¿Por qué no te replanteas la propuesta del otro día?- me dijo el amigo de Carlos, Roberto, colocándose en frente mía.
Yo baje la mirada y le intente esquivar pero él me cogió del brazo.
-Déjala, hay mejores- dijo Carlos agarrándole del hombro.
Él hizo caso y me soltó, yo miré a Carlos, sabía que lo decía para que no me hiciera daño, en cuanto Roberto se fue hacia delante, yo sonreí y Carlos me devolvió la sonrisa mientras se tocaba el pelo y seguía andando.
Ángela no nos había visto, estaba delante de él y no se giró en ningún momento.
Me quedé con ganas de mas, de abrazarle, de poder decirle que le quería pero no se podía, o bueno a lo mejor sí.
Llamé a Fede.-¿Qué pasa Diana?- me preguntó.
-No pasa nada, ¿podrías organizarme una quedada con Carlos? Necesito hablar con él, y como ya lo sabe...- le comenté.
-Diana... no deberíais...- me dijo pero le corte.
-Por favor Fede- le pedí.
-De acuerdo, hablaré con él y te digo donde tienes que ir- me dijo y colgó.
A los cinco minutos me envió un mensaje que ponía "Me ha dicho que vayas al aula 21, él se encarga de librarse de Ángela".
Yo me dirigí a esa aula, le dije a Ana antes de irme que me cubriese y que me llamase si hacía falta.
Entre al aula, y vi que no había nadie, me asuste, pero al instante me vino un mensaje de Fede, decía que fuese al cuarto de limpieza de ese pasillo, cuando entré le vi, yo sonreí y él también, me vino a dar un abrazo, me susurro que lo sentía mucho y yo empecé a llorar, él puso sus manos en mi cara y me dijo:
-Nunca te van a volver a hacer daño, nunca, te lo prometo- y me dio un beso.
Yo le acaricie el pelo mientras el bajaba sus manos por mi cintura, empezamos a retroceder hasta que me pego a la pared, yo me enganche a su nuca, y paro de besarme, apoyo su frente con la mía y me sonrió, yo hice lo mismo y me volvió a besar. Me desabrocho el pantalón y me quito el jersey, a la vez que yo le quitaba su camiseta, me empezó a besar el cuello bajando por el hombro, pero paró, me vio los moratones del costado y se aparto de mí.
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¿Confías en mí?
Ficção AdolescenteUna vida nueva. Diana consigue cumplir su sueño e irse a estudiar a Madrid a pesar de lo dura que ha sido su vida antes de cumplir los 18 años. Conoce personas nuevas sin dejar atrás a las amistades del pasado. Todo se complica. En un momento se en...