En el trayecto me puse a pensar, él me hacía daño con cada cosa que hacía, y yo en vez de volverme más fuerte me estaba haciendo más vulnerable, más me atraía, más me era imposible olvidarme de él... y entonces Fer dio un giro brusco haciéndome volver a la realidad.
-¿Qué pasa?
-Nos están siguiendo- me dijo-. Agárrate fuerte.
Yo me giré y vi dos motos y un todoterreno detrás de nosotros.
-No será...- dije sin ser capaz de terminar aterrada por la angustia que me producía que pudiese ser ella.
-Si es, Ángela nos estaba esperando, por eso fue a por Iván y a por ti hoy.
-¿Tan retorcida es?
-Sí, voy a intentar despistarles, llama a los demás y díselo.
-Vale- contesté quitándome el casco para poder hablar bien.
Elegí llamar a Fede.
-Fer ven rápido que nos tenemos que ir.
-Soy Diana, escúchame.
-Se te escucha muy mal- me dijo al otro lado del teléfono.
-Ángela nos está persiguiendo- conseguí articular bien las palabras pese a los trotes que me estaba dando Fer.
-¿Dónde estáis?
-No lo sabemos bien...
Y entonces ocurrió lo más temido, un coche nos arrolló en un cruce, saliendo ambos disparados, la carretera estaba abandonada y caímos en el asfalto, yo perdí la consciencia.
Cuando abrí los ojos habrían pasado unos minutos, me toqué la frente por la cual sangraba muchísimo, el tobillo me dolía y apenas podía sostenerme en pie, el hombro me dolía, me lo debí haber dislocado, y tenía el cuerpo lleno de heridas, el vestido roto y las medias igual ensangrentadas por las heridas producidas por el asfalto.
-Fer- chillé. Nadie respondía y empecé a caminar por la carretera como podía en su busca, entonces tras unos pocos metros pude ver a un chico apoyado en una piedra a un lado de la carretera.
-Fer- dije mientras me dirigía hacia él.
-¿Estas viva?
-Claro que sí, y tú también- dije al ver que sudaba y que en la pierna tenía una herida que le hacía desangrarse.
-Ponme el cinturón como torniquete- me dijo dándomelo como podía.
Lo hice como pude mientras me resentía del hombro.
-Pobres- oí una voz femenina detrás mía, era Ángela.
-Eres....- dije pero me corté al ver a los hombres detrás de ella.
-¡Meterlos en el coche!- ordenó a sus hombres mientras nos ponían un saco en la cabeza y forcejeábamos para quitárnoslos de en medio.
El disparo de una pistola nos hizo estarnos quietos, temí que le hubiesen disparado y deje que me metiesen en el coche.
Tras una hora y pico de viaje sin saber a dónde nos dirigíamos abrieron las puertas del coche, me sacaron muy bruscamente, me pusieron unas esposas en las muñecas por detrás de la espalda y me llevaron a un lugar frío, húmedo, donde se podía escuchar las gotas de las goteras caer al suelo. Me sentaron en el suelo, pusieron mi espalda contra una columna y volvieron a enganchar mis muñecas por detrás de la columna, haciendo imposible moverme y encima haciéndome más daño en el hombro.
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¿Confías en mí?
Novela JuvenilUna vida nueva. Diana consigue cumplir su sueño e irse a estudiar a Madrid a pesar de lo dura que ha sido su vida antes de cumplir los 18 años. Conoce personas nuevas sin dejar atrás a las amistades del pasado. Todo se complica. En un momento se en...