Noche rojo carmesí

Capitulo 20

Antes de leer el capitulo: 

Solo quería avisar que esta semana me encargaré de editar la historia. Algunos capítulos, por no decir todos, tienen errores ortográficos, por eso que me dedicaré a editarlo, así que si reciben notificaciones de actualización, solo serán los capitulos editados. Bueno, este es el ultimo capitulo de la maratón, estaré dando noticias en mi página de facebook, así que denle un like si quieren enterarse. El link está en mi perfil. Espero les guste y no duden en dejar sus comentarios y votos, para apoyar esta historia. Sin mas, les invito a leer :3 

El clima de primavera se podía sentir en cualquier lugar. El aroma de los prados floreciendo, el calor calmo que se sentía y el cielo despegado con pocas nubes y mostrando un color más claro que nunca. La noche se avecinaba, pero no era momento de apagar las luces de los corazones, ni de la ciudad. Aquella vez, no solo las luciérnagas acompañaban el tranquilo ambiente, sino que los arboles de cerezo iban y venían de un lado a otro regando sus pétalos para darle color al jardín.

- ¿Te gustaría llevar el símbolo Uchiha en la espalda? – preguntó con algo de indecisión.

- ¿Estás diciendo que...? – ahogó un grito de sorpresa – ¿Quieres que me case contigo?

- Justo eso... Se mi esposa, Sakura.

Y aquel momento venía a su mente una y otra vez haciendo que sonriera emocionada. La noche era una de las pocas cosas que amaba el Uchiha, la noche y su compañía. Juntas hacían que él se sintiera tranquilo, en paz, sin ningún deje de remordimiento.

Yo, Haruno Sakura, prometo cuidar de ti cuando tu cuerpo se derrumbe enfermo, cuando tus sentimientos se tornen oscuros, cuando ya no tengas ganas de vivir. Prometo estar a tu lado, ser tu cobija cuando no tengas donde reposar, ser tu luz cuando seas oscuridad, ser tu amor cuando vuelvas a odiar.

Prometo estar contigo cuando haya alegría, tristeza, rencor, incluso, odio... Cuando el mañana sea incierto y debamos disfrutar solamente del presente. Prometo llevar en mis brazos nuestro futuro y darte alegría. Pero, sobre todo, prometo... Jamás, jamás abandonarte y estar siempre para ti.

Hasta que la muerte nos separe Sasuke-kun...

Esas habían sido sus palabras. La vio, con ese vestido tradicional de un color rosa pálido y un peinado que la hacía ver hermosa. Apartó un mechón rebelde y lo colocó detrás de su oreja. Allí a la luz de la luna, no existía más que ellos dos. No importaba el hombre de la ceremonia, los pocos aldeanos que se habían reunido para ver la unión de aquella pareja, las mujeres que lloraban de felicidad al ver como aquella muchacha por fin conseguía el sueño de casarse con el hombre que amaba.

No. Nada de eso importaba, solo ella, solo sus ojos que lo veían con emoción, con amor, con la esperanza de que pronto sería su esposa. Siguió mirándola y le pareció eterno aquel momento. ¿Cuántas veces recordaría ese día? Estaba seguro que ella siempre lo haría y no había duda de que él también.

A la espera de todos, con el corazón palpitando más rápido de lo normal, él pudo decir sus votos. Los votos que toda boda debía tener y los que él había pensado unos días antes.

Yo, Sasuke Uchiha, prometo protegerte de todo peligro, del mal que acecha cada vez que cerramos los ojos, del camino de la oscuridad que amenaza con llevarme hasta él. Prometo tomarte en brazos cuando solo el silencio hable y cuando el temor atormente tu cuerpo. Prometo regresar a ti cada vez que me marche, usar tu luz para disipar mis tormentos, besar tus labios para despejar tus dudas, cuidar de nuestra familia cuando se extienda.